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Los cobradiario y su riesgoso sistema financiero

Los cobradiario son temidos en la ciudad pues a veces utilizan la intimidación y hasta la violencia física para obligar a los clientes a pagar. ANDRES LLAMAS NOVA / EL PILÓN

La tarea de localizar a algún cobradiario que quisiera contar su historia en Valledupar no fue para nada fácil, pero empezando por donde era más lógico, es decir, por sus clientes, EL PILÓN logró entrar a la clandestina oficina de uno de los prestamistas de la ciudad, también conocidos como ‘gota a gota’, la cual tiene más de 600 clientes en esta capital.

A las 5:00 p. m. empezaron los recaudadores entrar y salir, cerrando el día después de recorrer la ciudad.

En total reserva de identidad tanto de la suya como la del negocio, el propietario- a quien llamaremos Enrique*, explica los detalles que hacen parte de esta actividad sin avisos en las puertas y sin publicidad en las emisoras.

“Tengo a mi cargo cuatro trabajadores en una empresa de año y medio. Antes de esto prestaba plata quincenal y mensual, diario muy poco, al ver que hay gente que trabaja diario y paga diario decidí pasar al ‘gota a gota’: el de la tienda, el de Mercabastos, el taxista, el mototaxista, ellos ganan plata a diario”, manifestó el prestamista mientras el de la caja organizaba las cartulinas y atendía a los motorizados que iban llegando.

Este cobradiario es consciente de que su actividad es ilegal y por esa razón maneja bajo perfil; utilizan empresas registradas legalmente, la mayoría con registro mercantil pero para comercializar electrodomésticos (la de Enrique está registrada). Enrique resalta que no sería posible hacerlo “de frente” porque no pueden jugar las mismas reglas de la banca.

“Lo que pasa es que una persona que tiene su venta de frutas van a una financiera y no les prestan porque están reportados, o no tienen vida crediticia, entonces buscan al pago diario sin fiador, sin letra, sin nada. Nosotros asumimos el riesgo. Esto es un cara y sello porque tú no sabes si el man se te va”, agregó.

En el mundo del cobradiario la palabra vale mucho y es la única prenda de garantía. Por eso Enrique asegura que la firmeza y, de ser necesario, la agresividad es la única medida de prevención para no perder la inversión.

“Prestamos al 10 por ciento. Mínimo 50 mil, máximo un millón 500 mil, depende del cliente”, precisó.
“El tumbe más grande que me han hecho fue de 500.000 pesos una vez, un cliente que se voló. La gente al prestarles fácil se comprometen y pagan, pero hay que estar pilas porque se vuelan. Mira lo que ocurrió en Brisas de La Popa”, mencionó al referirse a los ocho cobradiario que fueron capturados el pasado 20 de octubre porque se metieron a una vivienda para llevarse lo que pudieran porque el cliente era reacio a pagar.

Por este hecho fueron detenidos por la Policía Nacional, pero bajo el delito de violación a domicilio y daño en bien ajeno. Ya están libres pues se trata de delitos menores y al parecer el afectado no presentó denuncia.

En el barrio Populandia, un cobradiario dijo a EL PILÓN que luego de un atraco tuvo que cambiar su agenda en el recorrido y modificar ciertos aspectos. “Yo los vi donde venían en dos motocicletas, intenté huir pero no pude, parece que me reconocieron como cobradiario por el maletín, por eso desde entonces salgo a cobrar sin el maletín”, afirmó.

Ahora tienen que andar en grupos para sus labores de recaudo porque son presa fácil de los delincuentes. “A nosotros nos toca porque mientras uno cobra el otro cuida, nos dividimos la plata o uno carga las cartulinas y el otro el dinero para no caer juntos y perder”, explicó uno de los cobradiario.

Los clientes

Para poder entender mejor en que consiste esto de los cobradiario hay que hablar de la ciudadanía que hace parte de esta extensa lista de clientes no bancarizados o reportados en centrales de riesgo.

Sandra Escobar*, una microempresaria informal del centro de Valledupar, asegura que no hay nada más fácil que conseguir el dinero con los cobradiario, porque ellos no piden ningún tipo de documento para los préstamos.

“Yo presté 150.000 pesos a un mes, pago diario 6.000 pesos, termino pagando 180.000 pesos. Prefiero prestarles a ellos porque mi hermana me jodió en un banco. La mayoría de las veces presto para pagar el arriendo o el plante del negocio”, explicó la comerciante.

Una historia parecida vive Juan Pérez*, quien quiso invertir en el billar que tiene en el barrio El Pupo pero cuando no pudo conseguir el dinero en el banco, acudió a otras empresas financieras que hoy abundan en la ciudad, pero cree que estas son más agresivas que un cobradiario.

“No te puedes caer una cuota porque te llaman hasta de noche a intimidar con reporte en Datacredito. Han venido y ni siquiera es fácil porque esas empresas son peores que un banco para pedir papeles. Al final me quedo con los ‘gota a gota’”, reconoció el comerciante que en la actualidad, tiene cinco cartulinas, es decir, cinco créditos, de dos cobradiarios distintos.

Como Juan Pérez* hay miles de personas en la ciudad, que se ven obligados a recurrir al sistema del ‘gota a gota’.

¿Qué tal los bancos?

La comunidad reportada en las centrales de riesgo y la reacia a acudir a los bancos, debe saber algunos de los parámetros mediante los cuales podría acceder a créditos o microcréditos “flexibles”, que podrían dar solución a sus necesidades financieras.

Las entidades financieras que prestan relativamente a bajos intereses regidos por la Superintendencia Financiera, con tasa de interés entre el 3.1, 3.2, 3.9 % anual, indican, por ejemplo que si usted solicita un millón de pesos a 12 meses, terminaría pagando cuotas de 110.000 pesos en promedio: la suma, con intereses del 3 % en promedio daría a final del crédito un millón 320.000.

Hasta ahí, las cifras no intimidan a los potenciales clientes. El problema radica en las exigencias, tiempos y formas de cobro de las entidades financieras, con amenaza de reporte en centrales de riesgo, que para muchos es más incómodo que ocho cobradiario en la puerta.

Según las políticas actuales de las entidades financieras, hasta los informales que venden fritos en una esquina, mercancías de manera independiente, pero con microempresa de un año de antigüedad, pueden recibir un préstamo; sin codeudor, pero aportando firma que autorice la consulta en Datacredito y una encuesta de flujo de caja, estabilidad del negocio, entre otros. Las aprobaciones y desembolsos son máximo en 72 horas y el cliente paga por ventanilla en el banco o por sistemas reconocidos como Efecty o Supergiros.

Visitar una entidad crediticia para solicitar un crédito de libre inversión es a pesar de los formalismos una opción frecuente.

“Fui a prestar plata al banco para montar un negocio y allá me dijeron que tenía que tener un negocio, presentar facturas, facturas de compra, dirección porque me iban a visitar a ver el negocio y yo no lo tenía, quería montarlo, entonces tuve que prestarle un carrito de esos de comidas rápidas a un vecino, unas sillas, unas ollas y otras cosas para que vieran que yo tenía negocio y lo de los papeles fui consiguiendo facturas viejas. Me prestaron $1.800,0000 y empecé a pagar las cuotas pero me caí y quedé reportada. Todavía me llaman a cobrarme”, dijo Esperanza*, residente del barrio La Victoria, quien como la mayoría de personas entrevistadas para esta publicación pidieron reserva de su identidad.

Todos saben que de una u otra forma defraudan, engañan, para obtener dinero y “tapar huecos” malograda situación financiera y ahí es donde entran los cobradiario. “Ahora tengo tres cartulinas y aquí tengo el negocio”, agregó Esperanza mientras lava el carrito, alquilado por cierto.

De cierto modo, las formalidades bancarias invitan al cliente a valorar más el dinero prestado. De allí que muchas personas se excedan en la solicitud de dinero fácil a los cobradiario y luego sea la violencia el mecanismo que remplaza el cobro jurídico de los bancos.

“A mi hermana vinieron a matarla una vez por 700.000 pesos y esa vez vinieron dos motos y un carro. Si mi hermano no hubiera estado quizá que habrían hecho, él les abonó algo y luego terminaron de pagar la deuda”, afirmó otra ciudadana.

“Hay gente que pide plata prestada para pagarle a otro cobradiario. Ya uno está acostumbrado a que cuando uno llega, detrás llegan otros o a veces uno los encuentra”, dijo un cobrador.

Campañas para desestimar el cobradiario

La Policía Nacional todavía tiene en marcha una campaña para desestimar a los cobradiario en la ciudad, a través de volantes, visitas a los negocios y comunicados a través de los medios de comunicación y aunque no se conoce el porcentaje de clientes que los prestamistas ilegales le quitan a la banca, la cifra puede entenderse al saber que cualquier conocido, vecino o amigo, ha tenido o tiene una cartulina de los ‘gota a gota’.

Las constantes quejas por las intimidaciones de los cobradiarios son el principal motivo por el cual se activaron las alarmas y ahora hay policías invitando a la ciudadanía a no utilizar este mecanismo de crédito fácil. Las cooperativas financieras ofreciendo créditos en los parques y los bancos a través de los medios convencionales y no convencionales para captar clientes.

Sin embargo, Enrique, el cobradiario que aceptó una entrevista con EL PILÓN, considera que no es descabellado pensar que podrían legalizar la actividad que ejerce pues está lejos de acabarse la necesidad de la gente ante las dificultades financieras. “Toca pagar cobrador, combustible, rodaje y todo eso es gasto me entiendes, pero algún día es posible legalizarse porque el ‘gota a gota’ no lo acaba a nadie, puede que lo controlen y minimicen, pero no lo acaban”, puntualiza.

“Eso es lavado de activos”

El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón Márquez, señaló con firmeza a los cobradiario pues, en la entidad que dirige, existen un sinnúmero de empresas fachada que finalmente cometen el delito de lavado de activos, una actividad ilegal que le cuesta billones al Estado anualmente.

“Tu encuentras muchos regustos de personas naturales sin establecimiento de comercio con diferentes actividades y esa es una forma de ocultar la verdadera actividad ilegal que desarrollan porque no tienen el control de la Superintendencia, entonces quieren legalizarse como comerciantes con una matrícula mercantil y una actividad ficticia para a través de la misma desarrollar la actividad ilegal”, enfatizó Urón Márquez.

Según el presidente de la Cámara de Comercio, cuando los ilegales son abordados por las autoridades legalizan la situación diciendo que son pequeños comerciantes de electrodomésticos de graneros o suministro de bienes.

“Aquí se requiere una inteligencia muy fuerte de parte de Sijín porque es una modalidad de extorsión donde inicialmente en forma amigable y generosa le ofrecen en calidad de préstamo recursos a mucho microempresarios con unos intereses que rayan en lo criminal y en la usura y después el cobro lo hacen a través de la intimidación”, explicó.

Según el líder gremial, el Gobierno Nacional tiene que combatir a los cobradiario con intervenciones al sector financiero, que debe empezar a implementar préstamos sin tanto papeleo con intereses bajos, “porque le están entregando gran parte de la torta a los ilegales”, concluyó el presidente de la Cámara de Comercio de Valledupar.

La Cámara de Comercio de Valledupar considera a los cobradiario como empresas fachada del lavado de activos.

“En este negocio lo que vale es la palabra, hay que darle manejo a las cosas porque nosotros beneficiamos a esa gente a la que los bancos no les presta”: cobradiario.

Por Andrés Llamas Nova / EL PILÓN

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