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Los provincianos en Bogotá, cada vez más unidos

Los provincianos del Caribe colombiano residentes en Bogotá permanentemente nos vivimos inventando fórmulas para hacer menos nostálgica nuestra ausencia sentimental, como tituló Rafael Manjarrez el himno del Festival de la Leyenda Vallenata. Es por eso que cada año creamos festivales vallenatos que tienen vida efímera en la capital por falta de patrocinios o apoyos tanto del Estado como de la empresa privada, organizamos constantemente reuniones sociales de colonias de departamentos, ciudades y municipios; en fin, cada día nos acercamos más entre nosotros, tal vez con el único propósito de no dejarnos absorber por la cultura urbana y tratando de resistirnos a los fenómenos globalizadores que amenazan nuestras costumbres y folclor.

Es por eso que el emprendimiento de muchos jóvenes empresarios del Caribe nos han dado la posibilidad de sentirnos en Bogotá como en nuestra propia tierra, creando establecimientos de comercio, que entre otras cosas son muy lucrativos por obvias razones, pero que son como un oasis en esta gran mole de cemento y única metrópolis con más de nueve millones de habitantes que tenemos en nuestro país, la ciudad de las oportunidades, donde todos siempre somos bien recibidos y a la que le debemos muchos, todo lo que somos.

En los últimos años han nacido en Bogotá establecimientos como restaurantes, bares y discotecas en las que verdaderamente uno se siente como en Barranquilla, Santa Marta, Montería, Valledupar o Riohacha, hace rato ya contamos con Gaira fundada por los hermanos Vives; con Matilde Lina, creada por un grupo de inquietos y emprendedores jóvenes vallenatos y por estos días la fiebre de los caribeños que vivimos en la fría capital es un bar, restaurante y museo que recibe el nombre de La Provincia, sitio en el que me he encontrado recientemente con las personalidades más representativas del Caribe en la política, el deporte, la música, mejor dicho La Provincia es ahora en Bogotá el sitio predilecto de los costeños.

Desde que la Unesco declaró al vallenato como patrimonio inmaterial de la humanidad sin duda el emprendimiento de jóvenes del Caribe, como el cesarense Ricardo Quintero Araujo le ha abierto las puertas a otra visión de las cosas que debemos mostrar de nuestra cultura, como tener en un solo lugar las figuras en cera, de peso y talla real de nuestros más emblemáticos personajes como Gabo, Escalona, El Pibe, Rafael Orozco, Diomedes, El Joe, los hermanos Zuleta, amén de una maravillosa y única colección de acordeones, ropa, trofeos y elementos de nuestros más grandes personajes; ojalá continuemos ejecutando este tipo de proyectos para que fácilmente nos podamos encontrar y tertuliar en vivo con personajes como el mejor cajero del mundo Pablito López, quien ahora no sale de este lugar.

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Jorge_Nain: