La semana pasada los bomberos de Valledupar decidieron hacer ‘Plan tortuga’ a raíz de los problemas financieros que presenta el organismo de socorro y con esta situación se generaron dudas entre los ciudadanos sobre cómo están funcionando los planes de atención de emergencias en esta capital.
A diario se presentan incendios forestales en el área rural, debido a la temporada de sequía que según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, Ideam, afecta a 12 municipios del Cesar que están en alerta roja y cuatro más en alerta naranja.
En los cascos urbanos también hay riesgo, aunque de diferente índole. En los primeros meses de 2017, en Valledupar los incendios estructurales, en viviendas o establecimientos comerciales, han aumentado por diferentes factores.
A la fecha el voluntariado Cuerpo de Bomberos ha atendido 12 incendios estructurales, aproximadamente, y la mayoría de estas emergencias ocurren por descuido de las personas, por falta de mantenimiento de las instalaciones eléctricas y de gas, dejar conectado algún cargador de celular o velas encendidas.
Al ser frecuentes estas situaciones hay preocupación entre los vallenatos, toda vez que los bomberos que manifestaron su inconformismo por el atraso del pago de sus mesadas y optaron por el ‘Plan Tortuga’.
La semana pasada los bomberos se reunieron con la alcaldesa encargada de Valledupar, Sandra Cujia, para definir la fecha de pago de los meses atrasados y del retorno normal de las labores del cuerpo de socorristas, que juegan un papel fundamental en el Consejo Municipal de Gestión de Riesgo.
“Se les explicó todos los pormenores de la contratación con el Cuerpo de Bomberos, donde allí la tardanza influyó en el tema de que los ingresos a percibir por sobre tasa bomberil, no alcanzaban para el año operativo del bombero, por consiguiente se hicieron varias reuniones con los directivos del municipio en busca de un recurso para completar en parte estas necesidades.
Pero los compañeros bomberos ya desesperados por dos meses de sueldo deciden hacer un plan tortuga, es decir, atender a lo que su criterio consideren una emergencia”, manifestó Óscar Lúquez, comandante de este organismo de socorro en la capital del Cesar.
La protesta de los bomberos tardó alrededor de una semana, pero después de diálogos entre representantes de los socorristas y la administración municipal se llegó al acuerdo de que en los próximos días les cancelarían los meses atrasados.
“En conversación amigable se llegó al acuerdo de que a más tardar el 15 de marzo se está pagando los dos sueldos atrasados, porque ya el contrato se ha legalizado. El señor alcalde una vez hablado con su secretario de Hacienda, autorizó tomar del Fondo Municipal de Gestión del Riesgo, 500 millones de pesos para complementar este contrato. De tal manera de que el contrato se firma por 2.400 millones de pesos y tiene prioridad el señor alcalde para que se haga todo el trámite y es así como el primero de marzo se firma ya el contrato”, explicó el capitán Óscar Lúquez, quien además dijo que hoy presentaría la cuenta de cobro en la Alcaldía para que se salde la deuda.
Luego de concluido el acuerdo entre la administración municipal y los bomberos, ese mismo día se atendieron incendios de grandes proporciones en la vereda La Guitarra, jurisdicción de Aguas Blancas y en el corregimiento de Mariangola, demostrando que el servicio se había restablecido.
Normalmente en la ciudad se presentan de dos a tres incendios estructurales casi todos los meses, pero en lo que va del año se han reportado 10 conflagraciones en casas, apartamentos, locales comerciales y bodegas.
“En esta época de verano, parece ser que por factores ajenos, como de brisas, pueden haber cables sueltos porque las brisas los mueven y pueden presentarse chispas, se resecan los abanicos los cuales se dejan enchufados y estos quedan encendidos aunque no gire la hélice, pero el motor se recalienta y puede generar un fuego”, aclaró el capitán de los bomberos de esta ciudad.
Entre las principales causas de estos incendios se encuentran los accidentes domésticos, fallas eléctricas, manipulación inadecuada de líquidos inflamables, fugas de gases combustibles, acumulación de basura, velas y cigarros mal apagados, artefactos de calefacción en mal estado y niños jugando con fósforos, entre otros.
Los incendios y la tecnología
Las emergencias más frecuentes son los incendios forestales, de ahí la importancia de un buen plan de atención por parte de la oficina de Gestión del Riesgo de Desastres en cada región.
Omar Enrique Quintero, asesor Oficina de Gestión del Riesgo del Desastre del municipio de Valledupar, dijo que para la primera temporada seca del año el municipio activó su plan de contingencia para los eventos que recurrentemente se presentan.
“El año pasado se inició con la socialización a las comunidades de las recomendaciones que deben de tener en cuenta para evitar los incendios forestales, que son no prender fogatas, evitar las socolas, la deposición de residíos en los predios que puedan generar combustión para la quema de los mismo”, explicó el funcionario.
Como medida para la atención oportuna de las emergencias, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) lanzó en el 2014 la aplicación móvil ‘Yo Reporto’, en donde los ciudadanos ya pueden notificar los fenómenos naturales ocurridos en su entorno.
Una vez ingresen sus datos personales, los usuarios pueden reportar las avalanchas, colapsos, deslizamientos, erupciones volcánicas, heladas, huracanes, incendios estructurales o forestales, inundaciones, lluvias, sequías, sismos, tormentas eléctricas o tropicales, vendavales y tsunamis. También deben clasificar el fenómeno en un nivel de riesgo alto, medio o bajo, indicar el municipio en donde ocurrió el hecho y, si lo desean, agregar fotografías del suceso. La aplicación tiene más de cinco mil descargas en todo el país.
“Se hizo también la socialización de la aplicación Yo Reporto, que es una aplicación sencilla y gratis que se puede descargar desde cualquier Smartphone, en la cual les reporta la novedad a los organismos de socorro”, indicó Omar Quintero.
El asesor de la Oficina de Gestión del Riesgo del Desastres del municipio además explicó el funcionamiento del plan de contingencia y de la importante labor de cada uno de los miembros del Consejo Municipal de Gestión de Riesgo.
“Cuando se presenta las situaciones de emergencia, activamos nuestro plan de contingencia, por lo regular son los incendios forestales y el primer respondiente son los bomberos. En caso tal de que el incidente sea de gran magnitud y requiera de apoyo, los bomberos solicitan el apoyo de los demás organismos que componen el Consejo Municipal de Gestión de Riesgo como son la Defensa Civil, el Batallón de Ingenieros, La Cruz Roja, pero si estos incidentes aún persisten en la magnitud y desborda la capacidad del municipio, entonces se activan los protocolos para solicitar el apoyo de la Unidad Departamental y si es caso la Unidad Nacional”, manifestó Quintero.
En los casos de los incendios estructurales, que hacen parte también del plan de contingencia del municipio, Omar Quintero coincidió con el comandante de los bomberos de Valledupar y explicó que el descuido es la primera causante de estas emergencias.
“Los incendios estructurales son otra tipificación diferente, ellos ocurren imprevistamente o por descuido de los propietarios o del almacenamiento de los artículos o sustancias que presentan; obedecen también a cortos circuitos, por dejar alimentos en las estufas encendidas o por electrodomésticos que están en muy mal estado y que presentan corto circuito”, dijo el asesor de la Oficina de Gestión del Riesgo del Desastres del municipio, quien al tiempo hizo varias recomendaciones a los ciudadanos a la hora de dejar sola las viviendas o establecimientos comerciales para evitar hechos lamentables.
“Más que activar el plan de contingencia o cualquier otro tipo de plan de emergencia, lo que se hace es advertir a la gente que debe tener precaución tanto de los electrodomésticos, como las instalaciones de luz que deben ser con las medidas técnicas necesarias, mucho cuidado con los alimentos en las cocinas y procurar que en lo posible no se almacene combustible o papeles en bodega porque esto pueden reaccionar y presentar incendios estructurales en el municipio”.
Mohamed Osman Díaz
Mohamed.osman@elpilon.com.co