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Los ríos se secan: ¿y el nuestro?

El Mississippi es a los Estados Unidos, lo que el Magdalena a Colombia. También representan dos mundos culturales de afrodescendientes trabajadores de la tierra, originalmente esclavos, y que dieron origen a extraordinarios géneros musicales como el jazz y el ‘vallenato bajero’. 

El pasado 10 de septiembre, Jacobo Solano escribió su columna en este diario sobre “un recorrido por el río Po’, sobre la emblemática arteria italiana:

“El Po hoy por los efectos de la sequía que atraviesa el país y en el pasado verano declaró el estado de emergencia para las zonas que rodean al río debido al caudal, el nivel de agua es tan bajo que ha sido necesario crear unas barreras de arena con el fin de recoger el agua restante para que las bombas de drenaje puedan utilizarla en el riego de los cultivos. Este río representa más de un tercio de la producción agrícola del país en 30.000 km2 a la redonda, la mayor superficie cultivada de Italia…” sostiene Solano.

“Esto ha impedido que se llenen los lagos, crucial para mantener el caudal. Las consecuencias también se han percibido en lo que respecta al agua potable, se han impuesto restricciones al agua en más de 100 municipios de la región de Emilia Romaña y Lombardía”.

Y nos manda una importante reflexión. “Lo que está pasando en el Po debe ponernos a pensar en los departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena porque todo está interconectado y cada proceso de afectación es una experiencia para tomar medidas. Cada paso que daba recordaba lo importante que es nuestra gran Sierra Nevada de Santa Marta y las razones para cuidarla, la biodiversidad que alberga, además de ser una fábrica de agua permanente que genera lluvias constantes y de donde descienden 35 ríos importantes que suministran agua a nuestra región para crear vida […]”. 

¿Es posible que el río Guatapurí se seque? ¿Cómo evitarlo? ¿Y cómo evitar que el agua para nuestra población no se afecte por una inesperada situación de sequía?

La ministra de Medio Ambiente Susana  Muhamad expresó su preocupación sobre el denominado cambio climático: “después de la Niña, viene el Niño y esas son las paradojas que vamos a tener con el clima, un año estaremos con el agua al cuello inundados y en cuestión de uno a tres años después en sequía, entonces hay que pensar en la adaptación en términos de cómo hacemos para recoger agua en los momentos en donde hay exceso y tenerla para después’ dijo Muhamad al Heraldo” (El Tiempo, 4 septiembre de 2022) . ¿Cómo vamos a almacenar el agua del río y de las lluvias para aprovecharla en los veranos?

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