El cambio de sentido de algunas calles comenzó a hacerse efectivo hace pocos días en la capital del Cesar, así como la implementación de ciclo-rutas en dos tramos representativos y de gran congestión en la ciudad como son la carrera 9 y la calle 17. Las dos iniciativas han tenido poca aceptación por parte de la comunidad vallenata tras el caos que ha ocasionado, sumado a la poca socialización.
Pero el drama aumentó y las alarmas se encendieron luego de que se conociera que el porcentaje invertido solo para demarcar estas vías sobrepasaba los 1.200 millones de pesos. En agosto pasado, el Municipio a través de la Secretaría de Obras Públicas suscribió un contrato por un monto 1.253 millones de pesos con el consorcio Dimensión Vial del que hacen parte las firmas Freestone Construcciones S.A.S. con el 70 % y Fernando Pedroza Velásquez con el 30 %, cuyo objeto del contrato es el fortalecimiento de la infraestructura de la red vial urbana del municipio. Para ver el proceso contractual haga click aquí.
Pese a ello, los trabajos que ha hecho la firma contratista están basados en la demarcación vial, sin embargo esto no contempla los diseños para cambio de sentido de las vías. Son 3.1 kilómetros, de los cuales, 1.7 se quedan en la carrera 9 y 1.4 en la calle 17. Tanto la comunidad como diversos sectores entre ellos los constructores y comerciantes, han manifestado su inconformismo con las nuevas medidas.
La gerente de la Cámara Colombiana de la Construcción en el Cesar, Camacol, Rosalía Núñez, indicó que como gremio están en desacuerdo con la ciclo-ruta de la carrera novena, debido que no le ven el sentido porque desde donde comienza hasta donde termina no tiene una ruta que esté conduciendo a una industria o algo que convoque a la afluencia de personas que se transporten en este medio.
La ruta termina justo frente al barrio Navalito y seguido al barrio San Carlos, sectores que no mueven a sus residentes en bicicletas, agregó Núñez, quien dijo además que esto solo está reduciendo una calzada prácticamente de la carrera 9 donde la movilidad había mejorado.
De igual forma dijo que no hubo socialización, una ruta conveniente sería la que transporta a los barrios Simón Bolívar, Primero de Mayo, Fundadores, La Avenida Fundación, pero la carrea novena no es necesaria. Esa vía será utilizada por vendedores ambulantes, motos y ya se han presentado accidentes incluso donde converge con la calle 16 porque se está trabajando en la implementación de los topes pero no ha habido orientación.
Una vez conocido el contrato firmado por la Secretaría de Obras Públicas de Valledupar y el contratista, EL PILÓN habló con el representante legal de la firma que ganó la licitación, Germán Barón Bustos, quien aseguró que ellos solo se han limitado a seguir los lineamientos de la Secretaria de Tránsito, “hemos hecho marcaciones sobre la carrera 15 y pintamos los carriles de la carrera 9, el contrato está hasta el 28 de diciembre de 2015”, explicó.
De igual forma, la delimitación de las carreras que fueron cambiadas de sentido, como lo es la 15 y 16.
Este diario intentó comunicarse insistentemente con el alcalde Fredys Socarrás pero fue imposible establecer comunicación.
Ciclo-rutas implementadas por el Municipio causan revuelo en la ciudad por la poca socialización del proyecto y las vías que fueron escogidas.
Letty Polo Thomas
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