Esta semana EL PILÓN divulgó –primero en la web y luego en el impreso – que el Cesar fue uno de los seis departamentos que no lograron captar recursos de regalías para proyectos de Ciencia y Tecnología. Falta de gestión de la Gobernación de Luis Alberto Monsalvo sin duda alguna.
Este gobierno ha sido bastante diligente en la promoción y cristalización del proyecto de la sede Caribe Territorial de la Universidad Nacional de Colombia, que fue aprobado por el OCAD Regional y será construida en el municipio de La Paz. Pero ese no puede ser el único esfuerzo que haga un gobernante por la ciencia y la tecnología.
En nuestro departamento todo está por hacerse en ese frente y lo que la Gobernación debería hacer es tener una política para fortalecer la ciencia y la tecnología desde las universidades y el sector privado.
La UPC y las universidades privadas deberían estar creando más proyectos de investigación para acceder a través de la Gobernación del Cesar a estos recursos. Pero estas universidades asentadas en Valledupar y demás municipios no se destacan por su calidad o por su interés en la ciencia.
Son meramente “graduadores” de profesionales, que despachan jóvenes al mercado laboral sin mayor formación en metodología científica. En buena hora llega la Nacional a ponerles competencia a esas universidades, para ver si por fin se pellizcan y empiezan a hacer educación y ciencia de calidad.
Creemos entonces que el no haber logrado esos recursos de regalías para el Cesar no es solo responsabilidad del Gobernador y el equipo de Planeación liderado por Federico Martínez Daza, que ha logrado jalonar recursos importantes para otros proyectos.
También es una culpa compartida con las universidades cesarenses que no son lo suficientemente activas y prolíficas en la investigación científica. La ausencia de una sólida comunidad científica tiene que haber influido en que la Gobernación no fuera tan eficaz ni eficiente. Y el sector privado también tiene su cuota de responsabilidad.
El nuestro es un sector privado basado en la minería y el sector agropecuario, sectores que no necesariamente son intensivos en ciencia y tecnología, de la forma como se hace aquí. Otra hubiese sido la historia en ese OCAD, si los ganaderos y los agricultores del Cesar hubiesen planteado algún proyecto para investigar las potencialidades de frutas y verduras, o el desarrollo genético del ganado.
Pero no, aquí todo se quiere hacer sin conocimiento, con la ley del mínimo esfuerzo intelectual. Ahí están los resultados.
El Departamento y Valledupar tienen que prepararse para un futuro no muy lejano donde no habrá minería de carbón. Y eso es lo que está jalonando la economía en el sector servicios, comercio y construcción. Sin la minería, ¿qué será de esta región? Y para prepararnos para el futuro, debemos empezar por invertir muy fuertemente en educación, ciencia y tecnología, para ir encontrando sectores económicos sofisticados y competitivos a nivel mundial.