Luego de siete años de espera se realizó la firma del Plan de Acción de Reasentamiento, PAR, de la comunidad de El Hatillo, zona rural ubicada en el centro del cesar, corregimiento de La Loma, municipio de El Paso. Con ese paso lo que faltaría es el traslado de las familias.
“Después de varios años de reuniones y concertación logramos firmar uno de los hitos más importantes del proceso hasta el momento, en el cual se acordaron las reglas del juego del reasentamiento. A partir de ahora lo que toca es implementar todos estos acuerdos para lograr el reasentamiento de la comunidad. Lo anterior se logró después de largas sesiones de trabajo, de levantamiento de confianza entre las partes, de transparencia, de garantías y creatividad para lograr los mejores acuerdos para la comunidad”, explicó el gerente del equipo técnico de reasentamientos, José Link Belchener.
Agregó: “Más de 200 familias resultarán beneficiadas con el reasentamiento. No manejamos cifras económicas del proceso; lo que se hace es restituir todo lo que potencialmente fue impactado durante el reasentamiento, eso tiene que ver con: las pérdidas de territorio que pudieran tener, perdidas en viviendas; afectaciones sociales, culturales y económicas. Cada familia, de acuerdo a los impactos que tuviesen en el proceso, recibe una compensación diferente; no es lo mismo para todos”.
El proceso inició en el 2010, lleva siete años. “Llevó más tiempo de lo que usualmente requiere un asentamiento; fue difícil los primeros días porque el proceso ha tenido tres operadores diferentes dada su complejidad”, acotó Link Belchener.
Cabe recordar que el reasentamiento es una obligación que el Estado le impuso a las tres empresas mineras que hay en la región: Drummond, Prodeco y CNR como una medida preventiva porque en su momento se previó que el nivel de contaminación iba a ser intolerable para que hubiera un reasentamiento humano en esos sitios, por lo que se ordenó a las tres empresas reasentar esa población.
Las tres empresas mineras antes mencionadas hacen reasentamientos en:
1. Plan Bonito: donde la población ya fue trasladada; la población optó por el reasentamiento individual, en el cual cada familia escogió su sitio de vivienda dentro o fuera del municipio donde estaban. Está en una fase de restablecimiento de medios de vida, donde se consolidan los proyectos productivos que apoyan la sostenibilidad de la comunidad y se les hace un seguimiento para asegurar esa sostenibilidad. Se impactan 100 familias.
2. El Hatillo: acabaron de firmar los acuerdos, que son las reglas del juego, y empezaron la implementación, que debe de tomar de tres a cinco años. Beneficia a 200 familias.
3. Boquerón: empezó en el 2010; están en la fase inicial o diagnóstica de la comunidad y en el levantamiento topográfico. Aquí se benefician 350 familias. Se presentan dificultades relacionadas a los intereses de algunos representantes de la comunidad que no ven con buenos ojos el reasentamiento.
Pasos del reasentamiento
-Primera fase diagnóstica, donde se caracteriza la comunidad, determinando: qué tipo de comunidades existen, cuántas familias son, cuál es su cultura, cuál es su alimentación, la recreación, y de qué viven.
-Luego se hace una identificación de los impactos, que son diferentes de acuerdo a la población, cultura, medio de vida, calidad de vivienda, recursos, o servicios.
-Se determina qué medidas se pueden tomar para minimizar o eliminar estos impactos.
-Se elabora una matriz de compensaciones, que están por ejes: restitución de tierra y recursos naturales, aspectos culturales, hábitos de viviendas, aspectos sociales, y redes familiares.
El mensaje que le extiende Link Belchener para las personas sujetas de un reasentamiento, es que “deben confiar en que las empresas que desarrollan este reasentamiento buscan la mejor sostenibilidad para ellos, puesto que si sale mal les toca volverlo a hacer y las empresas no quieren eso, por lo que tienen el mayor interés en hacerlo bien”.