Se suele en corrillos políticos especular sobre la suerte de las demandas que cursan contra la gobernadora Elvia Milena Sanjuán, decisiones que no son de nuestro resorte. Sí el apoyo a la continuidad y persistencia del Gobierno departamental en los proyectos de infraestructura con los que se viene comprometiendo. Que en general nos parecen necesarios y ajustados a las expectativas ciudadanas y de progreso de Valledupar y del departamento.
Consideramos, en proyectos que se presentan al Gobierno nacional, que darle un segundo aire en este mandato de Petro, como hemos insistido en estas páginas, y ha propuesto la gobernadora Sanjuán, al Pacto Funcional Territorial Cesar – Guajira, es acertado, pues es un instrumento vigente y que ya dio muestras en el gobierno Duque de ser efectivo, sus obras se han venido viendo, como, entre otras, las actuales en ejecución y próximas a inaugurarse en próximos meses, la Plaza de Vendedores, la de la segunda etapa de la Universidad Nacional o algunos tramos viales en el departamento como el de La Paz- Manaure. En ellas la Nación hizo un aporte significativo. No creemos que en medio de las restricciones fiscales del gobierno central no se puedan cofinanciar nuevas obras, y adelantar un Plan Vial II, enfocado a vías claves para la producción campesina, un Plan de Infraestructura educativa II, y el programa de acueducto y saneamiento básico, principalmente. Incluso terminar obras inconclusas como los 16 kilómetros por pavimentar entre Codazzi y Cuatro Vientos a cargo del Invías o la adición para completar la II calzada Valledupar – La Paz, a cargo de Findeter. Al final, lo que se logra dentro del esquema del Pacto es una cofinanciación de fuentes de recursos entre la Nación y los gobiernos sub-nacionales.
En ese orden podrían caber obras como las de abastecimiento y redes de Valledupar, y otros municipios; y las de la nueva Planta de Agua Residual PTAR, vital para la recuperación del río Cesar y los municipios abajo del Salguero, un proyecto costoso que quizá se podría hacer por etapas funcionales. La estrategia de acompañarse en la petición ante el gobierno de todo el bloque de congresistas del departamento, sin excepciones, es obvia y apropiada.
Hay que recordarle también al gobierno de sus compromisos con la construcción de nuevos hospitales y de sedes de universidades en el departamento, para mejorar la atención y cobertura de esos servicios vitales.
Un buen propósito también debería ser el de exigirle al gobierno Petro que cumpla, con recursos propios, con los proyectos en el territorio listados dentro de su propio ‘Plan Plurianual de Inversiones’ del Plan Nacional de Desarrollo, PND, tales las dobles calzadas de Valledupar a San Roque, y de Valledupar a Maicao, priorizando el tramo hasta San Juan.
La gobernadora Elvia Milena también se ha comprometido con obras en la ciudad, como recuperar colegios, repavimentar la Simón Bolívar, sector Cortijos, y adelantar la llamada Avenida del Río y El Malecón paralelo, cuyo diseño debe ser ampliamente socializado, denominado el gran Ecoparque en el estudio de plan maestro de Findeter, el BID y la Alcaldía de Valledupar. De esa socialización pueden surgir ideas de mejora, en los aspectos ambientales, sociales y urbanos, minimizando impactos indeseables, articulándolo con el centro histórico, haciendo manejos prediales y reubicaciones de vivienda inteligentes; en fin de respaldo ciudadano a un proyecto que nunca hemos dudado en apoyar desde este medio y que acertadamente el gobierno departamental quiere desarrollar. Esperamos que se haga bien.