Lo que era un secreto a viva voz quedó al descubierto con operativos efectuados por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, a los lavaderos de carros en Valledupar.
La captación ilegal de agua y vertimiento irregular de los residuos al alcantarillado, que posteriormente son tirados al río Cesar, son los dos problemas principales que obligaron a Corpocesar al cierre, hasta la fecha, de 16 establecimientos de este tipo en la ciudad.
En la inspección de solo 20 lavaderos, la autoridad ambiental constató que el 94 % no tenía los requisitos establecidos por las leyes y algo más grave, no cuentan con las técnicas y tecnologías adecuadas para tratar las aguas contaminadas con grasa, aceite y otro tipo de químicos, antes de enviarlos al alcantarillado de la empresa Emdupar.
El director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, dijo que la decisión de cerrar preventivamente 16 lavaderos radica en que no cuentan con permisos ambientales requeridos para su funcionamiento de acuerdo con la normatividad ambiental vigente. Estos operativos se hicieron en coordinación con la Policía Nacional.
Esta radical iniciativa está enmarcada en la recuperación del río Cesar, que por segundo recibe cerca de 2.000 litros de aguas residuales, sin ningún tipo de tratamiento después de pasar por la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales El Salguero, considerada como el mayor foco de contaminación del afluente que nace en El Limoncito, territorio guajiro ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Corpocesar señala que la lista es de unos 100 lavaderos, a los cuales harán seguimiento para medir su funcionamiento debido a que vierten aguas residuales no domesticas al alcantarillado, generando altas cargas contaminantes que no pueden ser tratadas en la Planta de Tratamiento de Agua Residual del municipio.
Aunque esta es una medida pedagógica, los propietarios y trabajadores de los lavaderos no podrán reabrir sus negocios hasta tanto no hayan llenado el total de los requisitos establecidos por la rectora ambiental del departamento.
El jefe de la Oficina Jurídica de Corpocesar, Julio Suárez Luna, explicó que estos establecimientos tienen más de 30 años de funcionamiento y han venido incumpliendo la normatividad ambiental,
“lo que se ha materializado en el principio de la confianza legítima, por tal razón no puede la autoridad ambiental cerrar definitivamente a estos, sino que contrario, tiene que aplicar mecanismos que le permitan a los propietarios entrar en la legalidad”.
De 20 establecimientos visitados por Corpocesar, solo dos están cumpliendo parcialmente con los requisitos, ya que cuentan con la concesión de agua subterránea y en trámite el permiso de vertimiento.
El ingeniero ambiental y sanitario de la entidad, Carlos Ernesto Acosta, argumentó que el permiso de vertimientos se requiere para el funcionamiento teniendo en cuenta que producen aguas residuales no domésticas, las cuales aportan altas cargas contaminantes sobre los sistemas de tratamiento. “Y la concesión de agua subterránea es necesaria para poder usarlas, así como para poder tener un control en el consumo de dichas aguas, lo cual exige un uso eficiente del recurso hídrico y evitar abatimiento de los acuíferos”, precisó.
Entre los establecimientos sellados se encuentran: Lavadero Los Cortijos – La Bendición, Lavadero Jocar´s, Lavadero Arizona, Lavadero Central Car, Lavadero Biblos Car Wash, Lavadero Car Wash, Lavadero Oli.Be Inversiones S.A.S, Lavadero Car Whas Kennedy, Lava Auto San José, Lava Autos del Norte, Lava Autos Aena, Lava Auto El York, y Lavadero T&J, los cuales tendrán que adelantar los trámites ante Corpocesar para poder seguir con su funcionamiento.
Los propietarios o arrendatarios de dicho negocios deben cumplir con lo normado en el decreto Único Reglamentario del Sector Ambiente y Desarrollo Sostenible 1076 de 2015 y la resolución 0631 de 2015, emanada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que cual establece “los parámetros y los valores límites máximos permisibles en los vertimientos puntuales a cuerpos de aguas superficiales y a los sistemas de alcantarillado público, así como también con lo establecido en el Código de Recurso Naturales (decreto 2811 de 1974)”.
¿Mano dura?
Medidas casi que básicas ha tomado Corpocesar dese el 9 de marzo de 2015, cuando a través de la resolución 0170 declaró la cuenca media-baja del río Cesar en emergencia ambiental, sanitaria y ecológica.
Han sido más las promesas, entre ellas sancionar a empresas que están contaminando este cuerpo de agua al tirar por el alcantarillado todo tipo de sustancias químicas, reducir las concesiones de agua, que el cumplimiento dado a la normatividad que busca mejorar las condiciones desde Valledupar hasta la desembocadura del río Cesar, en la ciénaga de Zapatosa.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co