Me satisfizo, quedé contento como cesarense, con el nuevo gabinete ministerial, al igual que el Gobernador Monsalvo que trinó haciendo pública su alegría, especialmente con la ratificación del antioqueño-vallenato Luis Felipe Henao en el Ministerio de la Vivienda; a los parlamentarios nuestros casi no se les ve, tienen poca imagen y no se les oye, no tienen voz como sucede a veces en los televisores y ni siquiera se pronuncian en el tema de la elección del nuevo Contralor, en donde aparece, con muchos quilates de peso el exprocurador Edgardo Maya Villazón y lo que se dice es que la mayoría está en contra de esa justa y merecida aspiración, cuando debería ser todo lo contrario. ¿Tendrán los otros dos aspirantes contradictores u opositores dentro de su mismo departamento? Si los tienen, no es un buen ejemplo a seguir, lo correcto, es que cierren flas alrededor de Edgardo, que con virtudes y defectos porque es humano, es el que más le conviene al Cesar, olvidándose de odios viejos, rencillas eternas, enfrentamientos permanentes y haciendo un pare en el camino y comenzando una nueva vida sin mirar por el espejo retrovisor; hay que cortar de un solo machetazo el rencor y la fea venganza e iniciar un nuevo periplo lleno de fraternidad.
A mí en especial me gustó la ratificación de Luis Felipe en el Ministerio, principalmente porque él es un miembro por afinidad de la familia Aponte, ya que es el esposo de Luz Estela Murgas Maya, la pechichona de Toño Murgas Aponte y Lely Maya, vallenata raizal, nieta de la sandiegana Perfecta Murgas, nombre muy bien puesto, pues tenía pocos defectos y muchas virtudes y a quien jamás olvidaré y siempre recordaré con inmenso cariño y gratitud y Nicida Calderón ejemplo de trabajo, sacrificio y perseverancia y como sé que algunos me van a reclamar y para no incurrir en el error por la omisión, descendiente también de mi tío Pedro Nel Aponte y del Doctor Leonardo Maya Brugés; pero también porque sé lo que el Doctor Henao quiere a esta tierra, como si fuera su Antioquia querida, ya que da gusto verlo en la puerta de la casa, privilegio vallenato, como un parroquiano más departiendo amigablemente con amigos y familiares, en ropa informal y liviana para calmar y mitigar los azotes de este clima que a los cachacos les da duro, acompañado de Felipillo, su hijo, un bello niño cachaco costeño con los cachetes coloraos, que cuando viene a vacaciones no se quiere ir, porque el Valle es el mejor vividero del mundo hasta para los niños.
Esperamos que Luis Felipe nos siga representando como hasta ahora lo ha hecho, con lujo y en demasía y de la mano del Gobernador Monsalvo y de su buen amigo el Alcalde Freddys Socarras continúen haciendo grandes inversiones a lo largo y ancho del Cesar, construyendo casas a trocha y mochi y acueductos y alcantarillados donde se necesite.
Para decir algo de Toño Murgas y Lely, se necesita mucho espacio, y no lo hay, por eso no digo nada y solo le pido a Dios que Toño salga bien de la operación de vesícula, porque eso no es complicado, ahora es como “soplá y hacé botella” y hasta con los ojos tapaos la hacen los especialistas.
Por José Aponte