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Macrosomía fetal: el riesgo de no cuidarse durante el embarazo

El bebé se encuentra en UCI neonatal para una evaluación médica. Jaider Santana/ EL PILÓN

Yaredis Bayona de 32 años ingresó a la clínica Integral de Emergencias Laura Daniela el día 12 de julio con dolores de parto, pero lo que no sabía es que iba a dar a luz a su séptimo hijo con macrosomía fetal.

Bayona es oriunda San José de Oriente, corregimiento de La Paz, Cesar, tuvo su primer hijo a los 15 años, todos los nacimientos de sus bebés han sido parto natural al igual que su séptimo hijo, que desarrolló la patología por los excesos alimenticios durante el embarazo.

La macrosomía fetal según los especialistas es el exceso de tamaño de un feto. Si el peso del bebé es superior a cuatro mil gramos se considera demasiado grande, se pueden encontrar fetos macrosómicos en alrededor de un 6-10 % de los embarazos.

Anyela Torres, jefe coordinadora de UCI Neonatal, explicó que el peso normal de un recién nacido es de 3.500 gramos y 47 centímetros. El niño de Yaredis pesó 4.915 gramos y midió 59 centímetros; Torres afirmó que hay varios factores que pueden interactuar para que un feto resulte macrosómico, aunque en muchas ocasiones no se puede determinar una causa directa. Los factores que influyen con mayor frecuencia para que un feto se desarrolle más de lo normal son:

  • Genética: Si un feto tiene un padre o una madre de gran tamaño es de esperar que él haya heredado el mismo tipo de crecimiento.

 

  • Duración del embarazo: El embarazo humano tiene una duración de entre 37 y 40 semanas aproximadamente. En ocasiones el parto se retrasa más de lo previsto por motivos no muy conocidos aún. Podemos considerar que un embarazo se ha alargado en exceso a partir de la semana 42, aunque ya a partir de la semana 40 los controles médicos se incrementan y muchos ginecólogos son partidarios de provocar el parto de forma controlada para proteger a la madre y al feto de riesgos evitables. Uno de estos riesgos es que el feto siga creciendo y ganando peso sin necesidad, lo que puede tener repercusiones negativas en el desarrollo del parto, y ocasionar problemas al bebé más adelante.

 

  • Diabetes materna: En cualquier embarazada que sufra alguno de los tipos de diabetes se producen aumentos de los niveles de glucosa. Los niveles elevados de glucosa también pasan al feto y como consecuencia, se produce un aumento de la insulina fetal para contrarrestar ese exceso de glucosa. Todo iría bien si no fuera porque la insulina tiene un papel muy importante en el crecimiento fetal, del mismo modo que lo tiene la hormona de crecimiento (GH) en los niños; así, cuando aumentan los niveles de insulina, el feto aumenta su ritmo de crecimiento y esto origina frecuentemente casos de macrosomía fetal.

 

  • Ganancia de peso durante el embarazo: Se ha descubierto que hay una relación directa entre las madres que tienen una ganancia de peso demasiado rápida y el riesgo de feto macrosómico. La causa todavía se desconoce pero, una vez más, los factores hormonales deben tener un papel importante.
    Son pocos los casos registrados en el Cesar con estas anomalías en los recién nacidos, hace seis meses en la Clínica Laura Daniela se registro un caso con el mismo síndrome macrosómico pero de menos amplitud.

 

Actualmente al niño de Yaredis se encuentra en UCI practicándoles exámenes para descartar cualquier trastorno metabólico, respiratorio y cardiovascular, mientras que su madre fue dada de alta debido a que no presentó ninguna complicación durante ni después del parto.

 

Por Sara Maestre

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Periodista: