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¿Los dueños de lo propio o lo ajeno?

Por Sergio Barranco/@Sergio_Barranco

Es el tema del momento, el nacimiento de un fenómeno social de tantos que existen como el de las invasiones, en el que se evidencia la ausencia de fórmulas de vivienda.

¿Por qué ausencia? porque nunca han existido estas fórmulas a pesar de ser un derecho resguardado constitucionalmente. Pienso que la pelea que se forja actualmente en este país de acumulación de riqueza vs pobreza extrema,  un centralismo injusto y discriminativo, un pueblo maltratado por diversos factores ha posibilitado su surgimiento. Hagamos una delimitación y adentrémonos en lo que nos corresponde:  nuestro municipio, donde cada vez  se torna más fuerte esta actividad de supervivencia, aunque otros la tomarían como un negocio, me voy del lado del que ve la oportunidad de vivir bajo un techo indignamente, a pesar de ser responsabilidad del Estado en garantizarla, supliendo las necesidades mínimas este se hace el que no escucha, ni oye, ni ve, ni entiende y otros no le damos importancia porque no nos duele el mal ajeno, o le somos indiferentes, lo que m parece  un pensamiento egoísta y muy común. Esta anomalía deja entrever el gran abuso al cual nosotros apoyamos, es decir, que preferimos extensiones de tierra sin prestar ninguna función social ni ambiental, a permitir que cualquiera que busque protegerse de un sol inclemente o de agobiantes lluvias, que  un  interés general se vea relegado por un particular.

Según datos del Fondo de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana “Fonvisocial”  en la zona corregimental y urbana de Valledupar, existen más de 11 invasiones o por ahí pasaron, es preocupante, pero qué se puede hacer, siempre con el aliciente que todos prometen, de viviendas de interés social donde abunda el interés y  lo social es escaso, que resulta ser una ilusión antes que cualquier cosa, debido a una pésima planeación.

Este año se dio a conocer el gancho del Gobierno Nacional buscando una reelección con el proyecto VIP (Viviendas de Interés Prioritario) de la mano del Ministerio de Vivienda, el cual estipuló para el municipio un total de 2 mil 600 viviendas y que por ahora se construirían mil 600 cuyos beneficiarios son prioritariamente familias “desplazadas”; dichos hogares se otorgarán sin ninguna dación de pago, es decir, gratis, tendrán las condiciones de vivienda exigidas que permiten habitabilidad y no incomodidad, con acceso a internet sin ningún costo.

Esta noticia se mira desde ahora con regocijo y ojalá no se convierta en desolación. Porque con el pueblo se juega de tal manera que no nos importa abatir con sus esperanzas.

Aproximadamente hace un mes se dictó un fallo de la Corte Constitucional en la T-946-11, dentro del cual se ordena principalmente  materializar un derecho de cualquier colombiano como lo es su vivienda digna. En lo referente al desalojo de estas invasiones que se dictaminó por parte de la Corte Constitucional  tiene un desenlace tan lastimero, lo digo porque en su parte resolutiva se concede el derecho pero a expensas de un censo que permita ver su grado de vulnerabilidad e indefensión, que está de más por ser innecesario debido a que las condiciones están dadas,  y de una inclusión de política de vivienda en un Plan de Desarrollo que resulta ser superficial. Es de resaltar que la contienda por parte de estas personas  se llevó por el camino de la legalidad e impartición de justicia, también se presentaron protestas con ánimos conciliatorios, pero fue en un escenario complejo para un dirigente municipal que se ve abrumado por las administraciones pasadas y un concejo con un dinamismo muy gradual, que le es pasivo después de campaña a vox populi, como consecuencia de esta conducta genera que estas personas se sientan menoscabadas y tomen mano de las vías de hecho; Aquí la gente del común  ven con odio a muchas personas a las cuales les ponen membretes de desadaptados por solo querer defenderse y oponerse a salir de sus tierras, que no son de ellos pero que le dan un uso con fines generosos, lejos de un negocio  y con esta actitud no vulneran la propiedad privada si no que se aferran a un derecho que no es concedido.

Ojo, no por algunos crucifiquemos a muchos, veamos la problemática desde fondo,  pongámonos en lugar del otro, recordemos que la ignorancia es la defensa del indolente y que sepamos construir sociedad. He dicho.

 

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