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Los Besotes, en Diálogos de Ciudad

Por: Luis Elquis Diaz

El agua dulce equivale a menos del 3% de todo el mundo, el restante es agua de mar que no es potable. Es curioso que mientras la “Water For People, Water For Life” abre debates en torno al uso del agua, en lo referente a los fines industriales y en la irrigación para la producción alimentaria, en nuestra ciudad y en países como el nuestro el debate se formule por las consecuencias que afectan al sector comercial, iniciativas como por ejemplo el del Día sin Carro; minimizando las consecuencias del cambio climático.

El cuidado del medio ambiente en ocasiones no es prioridad, sólo supone alertas que anuncian las profecías, no obstante a las verdades que asoman diariamente. Cuidar nuestro hábitat es una responsabilidad compartida que surge del compromiso individual. Es necesario sostener el compromiso por los recursos naturales, inexorablemente escasos, principalmente con la celebración de los tratados comerciales, en el sentido que los recursos no renovables no son transables. Especialmente porque  en los países de ingreso bajo y medio, el 10% del consumo de agua es para fines industriales, en cambio en los de mayor ingreso alcanza el 59%. En muchos países en desarrollo, la irrigación es responsable por el uso de más del 90% del agua extraída de las fuentes disponibles, lo que tiene implicaciones en materia de seguridad alimentaria.
No obstante estos indicadores, en los países en desarrollo la producción alimentaria no es suficiente, pues no satisface las necesidades alimentarias de la población, es probable entonces que la causa esté en la dirección de las políticas agropecuarias, amén de la problemática ambiental del planeta.

Este breve resumen quiero enlazarlo con la convocatoria que nuevamente hizo el doctor Dickson Quiroz, a través de Diálogos de Ciudad, con el fin de encontrar convergencias sobre el proyecto multipropósito de los besotes. En esta ocasión no pude asistir, sin embargo es un tema relevante de inclusión y transcendental para la humanidad con epicentro en nuestra ciudad. Reconozco en esta iniciativa un grito ciudadano que establece una hoja de ruta para consolidar propuestas asertivas para la gestión gubernamental.

Los besotes es un proyecto macro que aun no se consolida, depende de distintos actores; sin embargo mientras se construyen los acuerdos, la licencia ambiental, la inserción en el plan de desarrollo del próximo cuatrienio, es pertinente que EMDUPAR asuma el liderazgo salvaguardando la fuente natural del agua que consumimos los habitantes de Valledupar, desde una perspectiva orientada al saneamiento fiscal, con el objeto de concienciar a la ciudadanía, no solo en el cumplimiento del pago por el servicio, sino además protegiendo la fuente y ofreciendo un servicio de calidad, pues recientemente el andamiaje que procede en la potabilización del agua, que desciende de la Sierra Nevada no es la mejor. Pese a la pureza con la que desciende; por ello es perentorio revisar el proceso de producción y la planta física. Los vallenatos tenemos la suerte de no hacer parte del 40% de los colombianos que consume agua del contaminado Rio Magdalena, por lo tanto amigos lectores en lo relativo a nuestra labor ciudadana, cuidemos el Rio Guatapuri.
En un acta quedó plasmada la firma y la buena fe de nuestros dirigentes; de ellos depende, que muy a pesar de las tenebrosas profecías ambientales, se inicie la construcción de una obra que elimine el desperdicio del líquido preciado, así mismo se constituye en un elemento que beneficia al sector industrial y fundamentalmente la seguridad alimentaria de los vallenatos.

Elquis0127@hotmail.com

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