En la Colección General de Mapas que conserva el Archivo Central e Histórico de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá reposa un mapa dibujado en 1928 –año de la masacre de las bananeras– por encargo de la United Fruit Company, en el que se ve la ubicación de una hacienda llamada Macondo.
A partir de ese mapa, en la ‘Historia detrás de las cosas’, miniserie producida por Televisión UNAL, se hace un repaso de lo que significó esta compañía en la historia del país y en la obra nobel de nuestra literatura, Cien años de soledad.
LA UNITED FRUIT COMPANY EN LA NIÑEZ DE GABO
El historiador de la UNAL Nicolás Pernett explica que “la Aracataca donde Gabo fue niño y creció estaba en la zona de influencia de la United Fruit Company, empresa bananera que desde comienzos del siglo XX funcionaba en la región del Magdalena y en otros lugares del Caribe y de Centroamérica”.
“Era una multinacional que controlaba buena parte de la vida de estos pueblos en las regiones bananeras de la época; tanto así, que en Centroamérica la llamaban ‘la mamita United’ por el poder que ejercía, y que no era solo económico”.
EL MAPA
Por su parte, Sebastián Díaz Ángel, historiador de la UNAL e investigador del Departamento de Historia de la Universidad de Cornell, señala que “conozco del hallazgo del mapa por un artículo de la profesora Anna-Telse Jagdmann, de la Universidad de los Andes, en el que, de alguna manera, ella reproduce su diario de campo y las impresiones que tuvo al encontrarse con dicho documento”.
“Ese mapa en sí es relevante porque permite apreciar la mirada que tenía la multinacional sobre el territorio en el mismo año en que se produjo la masacre de las bananeras. El documento permite apreciar cómo la compañía estaba jerarquizando, clasificando y definiendo ese territorio”.
EL ORIGEN DEL NOMBRE MACONDO
Aunque se cree que el nombre Macondo es una invención de García Márquez, es muy probable que su origen se remonte a un recuerdo de infancia del escritor.
El historiador Pernett señala que “durante mucho tiempo se especuló sobre el origen de esta palabra. Las investigaciones de muchos académicos fueron encontrando que macondo es un árbol de origen africano, que no ofrece flor ni fruto, y también es un juego con dados de la costa Caribe colombiana, en el que uno de los dados era el árbol de macondo”.
Agrega que “aunque se pensaba que García Márquez se había inspirado en el árbol por ese juego, él mismo reveló en 2002 que el nombre se le apareció en un viaje por tren cuando era un niño que apenas empezada a leer, y se escondió en algún lugar de su memoria”.
En el capítulo inicial de su libro de memorias, precisó que en febrero de 1950 “el tren hizo una parada en una estación sin pueblo, y poco después pasó frente a la única finca bananera del camino que tenía el nombre escrito en el portal: Macondo. Esta palabra me había llamado la atención desde los primeros viajes con mi abuelo, pero solo de adulto descubrí que me gustaba su resonancia poética. Nunca lo escuché a nadie ni me pregunté siquiera qué significaba”.
El investigador Díaz agrega que “además de la finca, Macondo corresponde a un sector donde están los canales de riego específicos de las hileras de la plantación de plátano, al lado hay un bosque que en el mapa se denomina Macondo Woodland y que es atravesado por una línea de ferrocarril”.
“Todo el sector forma parte de un distrito más grande, lo cual evidencia que la empresa organizaba el territorio sin correspondencia a como lo determina el Estado colombiano”.
“Esto es lo interesante de los mapas, que, aunque parecen mostrar retazos de la realidad, son solo la muestra de cómo entendían el espacio quienes los elaboraban”.
LA COMPAÑÍA PRESENTE EN LAS OBRAS DE GARCÍA MÁRQUEZ
La United Fruit Company aparece en varias obras del único Premio Nobel de Literatura colombiano. “Por ejemplo en La hojarasca, era como se les llamaba a los trabajadores que llegaban migrando a la región; después en Cien años de soledad, aunque se hace referencia a la huelga y la masacre de las bananeras, en realidad se narra desde cómo llegó la compañía, las dinámicas de trabajo y cómo vivían los trabajadores”, concluye.
REDACCIÓN /EL PILÓN