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Más casas gratis ¿y la convivencia, vías de acceso y seguridad?

Bienvenida la segunda fase del programa de viviendas gratis que impulsa el Gobierno Nacional para disminuir el alto porcentaje de familias colombianas sin techo. Hoy llega al departamento del Cesar el vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, a firmar dejará en firme los contratos para construir más de mil viviendas en ocho municipios.

Hay que recordar que el programa de las viviendas ciento por ciento subsidiadas nació como respuesta del Gobierno Nacional a la realidad de miles de hogares que viven en situación de extrema pobreza y, por lo tanto, no logran acceder a un crédito para obtener su vivienda por los mecanismos tradicionales que ofrece el mercado.

En el Cesar más de ocho mil familias se han beneficiado de este programa que le ha dado techo a los hogares que vivían en condiciones vulnerables y poco dignas.

En esta segunda fase el Cesar resultó beneficiado con la aprobación de proyectos en 14 municipios, donde construirán 3.740 soluciones de vivienda, con lo que se disminuirá el déficit habitacional en el Departamento.

Estas son buenas noticias que deben ir acompañadas de unos mejores programas sociales para mejorar la convivencia en los complejos habitacionales, para que no pase lo mismo que hoy ocurre con las familias que recibieron casas gratis en la primera etapa.

Aquí lo importante no es entregar la casa por entregarla, sino ayudar a que el entorno sea valorado y cuidado. Los mejores ejemplo de lo que no debe suceder son las urbanizaciones Nando Marín y Lorenzo Morales en Valledupar, donde habitan más de seis mil familias en numerosas torres de apartamentos, que se han convertido en una zona de hacinamientos, desaseo, inseguridad e intolerancia, llegando a tal punto que en las escaleras cobran un ‘peaje’ para poder subir de un piso a otro, ni qué decir de las peleas entre vecinos. De las basuras ni hablar.

Las viviendas gratis, por lo menos en Valledupar, donde se encuentra el mayor número de familias beneficiadas, fueron entregadas sin vías adecuadas de acceso, sin tener garantizado el servicio de transporte público y sin un plan de seguridad. El reciente invierno demostró que estas urbanizaciones las hicieron sin esa planeación y cada día, aun en verano, los habitantes de este sector deben pasar por la acequia La Solución en sus motos, bicicletas o en el taxi de servicio público que se atreve a transitar por esa zona.

Bienvenidas las viviendas gratis, pero con más planeación y atención a las familias. Que se asegure que en realidad la familia a la que se le va a regalar la casa, sí la necesita y la quiere para habitarla, no para arrendarla ni usarla para negocios ilícitos.

Categories: Editorial
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