Gamarra y Bosconia son los municipios con mejor localización para el transporte, ahora llamado la logística, en nuestro departamento. Sabemos que en Bosconia se construirá una gran circunvalación y que se han presentado dos alternativas de Puertos Secos en su cabecera municipal: uno en salida hacia Barranquilla y otro en salida hacia Bucaramanga. Los podríamos llamar secos en razón de que son una infraestructura terrestre de servicios, bodegas, oficinas, almacenes y hasta alojamientos en función y para la necesidad de la logística.
En Gamarra el fenómeno es otro, pues es una convergencia de 3 redes de transporte próximas a su cabecera tales como el tren y la carretera, el río Magdalena y, el aeropuerto de Aguachica que se encuentra cercano.
Esos 4 modos de transporte, observado su nivel de desarrollo están en obra gris. La Carretera que correspondía a la Ruta del Sol II, que incluyó, complementariamente, la transversal de Ocaña a Gamarra se frustró por el escándalo de corrupción del contratista brasilero Odebrecht. Después de que el Invías contrató unas tareas de mantenimiento, se viene haciendo la estructuración técnica, financiera, ambiental y legal de una nueva concesión de la troncal del Magdalena 530 kilómetros y $3.6 billones para que concluya con sus dobles calzadas el largo trayecto desde Puerto Salgar hasta San Roque y, por varias décadas haga el mantenimiento, recaudo de peajes y preste servicios en la vía.
El inconveniente es que esa estructuración dejó por fuera Aguachica-Gamarra, que incluía una variante para no pasar por la cabecera de aquella. En consecuencia hace necesario que el Invías haga un cabal mejoramiento, por la modalidad de contratación obra pública, e incluya en las narices de la población de Gamarra un distribuidor vial de 4 salidas en el punto en que pasa el ferrocarril. Una hacia Gamarra, otra hacia Aguachica, una a los puertos fluviales del norte (Coal Corp, actualmente en operación; Frontier) y otra a los del sur (Andalucía, del Puerto de Cartagena; OPL, una sociedad santandereana de logística).
El tren está dentro del tramo de Chiriguaná-La Dorada, que ha recibido en los últimos 10 años una inversión de $200 mil millones en rehabilitación, pero que escasamente opera, salvo un contrato temporal que tiene el gobierno con la sociedad Ibines. Se estructura una concesión para que se termine la rehabilitación y se haga el transporte.
El río Magdalena, después del traspié de Navelena, buscará nuevo concesionario. El gobierno lleva dos años estructurando la nueva concesión y se espera que en el 2021 inicie.
Por último, el aeropuerto de Aguachica se convertirá en el terminal regional pero aún faltan las obras civiles de adecuación. El gobierno Santos adelantó la pista y en el actual entró a volar la estatal Satena y se metió el coronavirus.
Entonces Gamarra y sus puertos dependen de obras del gobierno, ahora reforzado por la gobernación y los alcaldes y de 3 macroconcesiones; de la futura recuperación del Catatumbo y de la viabilidad de ‘los pilotos’ del fracking en la zona vecina de Aguachica.