En una mañana de invierno contemplé desde lejos la Sierra Nevada de Santa Marta y la fulgurante vegetación que predomina en su formación montañosa, cuna de cuatro tribus indígenas. Ese hermoso panorama que tenía frente a mis ojos, donde la flora, la fauna y el aire fresco unidos al olor a musgo, crearon en mi un momento de exaltación que me hicieron caer en la cuenta de lo orgulloso que me siento de haber nacido en Valledupar donde la conjunción de naturaleza, su gente y la magia de la música resaltan nuestra identidad.
Esos instantes pletóricos, trajeron a mi mente algunas melodías y letras de canciones que mencionan los ríos de la región como: ‘La Creciente’, de Rafael Escalona; ‘Río Crecido’ y ‘Rio Seco’, de Julio Fontalvo; ‘Río Badillo, de Octavio Daza; ‘El Rey del Valle’, de Nicolás Maestre’ y ‘Amor sensible’, de Freddy Molina. Al tararear las letras me transporté instintivamente hacía cada uno de los ríos que los compositores describen en forma de metáforas, de inmediato comprendí que las canciones vallenatas que han perdurado han sido creadas en momentos de inspiración del compositor.
Este año la Unesco ha incluido la música vallenata en la lista de Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad en Necesidad de Salvaguarda Urgente. Este año en el marco de este Festival Vallenato, la Fundación de la Leyenda Vallenata le hará un merecido homenaje a los Hermanos Zuleta, Emiliano y ‘Poncho’, por su aporte a la música vallenata autentica. Ellos, igual que Diomedes Díaz, Los Betos, Iván Villazón, Jorge Oñate, ‘Colacho’ Mendoza, entre otros, han sido grandes cultores que han preservado los ritmos de esta música vernácula reconocida nacional e internacionalmente. Las grabaciones y ejecuciones musicales de los Hermanos Zuleta mantienen la autenticidad de los ritmos y han actuado siempre como guardianes de todo el acervo folclórico de la música vallenata, donde la inspiración es el fundamento de sus obras.
El conjunto musical está constituido por Emilianito como acordeonero y ‘Poncho’ como cantante. Su primer trabajo discográfico llamado ‘Mi Preferida’ se realizó en 1971. Han grabado más de 1.500 canciones. Su padre, Emiliano Zuleta Baquero, fue acordeonero, verseador y compositor. Una de sus canciones más conocida es ‘La gota fría’.
Emilianito es también acordeonero, verseador y compositor. Un hombre sensible, cariñoso y de pocos amigos. Sus canciones encarnan sentimientos, melodías y letras que fluyen con naturalidad y son una emotiva fusión que brota de su alma enamorada. En momentos de inspiración su creatividad emerge al instante con su acordeón y empieza a darle forma a una idea, que poco a poco le permite dibujar el sonido melodioso que acompasa a la letra de la canción naciente.
Muchas de sus canciones evocan lugares, momentos, amigos, amores, nostalgias y nos sitúan mentalmente frente a inolvidables recuerdos. Eso es vivir. Cuando entona sus canciones, le sale de lo más profundo de su ser, en verdad la siente. Su música trasmite la energía propia de un hombre sensible cuyos versos llegan al corazón.
Sus obras musicales son magistrales, por eso son tan conocidas, son verdaderas delicias por las melodías, las letras y el mensaje. Escucharlas es transportarnos imaginariamente a un mundo de sentimientos que motivan un estado anímico muy grato. Algunas de ellas son: ‘Mi hermano y yo’, ‘Mis vacaciones’, ‘Indira’, ‘Cartagena’, ‘Mañanitas de invierno’, ‘La sangre llama’.
‘Poncho’, un hombre noble, atento, incomparable cantante, verseador y parrandero, es el mejor anfitrión, atiende con gusto a conocidos y extraños. Sus parrandas son una suma de emociones donde el canto y el acordeón en concierto hacen mágicos esos momentos. Sus éxitos lo han mantenido en la cumbre.
Son hermanos muy cercanos. ‘Poncho’ no puede vivir sin ‘Emilianito’. Él es su complemento. ‘Poncho’ jactándose familiarmente me dijo en una parranda: “Mi ventaja es ser hermano de Emiliano”. ‘Emilianito’ que alcanzó a escucharlo afirmó con orgullo: “Si no fuera hermano de ‘Poncho’, no sería ‘Emilianito’, cuando él canta se me hincha el corazón. Dios siempre hace las cosas bellas, mi hermano es mi amigo”.
Por Ricardo Gutiérrez Gutiérrez