Por: Jorge Naim Ruíz.
Hoy continuamos con la serie de narrativas de quienes, según criterio de este humilde servidor, hacen parte de los últimos juglares vallenatos que aún nos componen, cantan y tocan en parrandas el vallenato auténtico, ese que después de casi cien años sigue allí incólume al embate de tantos otros géneros, que siempre pierden la pelea con nuestro gallo.
El juglar de hoy, nació en El Difícil Magdalena, hace ya setenta y un años, hijo del legendario y Rey Vallenato vitalicio Francisco “Pacho” Rada Batista, es considerado como el Rey Vallenato más perseverante, ya que solo ganó el Festival (1993) después de haberse presentado 16 veces y ocupado en 14 oportunidades terceros y segundos puestos en la categoría profesional, además de coronarse Rey en la desaparecida categoría semiprofesional, es de los pocos juglares que logró incursionar en grabaciones de carácter comercial, haciendo pareja musical con vocalistas como Miguel Herrera y Jorge Quiroz, e incluso con su hijo “El Cheche” Rada, aunque hay que decir que para muchos es relativamente joven para considerársele un Juglar, sin embargo a mi juicio si reúne los requisitos para serlo, especialmente por ser un “músico completo” toca, compone, versea y canta, y haber participado de correrías difundiendo los cantos vallenatos.
Rada, se ha coronado Rey Vallenato en muchos festivales del País, entre otros en el Rafael Orozco de Bogotá, Arjona, Bolívar, Carmen de Bolívar, y en el departamento del magdalena en: El Banco, El Difícil, Plato y Fundación, también ha sido dos veces Rey en la categoría primaveras del ayer del Festival Cuna de Acordeones de Villanueva.
En su propio patio lo abordamos y al preguntarle cómo aprendió a tocar acordeón, esto fue lo que nos respondió: “yo aprendí a tocar acordeón viendo tocar a mi papá, Pacho Rada Batista, quien era un hombre muy parrandero, el mismo que compuso El Tigre de la Montaña, Abraham con la Botella, La Lira Plateña, cuando mi papá salía yo le cogía los acordeones escondío, una vez estábamos en una finca que mi papá estaba tocando un cumpleaños y todos se fueron a almorzar y yo cogí el acordeón y le di la sorpresa porque él no tenía ni idea de que yo a esa edad de 8 años tocaba el acordeón, entonces cuando él me vio tocando me pregunto usted donde aprendió y yo me puse fue a llorar, porque le tenía mucho respeto al viejo Pacho”.
“Hoy en día mis hijos tocan, cantan y componen e incluso tengo dos nietos que tocan acordeón, es decir los Rada ya hemos conformado una dinastía en esto de la música vallenata”
Entre las anécdotas que nos contó “El Gallo Negro”, como el mismo “Beto” se hizo llamar en épocas de participante en el Festival, se encuentra aquella que le ocurrió cuando tocaba con Miguel Herrera: “Nos mandaron a llamar para tocar una fiesta en la población de Carreto Magdalena y llegamos al pueblo al que se le notaba mucho movimiento y aglomeración de gente, estábamos convencidos que este tumulto se debía a nuestra llegada y preguntamos por qué tanta algarabía, nos comentaron que se había muerto – precisamente- el señor que nos había contratado, el cual era una persona muy respetable y apreciada en toda la región, imagínese compa que nos ha tocado casi recoger limosna para devolvernos”
“Yo alcancé a recorrer en burro todos esos pueblos, como Chivolo, San Ángel, Plato, Santa Ana, Pijiño y le daban a uno unos poquitos pesos, pero era plata que rendía y yo conté siempre con un buen nombre como músico, la gente decía ese pelaíto si toca y me contrataban, lo que recogíamos se lo llevábamos a mi mamá, para la comida.”
Estábamos convencidos de que “Beto” Rada era como la gran mayoría de Juglares, parrandero y mujeriego; sin embargo, nos llevamos una sorpresa al preguntarle por sus mujeres y sus hijos, esto nos respondió: “Yo me enamoré muy joven, y también se enamoraron de mí, cuando apenas tenía quince años, fui a toca una parranda en El Difícil, y eso fue amor a primera vista, conocí a María del Socorro Andrade y me la llevé de una y es la misma mujer con la que he tenido mis ocho (8) hijos, vivo con ella felizmente hace 56 años”
Le preguntamos cómo le ha ido en su condición de compositor y esto nos dijo: “Hombe, yo no me puedo quejar a mí me han grabado muchas canciones, el mismo Diomedes me grabó dos temas La Inconforme y Acércate a mí, Farid Ortiz me grabó varias, el negrito Osorio, Emilio Oviedo, son muchas las canciones mías que se han llevado al acetato”.
Fue mucho la que conversamos con “El Gallo Negro”; sin embargo, por cuestiones de espacio, solo podemos publicar estos fragmentos, todo esto hace parte del documental anunciado que hemos titulado “Los últimos Juglares”.
COLOFON: No tengo duda alguna sobre el éxito de la versión 45 del Festival de la Leyenda Vallenata, todo indica que la cultura caribe seguirá demostrando por qué ostentamos ese lugar de privilegio en Colombia.
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