La genética ya llegó al sistema electoral colombiano; las características de los candidatos se definen al gusto del financiador de las campañas: maleabilidad moral, capacidad de sometimiento y transgresión de los mínimos éticos, propensión al enriquecimiento ilícito, relaciones con grupos non santos, indolencia social, entre otros perfiles.
El vientre alquilado es el mismo que ha parido a los más pobres y analfabetas del país, sin derechos de maternidad pero esta nueva cría será diferente porque es una especie de ungido; para este proceso, la insensible madre es sometida a una profilaxis para inducirle un parto sin dolor, sin emociones y con pérdida de memoria para que dentro de cuatro años la preñez pueda repetirse sin vacilaciones.
Durante el periodo del embarazo, la madre se ve extasiada porque cree, engañada, que el padre le permitirá conocer a su cría, que cubrirá todos los gastos de su infancia y que ella será redimida pero aquí los pactos no se cumplen.
La IPS es la Registraduría Nacional que expide la epicrisis de la paciente y del nuevo bebé quién jamás conocerá a su madre ni mucho menos sentirá afectos por ella. Es ahí donde comienza a degradarse la familia y la sociedad porque hijos de laboratorio que, por la naturaleza de su ADN, no interactúen con su madre, carecerán de sentimientos y serán proclives a la ruptura de todos los escrúpulos y de la degradación humana.
Un mandatario de cualquier nivel, nacido con esta tecnología, fruto del estupro y sin lazos de fraternidad, nace caníbal, un verdadero mostro de Frankenstein.
Es curioso que en Colombia la robótica humana haya llegado primero al sistema electoral que a las factorías, donde se supone se fabricarían bienes de consumo para la sociedad, pero no, en la cadena de producción solo habrá contratos para las mafias para mantener esta relación incestuosa. Sociedad que permita secularmente estas prácticas pseudocientíficas, está condenada a desaparecer.
En una sociedad, los medios nunca deben justificar el fin y estar alertas a cualquier desviación que se puede evitar con el voto libre y soberano; si no somos capaces de votar bien y libremente, votemos en blanco, más, para que esto tenga efectos prácticos, esta votación debe ser la mitad más uno del total de votos emitidos.
El señor Blanco es un candidato sin manchas y sin odios, no ofende a nadie, es un juez recto que dejaría por fuera del juego a los apostadores tramposos si esa madre pare hijos naturales para amamantarlos, darles cariños y enseñarles sus deberes inalienables, sin ningún tipo de intervención.
El modelo de retener el poder con trampas y juegos artificiosos, con los cuales se identifica la derecha teologal, no se corresponde con ese otro esquema que nos presentan con papá, mamá, hijos y el perrito, la familia perfecta por fuera pero con muchos atajos por dentro. Es un círculo vicioso que aplican a perpetuidad recirculando los recursos del erario mediante una hipnosis colectica patentada por la magia de la corrupción.
Estas son familias holometábolas (las que sufren metamorfosis con embrión, larva, pupa, oruga) como la de algunos insectos pero que no llegan a la especie final como la tierna mariposa sino que prefieren vivir como orugas insaciables. Loas a los parteros que tuercen la historia y a los vientres sociales. Los mirones no tenemos alternativas.