Los nervios eran el enemigo más fuerte para Álvaro López Carrillo. Ninguno de los otros 20 reyes concursantes le preocupaba tanto al rey vallenato 1992 como la idea de no tener serenidad en la tarima.
Para bajarle el ánimo a sus emociones, el hijo del quinto rey vallenato (Miguel López) se basó en la confianza y largas horas de ensayos a nivel personal. Desde enero arrancó el proceso de mentalizarse que iba a competir y debía poner todo de su parte para darle la primera corona en modalidad rey de reyes a la dinastía López. Así fue como Álvaro llegó a inscribirse junto a Widinson Arias (caja) y Ricardo Vega (guacharaca y canto).
‘Alvarito’ oficializó su participación el 4 de abril, acompañado por su padre Miguel López en las instalaciones del Festival de la Leyenda Vallenata.
Durante la competencia fue ganando puntos y el público lo acompañó los cuatro días de presentación. Siempre recibió aplausos y excelentes comentarios de los especialistas. Tuvo una falla en la ronda semifinal, así lo dicen los puntajes, porque de ser un gran favorito y mantener un puntaje perfecto, el jurado integrado por Noé Martínez, Leoncio Peralta, Rafael Mindiola, Alfonso Pérez Parodi y Calixto Mindiola le bajó tres puntos.
Álvaro ocupó el quinto lugar y según explicó la Fundación del Festival, hubo un empate técnico entre él y Fernando Rangel. “En la semifinal, los reyes vallenatos Fernando Rangel Molina y Álvaro López Carrillo, obtuvieron 7.997 puntos, presentándose un empate. En estos casos, se revisa el puntaje logrado en las rondas anteriores. Al revisar el puntaje de ambos concursantes, también se presentó empate en las rondas anteriores, por lo cual los jurados decidieron que los dos debían pasar a la final del rey de reyes”, indicó un comunicado oficial de la organizadora del certamen.
Con respecto a los años anteriores, en versiones rey de reyes, el total de los inscritos en esta categoría crecieron en cerca del 20 %, por ejemplo, en el primero que fue en 1987 participaron 14, pero en 1997 disminuyeron a 12 y en la versión anterior, en 2007, la cifra de inscritos aumentó a 19.
¿Cómo recibe la corona rey de reyes?
Primero darle gracias a Dios por este apoteósico rey de reyes, que para mí es un galardón más de mi carrera artística.
¿Por qué le dedicó la corona Diomedes Díaz?
Duramos ocho años juntos y debía darle mi reconocimiento como compañero, amigo y una persona a la que me encomendé.
¿Qué caracteriza a Álvaro López como persona?
La sencillez y la humildad, el público confío en mí y yo me entregué con mucha fortaleza. Ahora me toca seguir trabajando y divulgar nuestra verdadera música vallenata, de la mano con la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, corregir errores que se hayan cometido y engrandecer nuestro folclor porque es lo más bonito que tenemos.
¿Cuál fue el secreto para ganar esta corona rey de reyes?
En esta ocasión me la jugué diferente, incluí nota mía, de mi papá y de Alfredo Gutiérrez. Me sentí muy seguro de mi trabajo. Me preparé para ejecutar bien los aires, los López somos merengueros, pero me sentía seguro en todo. Esta corona quedará bien puesta porque no voy a defraudar a mi vallenato.
Una de las cosas que preocupaba a los especialistas eran sus nervios, que muchas veces lo han traicionado, tal como ocurrió hace 10 años. ¿Se asustó en esta ocasión?
Los nervios a veces lo traicionan a uno, pero cada momento que pasa uno aprende más en la vida, aprende en cómo interpretar nuestra música vallenata y comportarse en una tarima. Yo aprendí mucho de Jorge Oñate, de Diomedes Díaz y para este rey de reyes me preparé solo, desde el mes de enero, para analizar la forma de comportarme en la tarima porque los nervios atacándome y yo combatiéndolos, así hice para trabajar y tocar bien, pero sirvió tanto que al final pude ganar esta corona para la dinastía López.
En la semifinal se vio algo tensionado y eso se reflejó en el puntaje, avanzó de quinto a la final, incluso empató técnicamente con Fernando Rangel y por eso pasaron seis reyes a la final. ¿Qué pasó?
Tú sabes y vistes las eliminatorias que no son iguales, después de varios días uno trata de mantenerse para no bajar la línea y llegar a la final, en la semifinal es normal que uno baje o suba, pero lo importante es subir para ganar la corona.
El primer día lo entregué todo porque tenía que bajarles la densidad a los otros participantes y el merengue es mi fuerte.
A la dinastía López nada más le faltaba una corona rey de reyes para superar a los Granados y usted la consiguió.
Yo admiro mucho a la dinastía de los Granados, nos llevaban una corona arriba con la de Hugo Carlos en el rey de reyes pasado. Ellos son humildes y sencillos que merecen muchas cosas. Comparto esta corona con los Granados.
Yo soñaba con esto y me preguntaba ¿por qué no podíamos tener esta corona? Álvaro o Navín si éramos merecedores, pero sabía que debíamos prepararnos para conseguirla y esta noche fue la oportunidad.
¿Cuál fue el aporte de sus compañeros Widinson Arias y Ricardo Vega?
Me apunté fue bien. Como apreciaste en la tarima, ellos subieron con un uniforme diferente por día de competencia, eso hace parte de la estrategia que uno tiene para conseguir la corona, eso se llama respeto a nuestra música vallenata.
¿El mensaje para los otros reyes participantes?
Que tengan humildad y sencillez, no olvidar las raíces de nuestra música vallenata porque son estilos diferentes en grabación y concurso. No podemos mecanizarnos tantos a la grabación porque debemos estar preparados para todos, eso lo tenemos en la dinastía López.
El nuevo rey de reyes del Festival Vallenato en la gran final cantó inicialmente el merengue ‘Alcirita’, luego interpretó el paseo ‘Consuelo, la puya ‘Déjala venir’ y el son ‘Delicado y sencillito’.
“Yo admiro mucho a la dinastía de los Granados, nos llevaban una corona arriba con la de Hugo Carlos en el rey de reyes pasado. Ellos son humildes y sencillos que merecen muchas cosas”.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co