Cinco hechos deportivos llaman la atención en estos momentos en el departamento del Cesar: uno anecdótico, uno irónico, uno negativo y dos positivos.
El primero es el caso del futbolista de La Jagua de Ibirico, Willer Ditta, a quien, en su momento, el Valledupar Fútbol Club lo ignoró y no le dio la menor importancia, hoy este jugador es figura en Argentina. El tema irónico es que mientras todos, dirigentes deportivos, instituciones, público y demás instancias, incluidos los medios de comunicación, hacen énfasis sobre el fútbol de la Primera B. esta no responde con altura y es la Tercera C, sin mucho cacarear, la que en estos momentos saca la cara por el Cesar, logrando clasificar a la quinta ronda nacional.
El punto negativo es la no realización en el Cesar de la Fase Departamental de Intercolegiados, situación que da al traste con el sueño de unos 500 estudiantes deportistas cesarenses, las razones que motivaron esta decisión no parecen muy claras y mucho menos justificadas.
Entre tanto, durante el puente festivo Valledupar fue el escenario ideal para dos eventos deportivos de importancia nacional, logrando una vez más distinguirse, en este año 2022, como ciudad deportiva de Colombia y con gran afluencia de público. Participaron más de 2.000 deportistas en las competencias de Carrera Ciclística Fondo Leyenda Vallenata y la Primera Media Maratón Valle del Cacique Upar, reviviéndose de esa manera el fervor deportivo que se despertó en los pasados Juegos Bolivarianos.
En medio de todo eso, es importante tener en cuenta que pese a las múltiples dificultades que vive el país y las regiones, a Valledupar y al Cesar en este 2022 le ha ido bien en materia deportiva y ha logrado despertar el interés del público frente a este tipo de actividades, por ello no se entendería que por parte de la institucionalidad se bajara el ímpetu y se dejara de aprovechar eventos como los Intercolegiados, es ahí donde están los verdaderos semilleros de futuros campeones del deporte.
También resulta lamentable que no se tenga la visión para acertar frente a deportistas valiosos como el caso de Willer Ditta, quien hoy debería estar defendiendo los colores de las banderas del Cesar o por lo menos haberse forjado aquí primero con apoyo local y no emigrar para poder encontrar oportunidades de éxito en otra parte.
En cuanto a los logros de la Primera C. vale la pena preguntarse ¿por qué en esta categoría si se alcanzan buenos resultados y no en la Primera B. que ha sido un fracaso total en este año 2022?, esa es una buena lectura que debe hacerse en el Cesar. De manera a priori se podría decir que en algo o en mucho está fallando la dirigencia deportiva junto a las instituciones. Tal parece que no ha habido una buena planificación a corto, mediano y largo plazo.
De muchas cosas buenas que le han sucedido a Valledupar y al Cesar en materia deportiva es menester mantener ese entusiasmo, pero necesario también revisar con lupa los lunares presentados en razón a que unas cuantas acciones negativas empañan el brillo de miles hechos positivos.