El corregimiento de Mariangola, una zona que hace muchos años fue golpeada por la guerra, ahora se convierte en territorio de paz gracias al Modelo de Reintegración Comunitaria, MRC, ‘Estam-paz de reconciliación’.
Luego de seis meses en los que un grupo de 50 personas de esa comunidad, entre ellos vinculados al proceso de reintegración o excombatientes, recibieron talleres de pintura, arte mural, radio, fotografía, serigrafía y estampado de camisetas por parte de la Agencia para la Reintegración y la Normalización, ARN, ayer se clausuró la iniciativa. Ellos mostraron con orgullo los cuatro murales que pintaron, entre ellos un gran mural que está en la vía nacional con la flor de Angola, representativa de esa localidad.
Además, se cortó una cinta como acto simbólico de la apertura de las puertas del salón comunal ‘El palo de guayaba’, donde se realizaron todas las actividades formativas. “Es un salón de encuentro para cultura, arte y todas las dinámicas que construyan al ser humano. Ese salón comunal es para todo aquel que quiera apostarle a jornadas de reconciliación, paz, y de sana convivencia”, aseveró la coordinadora de la ARN grupo territorial Cesar, Angélica Patricia Agámez Solano.
Los mariangoleros recibieron instrumentos musicales para perfeccionar sus inclinaciones artísticas y para que les sirvan para amenizar sus actos culturales; se hizo la entrega de una galería fotográfica que representa el trabajo que desarrollaron los beneficiarios de la estrategia; y el acto culminó con la participación a un grupo vallenato de la comunidad.
“Lo que hicimos fue implementar el modelo para que las personas tuvieran un nuevo imaginario social para que se reunieran en torno a la sana convivencia, para que los más pequeños crezcan con una nueva visión del corregimiento, donde si bien es cierto hubo personas que hicieron parte de un grupo armado, son personas que ahora mismo viven en la legalidad y en comunidad. La idea es que entre todos se generen entornos protectores, que todas estas actividades propicien el encuentro comunitario, la resignificación y la reconstrucción del tejido social”, subrayó Agámez Solano.
Por su parte, el líder implementador del modelo de integración comunitaria, Arnold Danilo Buelvas Guerrero, explicó que “lo anterior se dio gracias a la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, la ARN, y la comunidad de Mariangola.Se desarrollaron cerca de 12 talleres de formación ciudadana, 10 talleres de plástica, locución y periodismo, aparte de actividades de arte manual”.
Uno de los beneficiados de la actividad fue Julio César Valle Orozco, quien agradeció a la OIM y la ARN, puesto que “que mediante ellos se promueve el modelo de reconciliación comunitario del corregimiento de Mariangola. Mi familia y yo hacemos parte de los talleres de formación. Queremos que no nos dejen solos para que este proceso continúe. Ahora nos sentimos con herramientas claves para ver y afrontar la vida de otra manera”.
José Atuesta Mindiola, gestor cultural de Mariangola, manifestó: “Nos pareció positiva la actividad por el trabajo que ha hecho la comunidad en este proyecto de reconciliación porque en el fondo todos los pueblos necesitan la armonía espíritual, caminos de esperanza, y caminos de luz. Nos satisfizo la dotación musical que se hizo porque es darle a los niños la posibilidad que fortalezcan su talento artístico a través de la música, la pintura y la escritura; eso es algo que fortifica la espiritualidad humana. Los seres humanos tienen talento, pero se hace necesario que alguien lo descubra para cualificarlos y proyectarse como un ser creativo”.