Tras la presente ola invernal, más de cien familias que habitan la margen derecha del río guatapurí han resultado damnificadas, en las últimas horas, la creciente arrastró varias viviendas que estaban establecidas a orillas del afluente, habitadas en su mayoría por migrantes venezolanos.
En imágenes, grabadas por los mismos habitantes de la zona, quedaron registrados los momentos de angustia que vivieron estas personas, mientras que la fuerza del agua arrasaba con todo lo que a su paso encontraba, incluso se habló de personas desaparecidas, dato que aún no ha sido confirmado.
Ante la agobiante situación, algunos damnificados se han albergado en casa de familiares o conocidos, mientras que la mayoría permanecen en el lugar, argumentando que se ven obligados a quedarse, debido a que al ser de otro país no tienen a quien acudir, sumado a que sus ingresos provienen del trabajo informal lo que a duras penas les da para comer.
Una de ellas es Génesis González, residente del barrio Nueve de Marzo, cuya vivienda está a punto de colapsar al quedar sin parte del terreno donde está establecida, relató la zozobra constante que vive junto a sus cinco hijos menores de edad, ya que al ser madre cabeza de familia, no se atreve a salir a trabajar a buscarles el sustento por lo que aseguró que en momentos les ha tocado ‘pasar hambre’.
“Todos estamos viviendo prácticamente juntos porque no tenemos para donde ir y no contamos con un trabajo y un sueldo fijo, entonces está la situación un poco difícil, es la hora y muchos no hemos desayunado, no hemos podido dormir por el miedo de que vaya a pasar algo mayor y vaya a terminar todo en una desgracia” relató la afectada.
Historia similar es la que afronta Carmen Contreras, una adulta mayor de 77 años de edad, quien junto a su esposo habitan una de las viviendas del sector y aunque aún no se ha visto afectada, decidieron abandonarla por temor a que, al prevalecer las lluvias, el caudal del río continuará en aumento y podrían ser sorprendidos por una inundación y no tengan tiempo de ponerse a salvo.
“Me siento mal porque imagínese uno aquí solo, fregado, sin plata y sin nada, claro que sí he sentido miedo, ese río caminando más y más ¿para donde va a coger uno? Entonces uno lo que está es nervioso aquí, no sabe uno qué hacer, no encuentra uno para donde caminar, ni para donde correr uno si todos estamos en las mismas condiciones” expresó la adulta mayor.
SE TOMARON LAS VÍAS DE HECHO
Ante la situación, el presidente de la junta de acción comunal del barrio Nueve de Marzo, Jerson Santander, junto a un grupo de manifestantes bloquearon el paso por la carrera cuarta a la altura de la entrada al mencionado sector, argumentando que, ante los estragos causados por el fenómeno natural, han insistido a la administración municipal y a los diferentes entes, sobre la urgencia de focalizar a esta población en estado de vulnerabilidad, pero no han sido escuchados.
Por tal motivo decidieron tomarse las vías de hecho y protestar de manera pacífica exigiendo la atención del alcalde de Valledupar Mello Castro, quien, según el líder, el pasado 24 de octubre estuvo en la zona y prometió ayudas para los afectados pero que ‘todo quedó en promesas’ debido a que hasta la fecha no han recibido la primera ayuda, mientras que los damnificados continúan en aumento.
“No han hecho ninguna clase de presencia, el alcalde estuvo aquí el 24, pienso que tomó como una burla lo que uno le estaba diciendo que podía pasar y mire que pasó, no ha hecho ninguna clase de presencia, ni pronunciamiento, entonces este es un tema muy delicado y tienen que ponerse la mano en el corazón y vengan ayudar a estas personas, ellos no están pidiendo reubicación, ellos están pidiendo ayudas porque prácticamente tienen la necesidad porque no tienen para pagar un arriendo”, declaró el líder.
JAIR PIMIENTA/EL PILÓN