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Los comerciantes de la plaza damnificados con la minga

Los vendedores ambulantes están dispersos por las esquinas de la plaza Alfonso López ofreciendo sus productos. Fotos: Leonardo Alvarado/ El PILÓN.

Con sus ventas reducidas hasta en un 50 por ciento, así aseguran comerciantes y vendedores ambulantes de la Plaza Alfonso López de Valledupar desde el pasado martes que comenzó la minga de kankuamos, yukpas, arhuacos, chimilas y wiwas.

“Esto está muy complicado desde el martes para acá. Todos los días me vendo hasta cuatro termos de café y desde que comenzó la minga solo me vendo dos termos diarios”, contó Gilma Bolaños, una vendedora ambulante que se rebusca con la venta de dulces y café.

En la mirada de Gilma Bolaños se puede observar el inconformismo y desazón por la situación que está viviendo. Mientras sirve un tinto de 500 pesos exclamó: “debieron pensar en nosotros también y no cerrar las calles”.

Pero Gilma no es la única que lamenta esta situación, Manuel Antonio Otero, recostado a uno de los muros del edificio Telecom, en los cuales ha pasado los últimos 20 de sus 73 años de vida, comentó que las ventas de su negocio están por el suelo.

“Solo vendí 20 mil pesos en todo el día”, expresó este adulto mayor que vende confites, galletas, revistas y periódicos.

Pero los vendedores ambulantes no son los únicos que han sentido el ‘bajonazo’ en las ventas, los dueños y los empleados que atienden en los locales comerciales que están en torno a la plaza también se han quejado ante la baja afluencia de clientes desde la concentración indígena.

Eliana Henao, quien atiende el local comercial ‘Encuentro Vallenato’ afirmó que el pasado martes abrió el establecimiento normal, sacó las mesas como de costumbre y que cuando eran las siete de la noche uno de los manifestantes se le acercó y le ordenó que cerrara el negocio.

“Uno de los señores de la minga me obligó a recoger las mesas y por eso mi jefe no quiso que abriera hoy (ayer). Está situación me afecta mucho porque yo necesito mi trabajo”, afirmó Henao.

Sin embargo, otra situación es la que está viviendo William Vega, un vendedor ambulante de la Plaza, quien afirmó que contrario a los que dicen, él si está vendiendo porque hay muchas personas que han llegado para observar lo que pasa y los mismos indígenas también le están comprando.

“No tengo queja de la minga porque hasta el momento a mi me ha ido muy bien. Los mismos señores de la minga vienen y me compran al igual que algunos turistas y transeúntes”, señaló.

Quienes subsisten del alquiler de carros y motos infantiles tampoco han podido trabajar en estos días de minga.

Al respecto, la secretaria de gobierno municipal, Sandra Cujia Mora, indicó que ese tema es el menos relevante dentro de lo que se está desarrollando en la plaza Alfonso López.

“Los vendedores no han dejado de vender por esta razón. A los cabildos indígenas nosotros teníamos que ofrecerles todas las garantías para que pudieran organizar la minga y eso es lo que hemos hecho”, manifestó Cujia Mora.

Inngry Jácome Serrano/ EL PILÓN.

 

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