El ser humano y la naturaleza se pueden encontrar directamente vinculados a los colores y con ellos, al estado de ánimo.
Se dice que de una u otra manera las personas que viven en ciudades frías, también llamadas ‘grises’, donde hay neblina o llueve regularmente, se deprimen con más frecuencia que aquellas que viven en ciudades donde la luz del sol refleja los colores de las flores y las frutas, dándole al entorno un tono de alegría.
La influencia que el color tiene sobre los estados de ánimo, puede ser más grande de lo que se puede llegar a imaginar debido a que éstos, en lugar de verlos, se pueden sentir.
Usar algunos colores de la ropa para mejorar las situaciones del día a día, por ejemplo, el rojo es uno de los más apetecidos por las personas, para atraer la atención en las citas o presentaciones importantes donde se necesite mantener la atención de otros sobre sí. Este es un buen color para usar en citas románticas.
El naranja, color antidepresivo por excelencia, si una persona se encuentra en esos días donde se siente bajo de ánimo, se recomienda que use este color, que invita a la socialización.
Por su parte, el amarillo, produce energía positiva e inspiración, sin exceso ya que puede reflejar superficialidad e hiperactividad. El verde, emana calma y relajación, evítalo si necesitas mucha energía para trabajar. Entre otros.
Los colores necesariamente no tienen que usarse de pies a cabeza. Se puede usar en un bolso o accesorios; para esto también se debe tener en cuenta el tono de piel y, así, buscar el que mejor se acomode.
Cuando una persona se levanta por la mañana, se baña y luego debe escoger lo que va a ponerse para enfrentar el día; para los que les pasa esto con frecuencia y se sienten mal, lo ideal es que se vistan con algo especial y de esa manera sentirse a gusto ante los ojos de los demás.
Xilena López, estudiante, opina que el tema de los colores en la ropa es de suma importancia para ella, “creo que cuando uno se viste con colores vivos, es porque está feliz, contento o con ganas de hacer cualquier cosa; yo por ejemplo hoy estoy vestida de color verde pero es un verde muy suave, la verdad no hay muchas ganas de hacer nada hoy, es como mantener la calma y ya. Por ahora no es que esté muy bien de ánimos y la verdad hoy siento que quiero mi espacio para pensar y relajarme”.
Los colores no son un factor determinante para curar alguna dolencia, pero sí pueden cambiar las emociones. Y aunque sea un pequeño porcentaje, estos influyen en el estado de ánimo.
“He notado que dependiendo el color se trabaja el estado de ánimo, a mí por lo menos me gusta usar mucho unos zapatos verdes, estos me hacen sentir como más vistoso y con serenidad, hace que resalte algo en mí y me gusta combinarlos con colores como el negro y el blanco”, estas son unas de las preferencias que tiene el estudiante Yahir Pimienta, al momento de vestirse.
Dependiendo la situación que esté viviendo cada persona, puede escoger los colores que quiera portar en el día, de esta forma buscar la manera de encontrar la armonía y seguridad consigo misma.
Por Pilar Peña Toloza