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Los grandes derrotados: ¡los egos!

En esta contienda electoral que terminó, dejando por primera vez  una mujer electa como gobernadora, en donde todos los pronósticos señalaban que los partidos políticos tradicionales del Cesar, reafirmarían su poder y unión en cabeza de la hoy gobernadora Elvia Milena Sanjuan, pues las encuestas atinaron consecutivamente el favoritismo  que ella tenía, además que supo dirigir su campaña sin agravios y señalamientos, se dedicó a proponer sin importar las situaciones que la aquejaban, fue una mujer fuerte, valiente y decidida a quien solo le importaba cumplir el objetivo, ganar.

Es necesario ilustrar a los lectores que yo fui protagonista de un escenario de elección, en donde se tenía que elegir a un rector para  la Universidad Popular del Cesar, entidad esta que estaba en las peores situaciones académico administrativa de toda su historia, debido a la interinidad y a la pelea por el poder de la Institución, donde por culpa de ello, fue intervenida financieramente por el Ministerio de Educación Nacional, conmigo habían 9 candidatos y una de las soluciones para que no se realizara la consulta estamentaria y no siguiera la Universidad en interinidad, era que cuatro de ellos renunciaran para que el Consejo Superior designara uno de los cinco candidatos que quedaban, porque así lo determina la normatividad interna de la institución, pues bien, en aquel momento di un paso al costado en compañía de tres candidatos más, pensando en  el bienestar Institucional, en la recuperación de la gobernabilidad y sobre todo en una comunidad académica, dejando a un lado los egos, las grandezas y demostrando el amor por la Universidad, afortunadamente el Consejo Superior no se equivocó y eligió a Rober Trinidad Romero como Rector, quien ha desempeñado el mejor papel y ha demostrado su capacidad de gestión a punto de que la Universidad Popular del Cesar esté a puertas de la acreditación Institucional.

Dicho lo anterior y dando alcance a lo que sucedió en las campañas políticas a la gobernación, en donde prevaleció el discurso de odios y divisiones por parte de algunos candidatos y candidatas perdedoras, pero que promulgaban a grito entero que el Cesar necesitaba un cambio  y su lucha era por derrotar a los partidos políticos tradicionales, todo se volvió papurreta, cuando lo que tenía que hacer era unirse para lograrlo y demostrado quedó, las cifras no mienten, mientras Elvia Milena sacó un poco más de 231 mil votos, la suma de los votos de los demás  está alrededor de 260 mil, es decir una diferencia de 29 mil votos que le daría la victoria al cambio esperado por los cesarenses, pero no fue así,  pudo más el ego, el don de grandeza, la poca humildad, la insensatez, la mezquindad,  la falta de cordura y sobre todo pensar en el pueblo, aquel que hasta última hora esperó la famosa gran juntanza, para darle la oportunidad a una nueva forma y manera de administrar al Cesar.. Los grandes perdedores fueron los egos de aquellas candidatas y candidatos que sabían desde el principio que si no había unión estaban llamados al fracaso.  

Ego proviene del latín y significa “yo”. En la psicología se ha podido determinar por medio de análisis que el ego no es realmente lo que somos, sino la percepción que tenemos de nosotros mismos. Esto es dañino para todos los seres humanos, pero se exacerba el daño cuando el ego se descontrola en la política.

La historia no perdona, y menos debe perdonar aquellos que tuvieron en sus manos convertir el Cesar en un departamento  diferente, en donde la esperanza para todos era la sombra que  acompañaba  estas elecciones, pero que sea el mismo pueblo el que recuerde en cuatro años, quienes le negaron la oportunidad porque creyeron que lo sabían todo y fue allí donde cometieron el error, se convirtieron en dioses  dueños de la última palabra.

Solo queda desearle éxitos a la nueva gobernadora y a todos y cada uno de los alcaldes de nuestro departamento, que recuerden que de su gestión depende el bienestar de todo un pueblo.

Por: Emiliano Piedrahita Porras.

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