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Los traspiés de la Ruta del Sol

Hace pocos días el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, solicitó al presidente de la República, Juan Manuel Santos, que buscaran juntos una solución para no dejar desamparadas a las comunidades que viven en su mayoría del comercio informal que realizan sobre la Troncal de Oriente (San Alberto-Bosconia-El Copey) y Valledupar-Bosconia, las que pronto serán desplazadas por la construcción de la Ruta del Sol.

Sin duda este es un problema que deben atender como gobernantes porque muchos de estos pequeños poblados, que hacen parte de los nueve municipios cesarenses por donde pasa el gran proyecto vial, quedarán alejados de la vía principal y sin oportunidades de trabajo. Pero no es solamente en este asunto donde radica el problema, sino que se extiende a otros aspectos, de pronto más importantes, y que el mandatario departamental también debe liderar para hallar salida, como son los retrasos que tiene la Ruta del Sol por las demoras en la realización de las consultas previas con comunidades indígenas y afrodescendientes en nuestro territorio, los líos prediales con algunos terrenos y la seguridad vial en los tramos que están en construcción.

En un foro realizado el año pasado en el municipio de Bosconia sobre los avances de la construcción de la Ruta del Sol, el director de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón, expresó su preocupación por los retrasos de la concesionaria Yuma para tramitar de manera ágil las licencias ambientales ante la autoridad pertinente (ANLA), y lo mismo hizo el ex director del Inco, Álvaro José Soto, al referirse a las más de ocho consultas previas con comunidades asentadas por donde pasa la Ruta.

Este macroproyecto vial que genera desarrollo por donde pasa, incluido el Cesar, debe solucionar sus problemas de licencias ambientales, cosa que no es fácil, y a su vez debe establecer con las comunidades impactadas directamente una relación amigable que saque adelante la construcción. EL PILÓN conoce que los peritos de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) ya han visitado las poblaciones afectadas, mientras que los consorcios respectivos, tanto en el sur como en el norte del departamento, también han hecho su parte.

Los traspiés de la Ruta del Sol deben superarse, sin darle más largas al asunto. Los cesarenses deben saber cómo va el proyecto, qué tan adelantado o atrasado está. Las comunidades deben apoyar y no detener el proyecto y el gobernador Monsalvo, los nueve alcaldes de los municipios beneficiados, los gremios y los congresistas cesarenses deben empujar hacía el mismo lado. Y por su parte los concesionarios deben velar para que la seguridad vial en los tramos en construcción sea la mejor y no esté en manos de personas que juegan con la vida de los conductores, como sucede de manera frecuente en la vía Valledupar-Bosconia.

 

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