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Los cuarenta años de la Universidad Popular del Cesar

Por Luis Zabaleta Cabrales

“Solo el uno por ciento de los científicos del mundo son latinoamericanos y de estos solo el 2 % son colombianos. Así mismo, entre las diez mejores universidades latinoamericanas, la Universidad de Los Andes ocupa el quinto puesto. La universidad colombiana contribuye además, solo con la cuarta parte aproximadamente en el total de las investigaciones realizadas a nivel nacional. No obstante, todas las universidades colombianas desde un punto de vista formal, declaran un interés por el conocimiento científico no solo para enseñarlo a los estudiantes sino también para profundizarlo, crearlo y proyectarlo a la comunidad.

Sin embargo, no hay correlación entre lo que predican muchas universidades como sus principios y objetivos y lo que realmente practican. Las habilidades, destrezas y conocimientos que trasmiten a sus estudiantes, no son siempre además los óptimos, los más avanzados o actualizados. Realmente son saberes, pero muchos de estos carecen de rigurosidad o actualidad científica porque fueron importados al país con muchos años de atraso y luego repetidos incansablemente por muchos años más en la cátedra universitaria a pesar de su notoria obsolescencia. Un ejemplo evidente de este desfase es la acreditación, la que ha sido practicada hace más de un siglo en otros países y en otros abandonada. En Colombia, en cambio solo a partir de la Ley 30 de 1992 se comenzó a discutir sobre cómo aplicarla.
La Universidad Popular del Cesar tuvo su nacimiento legal el 19 de noviembre de 1976, fecha en la cual las juventudes del Cesar, vieron convertirse en realidad las iniciativas y acciones llevadas a cabo por la diligencia política del Departamento, en sus anhelos de convertir a Valledupar en un centro de estudios superiores. Durante sus primeros años la Universidad logra un desarrollo sostenido pero lento. Apenas en 1982 con la expedición del Decreto 080 de 1980, la Universidad debe ajustar toda su estructura en lo académico y en lo administrativo de acuerdo con lo dispuesto en la Ley.
Durante esta etapa, la primera norma que se expide por parte del Gobierno Nacional para regular el funcionamiento de la institución es el Decreto 1963 de 1982, por el cual se aprueba el Estatuto General de la Universidad.
Hoy debemos reconocer que aun cuando la Universidad Popular del Cesar se encuentra en el grupo de las universidades que se crearon a partir de los años cincuenta, cuyo perfil se orienta primordialmente a la producción de profesionales para el mercado, está creando las condiciones para salirse un poco de este esquema a través de una persistente política de mejoramiento continuo del clima investigativo apoyado en un adecuado servicio de biblioteca, hemeroteca, laboratorios, redes computacionales y programas de posgrados.
Como consecuencia de esa política, hoy la Universidad declara superada la etapa de desarrollo lento. Hoy la Universidad ha entrado en un periodo de cambio más acelerado que le ha permitido colocarla en uno de sus mejores momentos, desde el cual hay que proyectarla y posicionarla entre las universidades importantes del país. Esto no aplica que se hayan superado todas las dificultades que debe afrontar a diario una institución de educación superior, ni que estemos satisfechos con lo logrado hasta el momento.
La Universidad no obstante ser la expresión más alta de la cultura es en esencia producto de la cultura humana y de las debilidades y fortalezas de sus creadores. La Universidad Popular del Cesar cumple 40 años de fundada y en el balance de su gestión transcurrida, debemos aceptar que pesan más los logros que los desaciertos. Gracias a la labor que han desempeñado con pulcritud y con celo encomiable sus rectores, docentes, administrativos y estudiantes.

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