El folclor vallenato hoy tiene dos grandes estrellas que brillan más que las demás en universo de la música, Jorge Celedón y Silvestre Dangond, artistas nacidos en el departamento de La Guajira cuyos inicios en la música muchos desconocen.
NUESTRO FOLCLOR habló con los responsables de que estos dos guajiros se hayan inclinado por la música, uno es Daniel Celedón Orsini y el otro William Dangond, ambos también dedicados al canto de la música vallenata.
El primero en hablar fue Daniel, quien con la visión de un buen artista le dio la oportunidad a su sobrino Jorgito de que grabaran una canción a dúo, la cual lo sacó del anonimato.
Fue en 1981 cuando la agrupación ‘El Doble Poder’ compuesta por Daniel Celedón e Ismael Rudas, grabó la canción ‘Drama provinciano’ del compositor Lenín Bueno Suárez. El mensaje era una narración entre el padre, la madre y el hijo, entonces apareció la voz de Jorge Celedón y la india Mélida Yara:
Oye mamá en la puerta hay un señor
que dice que es mi papá y
que quiere hablar contigo,
dime lo ya, dime pronto por favor,
porque si ese es mi papá,
se lo diré a mis amigos…
“La canción ‘Mercedes’ que hicimos con Ismael Rudas fue grabada a dos voces como ameritaba el diálogo. En el próximo CD nos llovieron canciones en diálogo y nos gustó la propuesta de Lenín Bueno Suárez, que es el ‘Drama provinciano’ y entonces hicimos los arreglos”, cuenta Daniel Celedón.
La grabación se realizó en Bogotá, y todo indicaba que la suerte estaba echada para Jorgito, en la capital del país no encontraron un menor que hiciera la voz en la canción, entonces Daniel le propuso a Alfonso Escolar, gerente de la compañía discográfica Feeling, que tenía un sobrino en Villanueva tenía talento.
“Él estaba un poco escéptico porque creía que eran caprichos míos, me argumentó que el traslado salía muy caro, entonces le dije que yo asumía los gastos si Jorgito no era capaz de cantar”.
Jorgito, con apenas 10 años, lo primero que recibió de su tío fue un casete para que se aprendiera la estrofa que iba a interpretar. Su padre Alfonso Celedón lo envió desde Villanueva a Bogotá con su padrino Alfonso Dávila.
“Llegaron y por supuesto tenía prioridad porque tenía que devolverse a los dos días. Para sorpresa de José Sánchez, grabador del estudio, Jorgito cantó la canción de una sola vez”, recorda Daniel.
El tío del hoy ganador de tres premios Grammy, categoría Cumbia / Vallenato, dijo que Celedón desde niño ha tenido la voz clara, afinada y con una excelente dicción, “eran todas las características de una canción bien grabada”.
De ahí nace la historia musical de este gran ídolo y representante de la música vallenata, quien al terminar estudios de secundaria se fue a vivir con su tío Daniel a Barranquilla, donde estuvo 10 años y se le dio otra gran oportunidad, ingresó al Binomio de Oro agrupación con la que consiguió imponer varios éxitos al lado de Israel Romero y Jean Carlos Centeno.
Después tomó la decisión de grabar como solista con el acordeón de Jimmy Zambrano y juntos consolidaron un estilo de vallenato que los catapultó a nivel nacional e internacional.
“Las cosas cuando se ventilan con ese criterio de esfuerzo y capacidad, además de talento, tienen que dar unos grandes resultados. Jorgito tiene unos siete años de ser el artista más representativo en el exterior”, asegura Daniel.
Al hablar del cuidado y la preservación del vallenato tradicional, discutida porque las nuevas generaciones se están alejando de lo hecho por los juglares, a Celedón se le puede aplaudir porque ha sido el único artista ha incluido los cuatro aires tradicionales en un solo compacto.
“Sabemos que la modernidad del vallenato ha sido muy cuestionada, especialmente por los que hacemos vallenato tradicional y quienes conservar lo bueno, desde el punto de vista dialéctico el cambio tiene que darse, pero para progresar, Jorgito grabó canciones como ‘Ay Ombe’ un son que es un aire no tan comercial. Está sacrificándose y presentando unas obras bellas sin necesidad de atentar contra el vallenato y su originalidad”, argumentó su mentor, su tío Daniel Celedón quien grabó hace 40 años su primera producción con el acordeón de Israel Romero.
‘El Palomo’, patriarca de los Dangond
Silvestre Francisco Dangond Corrales, es el descendiente de una familia llena de música y alegría. Su papá William, conocido como ‘El Palomo’, fue quien abrió su espíritu de cantante. Cuando Silvestre nació su progenitor ya había grabado un disco con Andrés ‘El Turco’ Gil. Finalmente ‘El Palomo’ no logró un reconocimiento interesante en el vallenato, aunque los conocedores dicen que era un gran artista, pero él dice que fue Rodrigo, su hermano, quien lo sacó de la música porque no quería que fuera cantante.
“Silvestre desde que nació mostró algo bueno. Yo veía que le gustaba la música, desde niño se lo metí en la cabeza, hasta le pegaba cuando estábamos en las parrandas para que cantara y a él le daba miedo”, dice William Dangond.
Con el apodo de El Palomo’ es reconocido por su alegría y espontaneidad en el escenario, cualidades que heredó Silvestre y que demuestra con sus dotes de bailarín en cada uno de sus conciertos.
“Su padre fue cantante y él me veía cantar, de mí sacó la coquetería, el baile, pero musicalmente el talento es de los Corrales”, reconoce.
A los 10 años le compró una guitarra al pequeño Silvestre que en la actualidad es uno de los más grandes artistas de la música vallenata.
“Me siento muy contento por el trabajo hecho por Silvestre, él refleja ese don de talento que Dios le dio, eso nunca se acabará porque ahora que entró en los caminos de Dios será mejor. La riqueza de uno es espiritual”, agrega.
Silvestre incursionó en las grabaciones a la edad de 15 años, según papá, lo llevó a grabar con el corista Julio Murillo, “iban a sacar un CD con la primera idea de ‘Los Niños del Vallenato’ y de ahí salió el cantante Carlos Mario Zabaleta”.
La historia de Silvestre está basada en una vida llena de triunfos, éxitos musicales, acordeoneros como Román López, Juan Mario de la Espriella, Rolando Ochoa y ahora Lucas Dangond. Aunque no se pueden borrar algunos hechos polémicos que han quedado en el pasado por el cambio del artista en el último año, cuando se fue a vivir a Miami y se alejó del licor.
‘El Palomo’ confesó a Nuestro Folclor que extraña al Silvestre de los inicios. “Me hace falta el Silvestre loco, me da guayabo cuando veo esos vídeos de antes, pero te confieso que me gusta el de ahora porque hay madurez, juicio y pienso que así va a dar cosas mejores”.
La tarea para el líder de una revolución musical denominada ‘silvestrismo’ es que además de cantar, transmita conocimientos, respete las raíces de la música vallenata, haga una verdadera promoción, difusión, comercialización y nutra a toda una generación con las bases hecha por talentos como su padre y otros precursores del folclor.
Silvestre es uno de los llamados a preservar la música vallenata, aunque su estilo está tomando un rumbo hacia lo internacional, como fue el caso de Carlos Vives en su momento y hoy es considerado un artista representativo el vallenato a nivel mundial.
Al declararse el vallenato como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, los amantes de este folclor le hacen el llamado a artistas como Silvestre para que recuerde el mensaje verdadero mensaje de la Unesco, que es un llamado de emergencia por salvar las raíces de la música que hoy se identifica, indiscutiblemente, como la más fuerte y más sonada en el país.
Silvestre es uno de los llamados a preservar la música vallenata, aunque su estilo está tomando un rumbo hacia lo internacional, como fue el caso de Carlos Vives en su momento.
Silvestre Dangond tiene una vida llena de triunfos musicales con acordeoneros como Román López, Juan Mario de la Espriella, Rolando Ochoa y ahora con Lucas Dangond.
En 1981, Jorge Celedón participó en su primera grabación musical. Su tío Daniel lo invitó a cantar la canción ‘Drama provinciano’ de Lenín Bueno Suárez.
Jorge Celedón escogió a Jimmy Zambrano como su acordeonero y juntos consolidaron un estilo a nivel nacional e internacional.
“Me hace falta el Silvestre loco, me da guayabo cuando veo esos vídeos de antes, pero te confieso que me gusta el de ahora porque hay madurez”: William Dangond.
“Jorgito grabó canciones como ‘Ay ombe’ un son que es un aire no tan comercial. Está sacrificándose y presentando unas obras bellas sin necesidad de atentar contra el vallenato y su originalidad”: Daniel Celedón.
Por Carlos Mario Jiménez