A Ever del Cristo Anaya Ruiz, alias el Oso, quien deberá responder ante las autoridades por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir, fabricación, tráfico y porte o tenencia de armas de fuego y desaparición forzada, se le atribuyen múltiples homicidios selectivos en Valledupar.
De acuerdo con las autoridades, este delincuente sería el posible determinador y autor material de varios asesinatos en la capital del Cesar por la búsqueda del control territorial en el sector de ‘La Macarena’ y los barrios Pescaíto, Nueve de Marzo y El Paraíso.
A Anaya Ruiz, le atribuyen el homicidio registrado en el año 2021 de los alias ‘Santos’ y ‘Yony’, expendedores de estupefacientes. El móvil sería el control territorial.
Así mismo, lo señalan de ser el responsable de la muerte de Ángel Flores Morales, en 2022. Presuntamente esta muerte obedeció a ajustes de cuentas.
También, es acusado del asesinato en el 2023 de alias “La Conga”. Supuestamente este crimen fue cometido por ajustes de cuentas.
De igual forma, se investiga su autoría en los desmembramientos de cuerpos hallados sobre la margen derecha del río Guatapurí en 2023.
ASPECTO DE INTERÉS
Este delincuente, que encabezaba el cartel de los más buscados del Cesar, habría hecho parte de la estructura del Clan del Golfo, con quien posteriormente entró en confrontación. “Con esta captura lo que hicimos fue prolongarle la vida a esta persona y garantizarle sus derechos para que mantenga su vida en el centro carcelario”, dijo el coronel Alex Durán, subcomandante de Policía Cesar, explicando que este actor criminal tenía una disputa territorial con otros grupos como el Clan del Golfo por el control del territorio producto del narcotráfico y homicidios. “Sabemos que esta persona era perseguida por estos otros actores”, acotó.
Cabe recordar que “el Oso” fue capturado por orden judicial el pasado viernes 15 de marzo en un operativo conjunto entre Sipol, Sijín, Gaula y Fiscalía, gracias a la colaboración ciudadana.
Esta operación fue programada durante cuatro meses, donde semanalmente los informantes se reunían con las autoridades.
En medio de esta aprehensión las autoridades no tuvieron que reaccionar con armas, fue una acción “limpia y sin ningún tipo de confrontación de violencia”.