Muchos padres han escuchado llorar de manera inconsolable a sus bebés sin encontrar una explicación aparente. En algunas ocasiones, este llanto puede ser consecuencia de algunos trastornos digestivos leves como estreñimiento, alteración en la digestión y absorción de algún nutriente, diarrea, regurgitación, vómito y cólicos del lactante, entre otros. Estos trastornos generalmente se expresan a través de llanto e irritabilidad por lo que representa una fuente importante de estrés para los papás quienes consultan frecuentemente a los médicos.
Cuando su bebé se encuentre en esta condición “antes de administrar cualquier medicamento es de vital importancia consultar con el especialista, quien podrá identificar si se trata de un trastorno leve o si requiere descartarse alguna enfermedad”, asegura Wilson Daza, gastroenterólogo y nutriólogo pediatra.
Estas molestias se manifiestan con llanto inconsolable, irritabilidad, distensión de la barriguita, gases excesivos, vómitos, regurgitación escurrimiento de leche por los lados de la boca, diarreas, colita quemada, estreñimiento, entre otros.
Ante estas señales los padres deben saber que los trastornos digestivos leves, son normales y muy frecuentes. El 40% de los bebés, independientemente si se alimentan con leche materna o con fórmulas infantiles, sufre de molestias digestivas durante el primer año de vida, especialmente el cólico del lactante, que es la afección de mayor reto para el bebé, la familia y el médico durante los primeros 4 meses de vida.
Los trastornos digestivos leves en los bebés, se deben a una falta de madurez y de desarrollo de su sistema digestivo, lo que es totalmente normal. En el caso de los cólicos, generalmente ocurren por una alteración de la flora intestinal, porque hay menor cantidad de bacterias saludables como el Lactobacilo Reuteri (L Reuteri).
El L Reuteri es una bacteria que se encuentra presente de manera natural en la leche materna, es capaz de permanecer vivo y activo en la luz del intestino y asimismo pegarse adecuadamente a las paredes del intestino del bebé y de los niños pequeños para ejercer múltiples funciones como: estimular los movimientos del intestino, disminuir la inflamación del intestino, estimular el vaciamiento del estómago, entre otras funciones del aparato digestivo.
Es por esto, la importancia de la alimentación con leche materna que le proporciona al niño de manera natural esta bacteria para el funcionamiento de la digestión.
Los padres deben tener presente que la leche materna como alimento exclusivo en los primeros 6 meses de vida es el único alimento capaz de cubrir todos los requerimientos nutricionales del bebé. Es por esto que la lactancia es tan importante el desarrollo y crecimiento de su hijo. Algunos expertos recomiendan continuar la lactancia materna hasta los dos años de vida, acompañándola con una adecuada alimentación complementaria, afirma el doctor Daza.
Ante cualquier duda sobre estas manifestaciones en su hijo, debe acudir al especialista y consultarle sobre cómo debe actuar. Lo primero siempre debe ser pensar en el bienestar del recién nacido.
Por Jennifer Chacón Castellar
jennifer.chacon@elpilon.com.co