“Mi vida me la critican, porque yo soy parrandero
Y a pesar de todo esto, soy hombre de obligación
Deben tener en cuenta de que esta es mi profesión
Y si hay una parranda mis traguitos me los pego”.
Los acordeones, las parrandas y el folclor en general se encuentran de luto, ayer, siendo las 4:30 de la madrugada falleció, víctima de una complicación renal, José Vicente Munive Rondón. Uno de los músicos más completos que, según los conocedores, ha dado el género vallenato.
Considerado por muchos como el último juglar de la música vallenata. ‘Chente’ Munive falleció a los 73 años, a consecuencia de una complicación en los riñonespor la que se le realizaba diálisis desde hacía cuatro meses.
Un tratamiento doloroso que según sus familiares y allegados, menguó el espíritu festivo y dicharachero que siempre caracterizó al ‘Hombre parrandero’.
Los Amores de ‘Chente’
Durante su vida, este juglar, tuvo varios amores: la música, las mujeres, sus hijos y el campo. Musicalmente, hay mucho por decir de este artista.
Era conocido ampliamente como el rey del merengue. Su repertorio está compuesto por piezas musicales como ‘El Merenguito’, ‘El Hombre Parrandero’, ‘Dina López’, ‘Rebequita’, ‘El Cambio’, ‘La Escoba Nueva’, ‘Brisa Veranera’, ‘La Camioneta’, y muchísimas canciones más.Siempre con una marcada tendencia hacia los merengues que fueron éxitos en la interpretación de Los Playoneros del Cesar, El Binomio de Oro, Jorge Oñate con los Hermanos López, Los Hermanos Zuleta Poncho y Emilianito, Diomedes Díaz con su diferentes acordeoneros, Miguel Herrera con Raúl‘El Chiche’Martínez y muchos grupos de actualidad, que le grabaron sus canciones a pesar que no fue un compositor dado a llevarle sus temas a los intérpretes. Por lo general y como se acostumbraba, los cantantes lo buscaban para grabarle; una creencia que sostuvo hasta el día de su muerte. Para él, los cantantes eran los que debían buscar a los compositores para las canciones.
Además de la música, el corazón de Munive siempre fue, primero para las mujeres y después para sus hijos. Tanto así que en sus años de juventud, cuando recibió sus primeros sueldos en una finca cercanaa su natal Guacoche,se compró un caballo para poder hacer sus acostumbradas visitas a las jovencitas de la zona.
Para nadie es un secreto que desde muy joven fue conquistador y enamorador.
Munive tuvo muchos amores, de los cuales tres marcaron su historia.
Zunilda su primer gran amor, es la madre de sus dos primeras hijas en Guacoche y el motivo que inspiró muchas de sus canciones.
Después siguió Carmen, madre de sus últimos cuatro hijos con quien se radicó al norte de Valledupar en el corregimiento de La Mina.
Allí formalizaron un hogar estable y tuvieron a su único hijo varón a quien Bautizó Náfer, hay quienes dicen que lo hizo en honor al reconocido acordeonero, hermano del primer Rey Vallenato, Alejo Durán.
Son muchas las canciones que le hizo a Carmen, la más conocida dice: “Carmen no deja de contrariarme no sé, porqué razón, no quiere que yo vaya a la calle ni que yo tome ron”.
Para sus allegados y familiares, Carmen fue una ejemplar mujer que vivió al lado de Munive los últimos años. Su sencillez siempre fue admirable, tanto que para sus hijas era consciente que su marido no era solo de ella, por eso cuando lo requerían en La Mina y no estaba,ella contestaba con tranquilidad: “él debe estar en Guacoche donde tiene otra mujer”.
Edilma Castilla es la última dama de este picaflor. Con ella vivió hasta hace unos días en Guacoche, y a quién le compuso la canción ‘Nube veranera’éxito interpretado por Poncho Zuleta.
Esa ala que el músico describe como una flor, que estaba afligida y mal tratada del verano. Una definición que entre lágrimas, ‘la musa del poeta’ recordó durante el velorio y aclaró “eso decía él pero yo estaba era vigente por algo se enamoró de mí”.
La última de sus pasiones fue el campo. Una vocación que supo combinar con la música y con la que creció física y emocionalmente.
En sus épocas de juventud fue jornalero de fincas en la región como 'Tierra Grata' de Manuel Enrique Morón y 'La Dorada' de Bernardo Cuello. Sus allegados cuentan que con sus ahorros del trabajo y ganancias en las parrandas que alegró con su presencia, adquirió una pequeña parcela en el corregimiento de La Mina.
Recuerdos y homenajes a Munive
Son muchas las canciones, anécdotas y vivencias que deja este juglar que dio vida y gloria al folclor y la música vallenata. Por eso, los conocedores del folclor, aseguran que todos los festivales deberían hacerle un homenaje a este músico.
Para Diego Argote, quien hace parte del Festival de la Tinaja en Guacoche, dijo que los organizadores de estas fiestas, están en deuda con el importante músico, debido a que en 11 años de festival nunca fue homenajeado, “a diferencia de muchos que nada han tenido que ver con esta comunidad”, explicó el paisano del artista.
Por otra parte, Antonio María Araújo Calderón, presidente de la Fundación Festival Voces y Canciones de La Paz, dijo que la próxima versión del festival de ese municipio será en honor a este último juglar.Además recuerda que en este pueblo cesarense, Munive tuvo muchas historias y amigos a quienes también hizo parte de su repertorio:
“Yo voy el cuatro de octubre pa` La Paz y tengo que complacer a Dina López y allá en la casa de Santa voy a canta un merengue que todavía no se conoce”.
Figuras auténticas
Por medio de un comunicado de prensa, la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata lamentó el deceso del juglar José Vicente Munive Rondón, a quien llamó como una de las grandes figuras de la auténtica música vallenata, especialmente dedicado a interpretar el acordeón, componer y cantar el aire de merengue.
De igual forma reconoció el trabajo realizado por ‘Chente’ Munive, quien pese a su estirpe campesina, sus cantos sobresalieron en destacados cantantes de la música vallenata, entre ellos: Jorge Oñate, Diomedes Díaz, Poncho Zuleta, Iván Villazón y Farid Ortiz, entre otros, y la primera canción que llegó al acetato fue ‘El merenguito’, por parte de Los Playoneros del Cesar, en la Voz de Wicho Sánchez Molina.
El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araújo, dijo que “se despide de la vida un inigualable juglar que predicó con su manera noble, grata y auténtica de ser y además que a cada acontecimiento de su vida lo premió con una canción. Era de esos seres extraordinarios por su talento y calidad humana y que deja su impronta a través de sus canciones inmortales”.
Jacobo Solano, escritor:
La muerte de ‘Chente’ Munive es una pérdida irreparable para el folclor vallenato, porque representaba la pureza auténtica del juglar, ese músico errante brotado del campo y que tenía una nota muy vallenata y tradicional.
Era un hombre sencillo, humilde y un gran músico, componía y su gran espacialidad fue el merengue, deja un inmenso legado para las nuevas generaciones, en tiempos que el vallenato atraviesa una transición que tiene preocupado a muchos por la baja calidad de la interpretación de los acordeoneros y el poco arraigo de los compositores.
Compartí mucho con él para la primera edición de mi libro Juglares Contemporáneos y me di cuenta de que era un hombre parrandero que vivió para la música vallenata.
Alberto ‘Beto’ Murgas exdirector de SAYCO:
Si algo sobresalía de ‘Chente’ Munive era su nobleza y sencillez. Siempre fue un hombre muy inteligente y apasionado por la música y las mujeres.
Como era mayor que nosotros siempre supo darnos buenos consejos y ante los problemas de la vida, trataba de poner la mejor cara…
Amaba los animales, las gallinas, las vacas, los chivos; el campo en general, era un amante acérrimo de su tierra y de su finca, además de Guacoche que fue su puerto principal.
Napoleón Morón, amigo:
Nos conocíamos desde siempre, el creció en una de las fincas de mi familia, y allí creció su gusto por la música.Siempre lo recordaré como mi compadre y amigo, además de mi compañero de parrandas.
Desde jóvenes agarrábamos los caballos de la finca y con acordeón al hombro nos íbamos a beber y a disfrutar de la vida de ese entonces.
Recuerdo que la última visita que le hice ya lo vi algo cansado, eso fue hace unos dos o tres meses, en esa oportunidad y con el esfuerzo que hizo por su cariño hacia mí, tocó tres canciones y me dijo que estaba cansado, que ya no podía tocar más”.
José Munive,sobrino:
“Lo que más recuerdo de mi tío es la humildad. Una virtud que siempre lo acompañó. Él siempre fue muy alegre, dicharachero, divertido, pero estos últimos meses ya no era igual, esa enfermedad y las diálisis que hacían para tratarlo, fueron debilitando ese espíritu jovial que siempre lo caracterizó.
Por Pepe Morón Reales
Pepe.moron@elpilon.com.co