Un buen análisis de la gestión de los congresistas del Cesar hizo la iniciativa Congreso Visible, que desde 1998 promueve el Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes, para hacer seguimiento y análisis permanente del Congreso de la República.
El análisis es bueno, pero los resultados de la gestión de los cuatro representantes a la Cámara por el Cesar y su único senador, son malos, por no decir que pésimos. Con estadísticas soportadas en un juicioso estudio, demuestran que nuestros congresistas desperdiciaron la oportunidad histórica que adquiere una persona al ser la dueña de una curul en el Congreso de la República.
Los representantes Fernando De la Peña, por el PIN; Pedro Muvdi Arangüena, del Partido Liberal; José Alfredo Gnecco Zuleta, de la U, y Yensi Acosta, del Partido Conservador, en los pocos meses que estuvo en el Congreso, así como su reemplazo Juan Manuel Campo Eljach, y el senador del Partido Verde, Félix Valera Ibáñez, tuvieron un pobre desempeño en la actividad legislativa que concluye el próximo 19 de julio.
Según el estudio de Congreso Visible, los congresistas del Cesar han radicado, aun no terminan su periodo de cuatro años, un total de 72 proyectos de ley, ley estatutaria o acto legislativo. En su mayoría presentaron proyectos de Ley, con un 78%, aunque también presentaron proyectos de acto legislativo, el 19%, y proyectos de ley estatutaria, en menor medida.
72 es un número aceptable. Pero no, si de ese número, el 53% de los proyectos fue archivado, mientras que el 6% de los proyectos se convirtieron en ley o acto legislativo (4 proyectos) y el resto de los proyectos radicados por congresistas cesarenses se encuentran cursando trámite actualmente. Para Congreso Visible aunque la cifra parezca alarmante, es común que en el Congreso la mayoría de proyectos de iniciativa legislativa sean archivados.
Lo anterior a nivel cuantitativo, pero al hablar cualitativamente es oportuno que los cesarenses sepan que la mayoría de los proyectos presentados por los congresistas que eligieron en el 2010, son de alcance nacional (85%) y se presentaron una minoría de proyectos de tipo regional (4%) y local (11%). Es decir, que su departamento no fue su prioridad. ¿En que quedaron tantas promesas y anuncios?
Pero aquí no para el asunto. Lo más lamentable es que de los proyectos presentados, y entre esos los cuatro aprobados, la mayoría de los radicados fueron para honores y monumentos, con nueve, y solo siete se dedicaron a un tema de interés regional como es el medio ambiente.
Un dato interesante que nos deja Congreso Visible con este análisis es que desde 1998 no sale elegida una mujer cesarense al Congreso de la República. Una de dos: El liderazgo femenino ha perdido fuerza en el departamento o realmente los líderes políticos –los que tienen el poder y el dinero- no creen en las mujeres para desempeñar un buen papel en el Congreso.
Este es un panorama interesante para que los cesarenses piensen bien su voto para el próximo nueve de marzo. El voto es una gran responsabilidad que le otorga a los elegidos el poder de representarnos, en este caso, en el Congreso de la República. La oportunidad de que repitan los que ya fueron y se rajaron, o de elegir a nuevas figuras que tal vez tengan mejor desempeño, no la tienen los candidatos, la tiene el electorado. Por eso piense su voto y no lo bote.