El Fondo Monetario Internacional publicó esta semana un informe sobre las perspectivas de crecimiento de las economías de América Latina y el Caribe para 2010 y 2011. En el mismo se estima un crecimiento del 4% por ciento para la región en 2010, impulsado principalmente por Brasil y Perú, pero con un peso negativo de Venezuela y las islas del Caribe.
En medio de lo extensa y profunda que ha sido la crisis tan profunda que vive aún la economía mundial, esta cifra promedio para América Latina es considerada buena para algunos expertos. Se estima que la economía global podría crecer 4,2 por ciento en 2010, más de lo previsto a comienzos de este año, impulsada por la fuerza de la economía de la China y otros países en desarrollo.
Augusto de la Torre, economista principal del BM para Latinoamérica y el Caribe, considera que los latinoamericanos debemos estar satisfechos de que el desempeño de la región en la crisis fue mucho mejor de lo esperado y además los costos en cuanto a desempleo y salarios reales fueron menores que en crisis anteriores.
Tanto el Banco Mundial como el FMI afirman que los países emergentes y en desarrollo han tenido una recuperación mucho más sólida y rápida que las naciones más avanzadas, para las cuales el FMI proyecta un crecimiento de 2,3% en el 2010 y 2,4% en el 2011.
Y en efecto, en América Latina esa recuperación la lideran Brasil, Perú, Chile, México y Panamá. Los países cuyas economías “palpitan” con China. Es el caso de Brasil, Perú y Chile; y para estos países, el economista del BM pronostica crecimientos por encima del 4% regional.
No sólo las exportaciones e importaciones con China afectan el desarrollo positivo de estos países, sino también el peso que tiene el gigante asiático en el mercado de las riquezas naturales.
Perú está nuevamente a la cabeza de las proyecciones de crecimiento en la región, el mismo puesto que ocupó en los pronósticos del FMI en el 2009. Esta vez, el organismo multilateral espera que la economía del país crezca a 6,3% en lo que queda de año y 6% para el 2011.
A pesar del devastador terremoto que sacudió a Chile en febrero, el FMI considera que los esfuerzos de reconstrucción, un aumento en el precio de las materias primas y políticas acomodaticias harán que crezca a 4,7% este año, con 6% proyectado para el 2011.
El FMI espera que México lidere la lista de recuperación con un 4,2% para el cierre del año y 4,5% para el 2011, impulsado por una mejora en la situación económica de Estados Unidos. En el 2009, el país tuvo -6,5% de crecimiento.
A pesar de esos signos positivos, señalados anteriormente, la recuperación en la región será desigual e incluso habrá economías en retroceso. La economía venezolana permanecerá en terreno negativo afectada por la crisis eléctrica y la caída de la producción y actividad privada.
El Banco Mundial coloca a Venezuela en la cola de la región, con un retroceso del PIB real en torno al -2% en el 2010, aunque con un crecimiento positivo de cerca de 1,5% en el 2011.
Para Colombia, insistimos, la economía tendrá un modesto 2,2% en 2010 y se proyecta que crecerá 4% en el 2011. El Banco Mundial coloca al país, al lado de Argentina, Bolivia, Costa Rica, República Dominicana, Uruguay y Paraguay con crecimientos promedios o inferiores al de la región.
Colombia no fue inmune a la crisis internacional, como al principio consideró el gobierno del Presidente Uribe, pero tampoco fue la debacle y el país logró sobreaguar la situación de una manera aceptable y así lo destacan organismos como el FMI y también el Banco Mundial que reconocen la nuestra una economía sana y bien administrada, a pesar de algunas críticas puntuales que desde estas mismas páginas hemos registrado.
No obstante, en el caso de Colombia esas cifras de crecimiento no son alentadoras y deberían ser motivo de reflexión y discusión en el país, a la luz de la campaña presidencial que se desarrollo con miras a escoger a quien gobernará Colombia a partir del próximo 7 de agosto. El país requiere lograr tasas de crecimiento económico más altas para poder reducir la pobreza extrema de buena parte de su población, generar más empleo y bienestar para todos los colombianos.