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Madurez vs Oportunidades

La Opinión de Acord- Cesar
Por estos días de oportunidades observamos que muchos son los jóvenes que gracias a sus buenas condiciones tienen la oportunidad de trasladarse a otra región del país a potencializar sus condiciones como futbolistas.
En las canchas solo se escuchan los comentarios sobre las transacciones de jugadores de lo local a lo nacional, hecho que se refleja en la satisfacción de los entrenadores porque hicieron un buen negocio y muchos recibieron lo que  consideran un precio justo por su labor como formadores y los padres de familia sumados a ese tren de la satisfacción pensando que en poco tiempo observarán a su hijo en las canchas del país defendiendo los colores de un equipo profesional.
Los tiempos de abundancia y oportunidades son buenos, pero también influyen otros factores que esos mismos que hoy gozan deben tener en cuenta para que mañana no tengan que llorar. Cuando se presentan este tipo de negociaciones, los involucrados se embarcan en el camino de las ilusiones, dejando muchas veces de lado el buen juicio y las consideraciones, que por esas cosas del crecimiento infantil y juvenil se deben analizar antes de tomar semejante decisión.
Conversando con un hombre maduro por el entrenamiento, los triunfos y las derrotas, claro que en su caso fueron muchas las tardes de gloria, pero para llegar a ese lugar tuvo que sufrir y comerse, como dicen popularmente, las verdes, a pesar que cuando salió de Valledupar ya era un joven con aproximadamente 21 años, en la plenitud de la juventud, pero en el sano juicio de las enseñanzas familiares.
Contaba ese goleador, ya retirado y dedicado a enseñar lo que aprendió en las canchas, que no sabe que está pasando en Valledupar que cada día se están llevando a los futbolistas más jóvenes, sin la madurez personal necesaria para afrontar un reto de esta naturaleza. Comenta que estos futbolistas deben crecer en su entorno, sobre todo en el familiar, cuantos niños se perdieron el amor, el cariño y el tiempo con sus padres, al embarcarse a los 12 y 13 años en una aventura futbolística que después de cinco años de intentarlo termina en un viaje doloroso de regreso con las manos vacías, el corazón roto y el tiempo perdido.
Recomienda este hombre de experiencia que muchos de esos muchachos que han viajando sin éxito, primero deberían crecer en su tierra, con su gente,  después de cumplir con un proceso de madurez, el paso por equipos locales, selecciones y demás, para lanzarse a la aventura nacional, porque quienes lo han hecho de esa manera hoy triunfan en los equipos profesionales y cita casos como Farid Díaz, quien salió de Valledupar casi que a los 20 años, así como José Cuadrado, Armando Carrillo, Humberto Osorio, Álvaro Barros, entre otros.
Pero esta recomendación debe ir de la mano de las oportunidades que se  brinden en el campo local, porque el proceso tiene validez cuando los jóvenes futbolistas asistan al estadio y observen que en la cancha defendiendo los colores del equipo de casa, son varios los nacidos en esta tierra quienes tienen la oportunidad de defender esa camiseta. Sí bien hay que estar agradecido con los que vienen de afuera a aportarle al equipo, hay que mirar  hacia la región, trabajar con los de casa para que al patrimonio local se incremente y por ende las finanzas de la institución y se fortalezca la credibilidad de las oportunidades.
acordcesar@hotmail.com

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