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Los muertos de los árboles en el Cesar

Los objetos fijos a un costado de la vía, entre esos los árboles, podrían aumentar la letalidad en los accidentes de tránsito Foto: Joaquín Ramírez.

La imagen más común asociada a los accidentes de tránsito es la escena de una colisión, de un vehículo destrozado o volcado con los cristales rotos, y de una vía manchada con sangre de ciudadanos que, en un intento de viajar, perdieron la vida. Pero, otra imagen más dramática todavía, es aquella que involucra a un árbol donde la víctima ya no es solo el ser humano sino también la misma naturaleza. 

Este último panorama predomina en las carreteras del departamento del Cesar. Las historias más recientes circularon por cuenta de Javier Yamith Muñoz Amaris, 22 años, y Teresa de Jesús Lázaro Gómez, de 80 años, quienes murieron luego de que el vehículo en que se movilizaban chocara contra un árbol a la altura de los municipios de Codazzi y Curumaní, respectivamente. 

Los hechos no solo engrosan las estadísticas a nivel nacional, sino que también ponen sobre el tapete el debate sobre el papel de los árboles en las carreteras nacionales, su relación con la letalidad en un siniestro vial y el impacto ambiental que pueden ocasionar cuando están en la mira de un proyecto vial.   

Si bien es cierto que los accidentes de tránsito en su mayoría, según los expertos, comienzan por un error humano, hay quienes consideran que los árboles dependiendo de sus características pueden aumentar su letalidad. 

Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, ONSV, con corte de agosto, en Colombia han fallecido 840 personas a causa de un choque con objeto fijo en un accidente, 687 de ellas eran motociclistas. Para el caso del Cesar en el mismo periodo se registran 31 fallecidos por choque contra objeto fijo, 21 de ellos motociclistas. 

El instituto de Medicina Legal también documentó que hasta el pasado mes de agosto en el departamento del Cesar han fallecido 207 personas por accidentes de tránsito. Los eventos obedecen comúnmente, según la entidad forense, a malas conductas como conducir en contravía, desobedecer las señales de tránsito, conducir en estado de embriaguez y exceso de velocidad, mientras que otro tanto se debe a las malas condiciones de la carretera o posibles fallas mecánicas. 

“Desde el punto de vista estadístico si tu miras las cifras, seguramente te vas a encontrar que, en la ocurrencia de un siniestro, el hecho de que haya algún elemento contundente cercano a la vía, aumenta la letalidad del error que pudo haber cometido el ser humano”, manifestó Carlos Vega Maestre, Instituto Departamental de Tránsito del Cesar, Idtracesar. 

El Manual de Diseño Geométrico de Carreteras del Invías, adoptado mediante resolución del 04 de marzo de 2009 del Ministerio de Transporte, menciona que a la hora de construir vías se debe garantizar la distancia de visibilidad de parada, es decir, la distancia que existe entre un vehículo y un obstáculo situado en su trayectoria. 

“Hoy en día no se permite sembrar árboles en la franja vial por temas de seguridad vial, exactamente desde el año 2015”, dijo Onna María Zuleta Araujo, directora territorial del Invías Cesar. 

Algunos árboles están a los lados de las carreteras del departamento por el alto valor ambiental y otros por falta de rediseño en la calzada.
Foto: Joaquín Ramírez.

LA CURVA DE LA MUERTE 

Sin embargo, en algunos puntos viales del departamento del Cesar se puede observar vegetación alta o árboles muy próximos a las carreteras.  Es el caso de la considerada ‘curva de la muerte’ ubicada en la vía que del corregimiento de Rincón Hondo (Chiriguaná) conduce a San Roque (Curumaní), en el centro del departamento del Cesar. 

El sector es recordado por ser donde se accidentó y murió el compositor de música vallenata, Romualdo Brito López, el 20 de noviembre de 2020.  Además, en la misma área también se accidentó el director de la emisora Maravilla Estéreo, Carlos Quintero Romero, que por fortuna no sufrió heridas graves. 

Aunque el árbol que está en la órbita no es el que ocasiona los accidentes, los vehículos comúnmente colisionan con este al caer a una cuneta. Según los habitantes de la zona, la carretera es peligrosa debido a que comienza en una línea recta e inesperadamente los ciudadanos se topan con la curva que tiene alta vegetación.  

Al respecto, Luis Felipe Lota, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, indicó que ha venido trabajando con Invías y la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, para poder mejorar algunos tramos del Cesar. 

“Es más en el departamento ya hicimos auditorías e inspecciones de seguridad vial en 39 kilómetros para poder hacer plan de mejoramiento y poder solucionar problemas, no solamente de los árboles sino de cualquier elemento que haya al lado y lado de la vía”, acotó Lota. 

Los tramos que han intervenido, según Idtracesar, son la vía Valledupar – Río Seco, la entrada a Pueblo Bello, la entrada a Gamarra, la entrada a Aguachica y están en proceso San Alberto, Chimichagua, Chiriguaná y Manaure.  

“Tenemos otros 12 diseños más para otros puntos críticos. Evidentemente ese punto mencionado (la curva de la muerte) estaba dentro de nuestras solicitudes ante la Agencia Nacional de Seguridad Vial”, puntualizó Carlos Maestre, director de Idtracesar. 

 

Esta es la considerada ‘curva de la muerte’. Foto: Cortesía.

VÍAS PERDONADORAS 

El país también trabaja el concepto de vías perdonadoras que son aquellas que se encargan de minimizar el desenlace de los errores de conducción. 

“Para poder entrar en el concepto de vías perdonadoras solo se tiene que tener cierta distancia de los elementos de lado a lado de la vía para poder prevenir y minimizar los choques, no solamente los temas de los árboles porque hay un tema importante como los ambientales, sino de todos los obstáculos que uno tiene. Por ejemplo, las mismas alcantarillas, las formas en las que están puestas las alcantarillas…, los elementos que están a los lados como los postes y entradas a predios; todo eso tiene que tener unas distancias mínimas para garantizar que el vehículo en caso de que se salga tenga un trayecto prudente para que pueda reducir la velocidad y así minimizar el impacto en los siniestros viales”, explicó Lota. 

LA IMPORTANCIA DE LOS ÁRBOLES 

Los árboles no son los que ocasionan de manera directa los accidentes de tránsito, y de ser retirados en cumplimiento de las reglas por un proyecto de obra, las concesionarias deben tramitar el permiso para la tala con la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar. 

No obstante, deberán presentar también el Plan de Compensación Ambiental para los casos donde el árbol es fundamental para el ecosistema. La propuesta deberá ser analizada y aceptada por Corpocesar. 

“Ese impacto se reemplaza o sustituye haciendo siembra de árboles, entonces dependiendo la especie que se va aprovechar se hace un cálculo y se define cuántos árboles se debe sembrar por ese árbol que talaron. A veces la relación es talar uno por cinco; es decir, talan uno y siembran cinco, hay veces que es uno por diez, talan uno y siembran diez; eso se hace desde un punto de vista técnico, el técnico identifica la especie, mira a ver si de pronto está en un grado de amenaza y luego se define la medida de compensación”, aseveró Jorge Luis Fernández Ospino, director de Corpocesar. 

Agregó que la corporación puede establecer las medidas de compensación que considere que son mejores para el ecosistema, por lo que si el Plan de Compensación Ambiental no es el adecuado pueden rechazarlo y proponer otro. 

Los controles son necesarios para la protección de la flora y fauna del departamento del Cesar considerado, de acuerdo a la reciente medición del Global Big Day 2022, como una potencia a nivel nacional para el avistamiento de aves. 

Además, los árboles juegan un papel determinante en la lucha contra el cambio climático que en los próximos años impactaría considerablemente la región, según el Plan de Gestión de Cambio Climático Territorial del Cesar realizado por el Ministerio del Medio Ambiente 2032. 

“Para el departamento, se pronostica que en el período 2011- 2040 habrá un aumento de la temperatura promedio de hasta 1,2 °C y una reducción en la precipitación de hasta un 40%, en comparación con los registros medios del período de referencia, 1976 – 2005”, reza el plan de gestión. 

Así las cosas, esas características aunadas con el papel clave de los árboles en la prevención de inundaciones y la reducción del riesgo de desastres naturales son más que suficientes para aplicar políticas de conservación en los puntos necesarios.

Los árboles son importantes para combatir el cambio climático. FOTO: ARCHIVO EL PILÓN.

LAS ALTERNATIVAS 

Cuando los árboles no puedan ser retirados en las obras viales por el costo ambiental las autoridades tienen otras alternativas para evitar al máximo los accidentes de tránsito. 

Por ejemplo, el Invías a través del Programa de Mantenimiento Rutinario que ejercen microempresarios o cooperativas realiza actividades de prevención. 

“Microempresarios o cooperativas de la región realizan diariamente actividades de poda, rocería, limpieza de las obras hidráulicas, limpieza de las señalizaciones, entre otras, estas se realizan de manera preventiva y cuando se presentan emergencias de caídas de árboles causados por las fuertes lluvias y vendavales, o fenómenos naturales”, expresó Onna Zuleta, directora de Invías. 

El director de Idtracesar, Carlos Maestre, también señaló que, aunque no tiene funciones de realización de obras viales, ha participado en la socialización de diseños de proyectos. 

“Cuando definitivamente no haya posibilidades ambientales de quitar un árbol por ‘x o y’ motivo o por ejemplo quitar un talud por el tema de un río que es fundamental para la sostenibilidad del planeta, pues uno tiene ahí barreras laterales que protegen el árbol, que rodean el árbol, de tal manera que si el vehículo sale de la carretera esa barrera lateral encausa nuevamente el vehículo hacia la vía y evita que choque contra el árbol”, señaló Maestre. 

Por Marllelys Salinas / EL PILÓN

 marllelys.salinas@elpilon.com.co

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