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Madres, ¡feliz día!

Emma Carrascal, una madre ejecutiva

Con la misma vocación de brindar servicio al público y trabajar presupuestos financieros, Emma Carrascal de La Peña se dedica a ser mamá.

Desde las seis de la mañana, esta madre se despierta a alistar a sus hijas para el colegio y luego inicia su jornada laboral como gerente del centro comercial Unicentro de Valledupar. Madrugar y cumplir esta tarea no es motivo de cansancio para ella, sino un acto de amor. Ese mismo sentimiento que abrigó cuando producto de su matrimonio con Juan Manuel Campo nacieron sus grandes amores: Victoria y Manuela, hoy con 5 y 4 años de edad, respectivamente. Ambas conocen la disciplina que tiene su mamá, quien con amor las corrige para que en el futuro sean unas mujeres de bien.

Esta profesional en finanzas y relaciones internacionales es natural del municipio Río de Oro, Cesar, demuestra que el rol de madre no es óbice para tener éxito profesional.

Emma carrascal, una ejecutiva que a pesar de sus múltiples tiene como prioridad su rol de madre.

La ejecutiva recuerda que su mamá, Antonia De La Peña, era madre soltera y trabajó arduamente como secretaria de banco y demás oficios que le permitieron sacar a sus cuatro hijos adelante, brindándoles una buena educación.

Para Carrascal, el rol de madre hizo que alcanzara plenamente su realización personal y el hecho de ser una exitosa ejecutiva pasa a segundo plano. Tanto que, cuando su hija Victoria nació prematura, necesitaba demasiado tiempo para cuidarla, así que instaló la oficina en la casa y desde ahí cumplió con las funciones como directora de una empresa de telecomunicaciones.

Desde que a la vida de Emma Carrascal llegó el título de mamá, para ella es prioridad vivir y compartir con sus hijas.
Emma Carrascal es conocida en el gremio empresarial por su amplio recorrido como directiva en el sector privado y público. Sintetiza su carácter emprendedor en que “si las personas trabajan felices, harán las cosas bien”.

Marelbis Cardona, una madre comunitaria

Marelbis tiene 46 años de edad y ha sacado adelante cuatro hijos.

Marelbis de Jesús Cardona Macías es una de las habitantes más conocidas del barrio Panamá y sus alrededores; cada vez que camina por la calle todo el mundo la saluda. La identifican porque ser una mujer alegre pero de temperamento fuerte a la hora de resolver problemas comunitarios, como presidenta de la Junta de Acción Comunal.

Cuando trabaja por mejorar su comunidad, Cardona no está sola, detrás de ella existe un impulso superior que la ayuda avanzar: sus cuatro hijos.

Es padre y madre a la vez, es compañera de todas las tardes de juegos hasta los deberes escolares de Kiara, Thalia, Osman de Jesús y Jesús Alberto. Es, especialmente, el sostén emocional de Osman de Jesús, quien nació con parálisis cerebral en el 2001. Su vida muestra a una mamá que lo entrega todo por el bienestar de los hijos.

“Cuando nació jamás vi a mi hijo Osman de Jesús, como un sacrificio, sino una bendición, no siento que tenga que hacer esfuerzo para asearlo o vestirlo porque no se pueda mover; al contrario, me lo gozo porque en sus ojos solo veo un amor correspondido, incondicional y honesto que solo mis hijos me pueden dar”, declaró.

Sin embargo, reconoce que las complicaciones surgen en el momento de adquirir los medios económicos para atenderlo, porque requiere de varios medicamentos costosos.

Él fue su motivación para gestionar en la comunidad un Centro de Desarrollo Infantil Integral (CDI), para que niños en condición de vulnerabilidad sean atendidos por profesionales que ayuden a potencializar su desarrollo de la primera infancia y reciban atención integral por medio de esta educación inicial.

“Logró varios trabajos significativos para el barrio: consiguió que tuviéramos uno de los parques polideportivos más grande que tiene Valledupar, pavimentación y servicio de acueducto”, reconoció Yujeydis Acuña, moradora de Panamá Tercera etapa.

Marelbis Cardona nació en el municipio de Granada, Magdalena, en 1987, y llegó a Valledupar a los 16 años buscando independencia de sus padres. Al convertirse en madre ha trabajado como asesora en ventas de libros, medicinas naturales, entre otros, para sacar adelante sus cuatro retoños.

Maribel Cardona es una reconocida líder comunitaria de Valledupar, hace 16 años es presidenta de la Junta de Acción Comunal de Panamá Tercera etapa.

Nevis Troya, una madre inspiradora

Nevis Troya es la mamá del desaparecido cantautor vallenato Kaleth Morales, de los también músicos Kanner y Keyner, y de Eva Sandrith. Su vida ha girado en torno a la música, porque de su vientre han salido tres exponentes del género vallenato y ella misma ha sido musa de inspiración para canciones que fueron éxito en la voz de su esposo, Miguel Morales, con quien lleva 33 años de matrimonio.

El padre de Nevis Troya era comerciante de pescado y la mamá ama de casa, que se dedicó a cuidar a los nueve hijos.

“Estaba joven y da la casualidad que una hermana vivía en Sabanas del Valle, en frente de su casa, en el suroccidente de Valledupar. Cada vez que me veía me molestaba, comencé a cogerle pique y más pique pero se ganó el afecto de mis padres. Ese no era el tipo de hombre que quería, pero ese fue el que Dios me mandó y con el que vivo hoy”, contó de manera jocosa.

Miguel Morales en ese entonces no era conocido, cantaba, pero no tenía un grupo musical organizado, sino que era chef en un hotel de la ciudad. Fueron tiempos difíciles porque no poseían casa propia y pagaban arriendo, pero el talento de ‘Migue’ fue abriendo puertas para tener un mejor futuro.

 

En 1983 con el nacimiento del que sería “El rey de la nueva ola”, Kaleth Morales, Nevis Troya comenzó sus primeros pasos de mamá, Viviendo ‘las verdes y las maduras’, porque, “Miguel al estar sin el cargo de chef, trabajaba independiente, cantaba y a veces las cosas no salían bien”.

Miguel tuvo la oportunidad de conformar un grupo musical, con el acordeonero Omar Geles, grupo que llamaron ‘Los Diablitos’, el cual catapultó la carrera artística de ambos. Hoy por caminos distintos; Omar como líder de su agrupación y Miguel sigue cantando pero vinculado a la política, como secretario de cultura municipal.

El primero en heredar esta vena artística fue el hijo mayor, Kaleth, quien a pesar de no contar con la autorización del papá para cantar, demostró la casta con una corta pero exitosa carrera musical.

“El papá no quería que nuestro hijo cantará, porque decía que el medio era muy difícil y que en este ambiente muchos no tienen éxito y si lo alcanzan se pierden”, recordó Nevis.

Como mamá, Nevis Troya apoyó a kaleth, era su alcahueta, porque cada vez que producía música tenía una excusa para explicarle su ausencia a Miguel.

“Cuando salíamos para algún estudio musical u otra cosa respecto a la música siempre decíamos a Miguel que estábamos donde mi mamá o me inventaba otra excusa. En Cartagena también lo llegué acompañar”, confesó.

La relación de madre con Kaleth fue muy similar con sus otros hijos: Kanner, Keyner y Eva Sandrith, basada en el diálogo, respeto y amor. Sin embargo, reconoce que Kaleth mostraba mayor confianza en ella. Hablaban sobre sus composiciones, sus amoríos y proyecciones.

Como amor de madre todas las composiciones que el hijo le mostraba eran lindas, por eso Kaleth decía “es que tú eres mi mamá, tú todo los ves bonito”.

“Siempre pensé que mi hijo sería grande en lo que decidiera para su vida, fuera médico o músico”.
El 24 de agosto de 2005 Nevis Troya sintió que Dios le envió la peor prueba de su vida, soportar la muerte de su primogénito.

En medio de tanto ruido y cariño manifestado por seguidores de Kaleth, ella tuvo su propio duelo durante un año, regocijándose en la familia.

“Después que Kanner y Keinner siguieron con la música, los acompañé a varios viajes de trabajo, pero de regreso me quería volver loca, porque regresaba con dos y no encontraba el otro. Eso para mí, sin palabras. Me dio durísimo como mamá”, explicó.

“Tuve hasta los 22 años a Kaleth pero hasta donde pude me lo disfrute. No sé por qué existirán tantas madres que se pierden cosas bonitas con los hijos. Espero que Dios me dé larga vida para disfrutar los que tengo”, agregó la mujer hogareña, nacida en Chiriguaná, Cesar, que en las canciones de Kaleth Morales se volvió popular con el saludo: ¡Ay Nevis Troya, mi mamá!

“Siempre pensé que mi hijo sería grande en lo que decidiera para su vida, fuera médico o músico”: Nevis Troya.

 

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