El lunes 12 de junio publicamos un análisis del experto en desarrollo humano, el vallenato Fernando Herrera, en el cual aseguraba que se apreciaba “a todas luces un grave deterioro de la seguridad ciudadana en el departamento del Cesar y en su capital”, afirmación que hizo con base en los datos publicados por el Centro de Estudios Politicos y Socioculturales del Caribe (www.cepsca.org), que dan cuenta sobre el número de homicidios en los departamentos del Caribe colombiano y en sus capitales en los primeros cinco meses de 2016 y 2017.
Este análisis indicaba que los homicidios han subido un 50 % en el Cesar y un 25 % en Valledupar. Y en ese mismo informe hizo unas recomendaciones y observaciones a las autoridades. Con el homicidio ocurrido ayer en pleno centro de la ciudad, donde infortunadamente un hombre identificado como Jorge Corredor murió víctima de los disparos que dos delincuentes le propinaron cuando intentaban atracarlo, la situación sigue empeorando.
El crimen dejó a los vallenatos en estado de alerta. Ya se percibía un ambiente de desconfianza, de temor e inseguridad, debido a los hechos delictivos que a diario ocurren en la ciudad, en todas las comunas, en todos los barrios, en todos los estratos. Los vallenatos se sienten inseguros, piden a gritos más acciones de la Policía Nacional, le exigen al alcalde Augusto Ramírez que también exija al recién posesionado comandante de la Policía Cesar, Mauricio Pedraza Rocha, más resultados.
Que atraquen y asesinen a un ciudadano a dos cuadras de la Alcaldía Municipal, en una zona comercial, concurrida, por donde se supone que no deben circular motocicletas, en una ciudad donde está prohibido el parrillero hombre mayor de 14 años, deja mal paradas a las autoridades. Con este homicidio se rebosó la copa de la seguridad. ¿Por qué la Policía no ha podido hacer cumplir los decretos? ¿Por qué circulan por toda la ciudad motocicletas con dos hombres? Se pasean como Pedro por su casa, incluso en las narices de las autoridades y no pasa nada.
Es de conocimiento público que la inseguridad es un flagelo que azota a todo el país, que existen múltiples factores (pobreza, desempleo, inmigrantes), pero también es conocido que en Valledupar ha faltado mayor esfuerzo de la autoridad, comenzando por el alcalde Ramírez que es el comandante de la Policía Nacional. En estos momentos no pueden ser suaves, ni tibios, deben afirmarse y ejercer la autoridad que constitucionalmente tienen.
Ya no deben existir más excusas, los vallenatos necesitan recobrar la tranquilidad, la seguridad, y sobre todo la convivencia.
Que este lamentable hecho, que tiene a una familia de duelo, sea el motivo que los haga reaccionar. Apliquen la ley, apóyense más en el Ejército Nacional, que salga permanentemente a las calles a vigilar, que desmantelen las casas donde venden drogas en todas las comunas de la ciudad. Ejerzan la autoridad.
La ciudadanía, los vallenatos, los habitantes de Valledupar que encontraron aquí un lugar para vivir, también deben hacer su aporte. Apoyen a las autoridades, denuncien los delitos, entreguen información a las autoridades, y sobre todo, tomen medidas de protección.
El alcalde Ramírez ha entregado herramientas y recursos a la Policía para que haga su labor, la Policía dice que no tiene suficientes hombres para cuidar toda la ciudad y la ciudadanía está asustada. El panorama no es el mejor, pero llegó el momento de obrar.
Terminamos con las recomendaciones de Fernando Herrera: “Lo de pedirle más efectividad a la Policía es sólo una parte. La otra es dónde está la estrategia diseñada, estructurada para combatir la inseguridad. ¿Dónde están los medios, las instrucciones y directrices? ¿Existe una Política Pública de Seguridad Ciudadana? Bogotá es un buen ejemplo, no solo creó una Secretaría de Seguridad Ciudadana, sino que ha generado una opción inteligente de propuestas y estrategias integrales para combatir el delito. No son anuncios solamente, son inversión social, dotación e instrumentos para la Policía, inversión y atención a las zonas más deprimidas. Garrote y zanahoria. No se ven ninguna de las dos en Valledupar”.