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Los problemas del balneario Hurtado

El río Guatapurí está perdiendo su belleza por el descuido en sus parques y la maleza que lo rodea.

El río Guatapurí es el mayor atractivo turístico de la capital del Cesar, patrimonio de los vallenatos y de todos los visitantes. El encanto por excelencia de la ciudad es la magia musical de los acordeones y más aún al lado de las aguas heladas del afluente. Sin embargo, su belleza se ha visto afectada por el uso inadecuado por parte de algunos ciudadanos.

La violación al espacio público, la contaminación auditiva, el consumo de alucinógenos, incluso actos sexuales a plena luz del día son algunos de los problemas que preocupan a ciudadanos, visitantes, autoridades locales y a los mismos comerciantes estacionarios que durante más de 30 años han estado en el balneario Hurtado.

El año pasado, la Alcaldía de Valledupar desarrolló operativos de demolición de las terraplenes y retiro de carpas, pero nuevamente los vendedores de comidas y cervezas, han reconstruido sin que las autoridades municipales o ambientales hagan algo frente al tema.

Las terraplenes han sido construidas en el balneario Hurtado, algunos metros antes del antiguo puente colgante y cerca al Pueblito Vallenato, diagonal al monumento de La Sirena, en donde los vendedores instalan sillas y mesas para que los visitantes puedan sentarse con mayor tranquilidad, pero que algunos ciudadanos denuncian como una invasión del espacio público.

En cuanto a los altos niveles de ruido y el consumo de alcohol en el balneario, que son comportamientos sancionables de acuerdo con el código Nacional de Policía, por un valor de 367.000 pesos, la secretaria de Gobierno Municipal, Sandra Cujia Mora, explicó que se le ha dado un manejo especial al tema, teniendo en cuenta que estas acciones giran en torno a componentes culturales.

“La ley 1801 establece unas reglas generales, entre esas la prohibición del consumo de bebidas embriagantes en espacio público y Playa Maravilla lo es, es así como el gobierno municipal debemos entrar a reglamentar, en una ciudad como Valledupar; cultural, folclórica, donde las personas tiene por costumbre llegar al río a departir, un horario que sea flexible, no para darle la espalda al río, sino para que siga siendo visitado pero bajo controles y horarios establecidos, como ha pasado en ciudades como Santa Marta y Cartagena”, explicó la funcionaria.

Los comerciantes por su parte, defienden su derecho al trabajo y amparados en una sentencia de la Corte Institucional, la cual protege a los vendedores estacionarios que ejercen el oficio desde hace más de 10 años en el mismo sector, han creado mesas de concertación con la administración municipal y acatado algunas de las órdenes. Pese a esto, hay una preocupación latente en los 172 comerciantes que hoy hacen parte de la asociación de comerciantes informales del Eco Parque el Lineal, en cuanto a la construcción de un megaparque anunciado por el alcalde Augusto Ramírez Uhía.

“Nosotros queremos que si van a hacer obras en este sector no nos vayamos a ver perjudicados, han anunciado la obra de un megaparque y nos preocupa que nos saquen de acá, lo que queremos es estar más organizados. Hasta el momento se ha mejorado la relación con la autoridad y hemos acatado muchas de sus exigencias, solo esperamos que no nos den la espalda, de esto hemos vivido durante más de 30 años”, comentó Abraham Hormaza, presidente de la Asociación de Comerciantes Estacionarios del Balneario Hurtado.

Otra situación que debe alertar a las autoridades y que preocupa a los ciudadanos es el consumo de drogas en el balneario y uno de los sectores más frecuentado por los consumidores es la parte final del parque lineal, la que, por cierto, está cubierta de maleza, descuidada y totalmente oscura por las noches, lo que facilita la presencia de drogadictos.

“La parte donde termina el parque lineal se ha convertido en metedero de vicios terrible, pese a los controles que esporádicamente hace la Policía, siempre hay jóvenes entre los 15 y 20 años ahí fumando mayormente marihuana. La oscuridad del lugar y lo coposo de los árboles seguramente facilitan esta actividad que es mal vista”, comentó Mira Cantillo, quien se ejercita todos los días en el parque.

El último incidente que generó impacto en la comunidad vallenata, ante las diferentes situaciones planteadas en el informe, fue la circulación de un vídeo que se hizo viral por medio de contactos en WhatsApp, en el que se sorprendió a una pareja teniendo relaciones sexuales a pleno día, sobre los gaviones ubicados en el sector conocido como Playa Maravilla. La sanción para esta pareja se hizo efectiva, en aplicación del Código de Policía, la cual deberá pagar 16 salarios mínimos diarios, lo que equivale a $393.440.

Marlenys Montes.

“Nos estoy de acuerdo con la falta de autoridad en el río, yo tengo siete años en el balneario y nunca había presenciado algo así. Además va en aumento el consumo de drogas en algunos sectores y es algo que nos preocupa a quienes laboramos en el sector, esto podría hacer que algunos turistas se alejen”.

César Peña.

“Esa situación bochornosa que se presentó hace pocos días, deja entrever la poca cultura de algunos ciudadanos, y en un sitio tan público como este cobra más importancia, ya que uno trae a los niños. Esto debe prender las alarmas en las autoridades, para que refuercen el sistema de policía, que haya una custodia permanente, porque hay mucho consumo de drogas y delincuencia”.

José Alfredo Crespo.

“En el balneario necesitamos cámaras de seguridad más eficaces, el puente es uno de los lugares donde más se reúnen los delincuentes y ahí no tenemos estos dispositivos. Los que están instalados en otros sectores son tapados por las ramas, eso no tiene sentido”.

Algunos comerciantes han construido terraplenes dentro del río, invadiendo el espacio público.

Por Jennifer Polo / EL PILÓN

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