Las manecillas del reloj marcaban las 7:15 a.m del sábado 15 de febrero de 2014, los kilómetros del recorrido de Valledupar hacia el norte, que cada minuto disminuían, incrementaban la ansiedad de conocer aquel lugar donde un tenebroso hecho se sumó a las tantas marcas que la violencia ha dejado en el corregimiento de Río Seco.
A las 7:46, media hora después de iniciado el viaje, llegamos a esa población que el 13 de febrero del presente año, se enteró de un aberrante situación que se presentó en inmediaciones de la localidad, en donde estaba involucrada una pareja, que al parecer, abusaban sexualmente de cuatro menores de edad, de los seis a su cargo.
La tranquilidad que a plena vista se observa en Río Seco, se vio interrumpida por el más lamentable y anómalo hecho ocurrido en los últimos años en esta zona corregimental del Valle del Cacique Upar.
Al llegar a un punto específico del pueblo y preguntar por el caso, dos hombres indicaron el lugar, en donde pocos se atrevían a llegar, pero muchos, como nosotros, ansiaban conocer. Esas mismas personas, que durante años saludaban y veían transitar al hombre, (hoy acusado), por las calles del pueblo, lo recuerdan como un sujeto sano, que no ingería alcohol, no fumaba y pertenecía a un grupo religioso. “Decían que era evangélico, por eso nunca pensamos que podría hacer algo así” mencionó un lugareño.
Con el fin de conocer detalles sobre esta triste situación que empaña a Valledupar y pone en alerta a toda una sociedad, miembros de la comunidad Kankuama acompañaron a este equipo periodístico hasta el lugar donde las menores de 7, 9, 12 y 13 años encontraban un refugio, su escuela San Fernando, anexo a la Institución Educativa Agrícola La Mina.
Allí, en compañía de alrededor de 245 estudiantes, las niñas, tal vez, se distraían, olvidando un ‘mundo’ cruel en el que se convirtió desde hace tres años su casa, en donde Alex Alberto Pérez Sandoval, de 33 años presuntamente las violaba, al parecer, con el consentimiento de Judith María Hernández Martínez, de 26 años.
Y aunque nadie pudo dar mayores declaraciones del testimonio de la joven de 13 años, quien cansada de la situación decidió contarle a un habitante del pueblo de lo que le sucedía a ella y a sus tres hermanas, éste medio pudo constatar que las menores no pertenecían a la etnia Kankuama, por lo que las autoridades nativas no pudieron hacerse cargo del caso, que fue denunciado ante la Fiscalía.
Ante lo cual, el 12 del presente mes, un grupo de uniformados de la Sijín, capturó en la finca Arizona, en inmediaciones de Río Seco, a los presuntos responsables, quienes también fueron acusados por el Juzgado Tercero Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Valledupar, por acceso carnal violento con menor de 14 años con incesto, puesto que dos de las menores eran hijas de Pérez Sandoval, quien no tenía descendiente en común con la mujer.
En el pueblo, sólo se rumora que la pareja obligaba a las pequeñas a acceder a las pretensiones del hombre una vez terminaba de tener relaciones sexuales con la compañera sentimental, quien, aparentemente, forjaba a las infantes con una escopeta si éstas se oponían.
Esta escabrosa escena llegó al pensamiento de uno de los ciudadanos, quien expresó “se me ponen los vellos de punta” una vez pisado el terreno de la finca ‘Arizona’ donde aparentemente vivió durante 4 años la pareja.
A un kilómetro de la vía principal de Río Seco, en el fondo de aquellos predios se observaba una vivienda (custodiada por un perro negro pasivo y unas cabras), tal vez, invadida de espeluznantes recuerdos, donde más que un hogar para 8 personas, entre ellas, seis menores, de los cuáles dos eran niños, se convirtió en el sitio menos querido por las niñas, en el que en lugar de ser el espacio más cálido y acogido por la naturaleza que lo invade, pasó a ser su mayor pesadilla.
Un mal sueño, el que, al parecer, ya comenzó a desaparecer por la presencia de personal especializado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entidad que hoy asume la custodia de los 6 menores, quienes, supuestamente, no tienen familiares cercanos en Río Seco.
LA CAPTURA
El valor civil de una de las cuatro menores víctima de abusos sexuales llevó a la Unidad de Delitos Sexuales de Investigación Criminal de la Policía Nacional y el Bienestar Familiar a descubrir a esta pareja que presuntamente abusaba sexualmente de sus hijas, un acto reprochable que estuvo oculto durante tres años.
La menor de 13 años, fue quien informó de lo que sucedía en su casa.
En su momento, el Teniente Coronel Anthony Currea Vera, subcomandante de la Policía Cesar, aseguró que es un hecho preocupante y exhortó a los padres de familia, a los maestros y a la comunidad en general para que se fortalezcan los diálogos con los menores de edad, les respeten sus derechos y no los vulneren.
El presunto abusador sexual y su pareja sentimental, se encuentran en un centro carcelario de Valledupar, esperando ser procesados por el delito de abuso sexual con menor de 14 años e incesto.
Negó culpabilidad
Alex Alberto Pérez Sandoval, dijo “no aceptaré los cargos, porque yo, ni mi mujer tenemos nada que ver en esto, porque en ningún momento hemos abusado de nuestros hijos. Será la justicia, quien más adelante se pronunciará al respecto y nos dará la razón de nuestra inocencia. Somos inocentes y nos están acusando de algo que no hemos hecho”, dijo cuando eran trasladados a un centro carcelario.
Sin embargo, las pruebas recolectadas mediante entrevistas con defensores de familia, valoración psicológica y exámenes médico legal tomadas a las menores afectadas, demuestran su culpabilidad.
Cifras
Para el año 2011 fueron denunciados en la Secretaría de Salud, 203 casos de abuso sexual a menores de edad en todo el departamento, siendo Valledupar con 32 casos, San Martín con 26, La Jagua de Ibirico con 21, El Copey con 15, Bosconia con 15 y Aguachica con 12 casos los municipios que más reportaron.
Para el año 2012, las denuncias aumentaron, al registrarse 309 casos de abusos sexuales a niños, niñas y adolescentes en el Cesar, con 58 casos en Valledupar, 25 en Bosconia, 23 en Curumaní, 22 en Codazzi y 21 en San Alberto.
Mientras que en el 2013, se reportaron a esta entidad de salud en el departamento 283 casos de abuso sexual. Siendo la capital del departamento el principal municipio donde se han presentado estos hechos, con 78 casos.
Un total de 775 casos de abuso sexual a menores de edad se registraron en los últimos tres años en el Cesar, según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud Departamental.
Otros casos aberrantes en el Cesar
Un caso de gran impacto social:
Un caso similar al de este relato se denunció el 11 de diciembre de 2010 en la capital del Cesar, cuando la Policía Nacional, en operación conjunta con la Fiscalía, capturó a María Isabel Herrera Olivo, de 26 años, y su compañero sentimental Óscar Enrique Contreras Madrid, de 45.
Dentro de la operación ‘Dignidad’ las autoridades de investigación encontraron que en la invasión ‘Altos de Pimienta’, en inmediaciones del barrio La Nevada, residían la pareja que abusaban sexualmente de sus cinco hijos de 2, 5, 7, 10 y 12 años, los obligaba a consumir sustancias psicoactivas y eran prostituidos con otros consumidores.
Por estos hechos, fueron acusados como los presuntos responsables de los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años, incesto y violencia intrafamiliar.
El hombre resultó ser el padrasto de los menores.
Caso en Codazzi:
El 8 de noviembre del año pasado, el Juez Penal Municipal de Codazzi, con funciones de control de garantías envió a la cárcel Judicial de Valledupar a Alexander Suárez Herrera, por ser el presunto responsable de acceso carnal violento agravado e incesto.
El sujeto, al parecer, fue denunciado por un familiar porque presuntamente el hombre abusaba de su hija de 13 años. Personal del CTI de Codazzi lo capturaron en el corregimiento Las Pitillas, jurisdicción de San Diego.
Casos de abusos a hijastras:
El 3 de diciembre de 2010, Cherry Manuel Misal Méndez fue condenado a nueve años y nueve meses de prisión por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Valledupar, con funciones de control de garantías, quien lo encontró penalmente responsable del delito de acceso carnal abusivo a menor de 14 años, donde resultó víctima su hijastra de 8 años.
En diciembre 20 de 2010, en el barrio Mareigua, de Valledupar, fue aprehendido por las autoridades Yovanis María Torres Colón, de 31 años, quien fue señalado como el presunto abusador de una menor de 14 años. Al parecer, la víctima era su hijastra.
Por: Merlin Duarte García/El Pilón