La comunidad arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta decidió, por primera vez, llevar un candidato al Concejo de Valledupar. Se trata de Ramón Villafañe, un joven arhuaco de 30 años de edad. Villafañe vive en Sabana Crespo, corregimiento de Valledupar. Desde el corregimiento hasta la zona más alta de la Sierra Nevada viven alrededor de 14.000 arhuacos, según los datos internos.
Con un español entendible, pero con algunos errores, Ramón Villafañe dijo a EL PILÓN que la comunidad arhuaca tiene mucho que enseñarle a la ciudad. “No quiero envenenarme con la política de acá (occidente). Creo mucho en la colectividad. El arhuaco tiene mucho que enseñarle al pueblo vallenato. Por ejemplo, la igualdad”, aseguró.
De apellido tradicional dentro de la etnia, Villafañe hizo carrera como líder en el pueblo arhuaco antes de ser elegido para el Concejo. Primero fue representante en la Institución Educativa Indígena Kankawarwa, en el corregimiento Sabana Crespo. En secundaria fue cabildo escolar. Desde el 2013 se desempeña como secretario de la comunidad en Sabana Crespo.
“Como las autoridades me vieron la voluntad, esas ganas de servirle al pueblo, y como tenemos posibilidad de poner un concejal con las personas de allá, el pueblo decide apoyarme”, relata Villafañe.
UN VOTO COLECTIVO
La comunidad arhuaca de Pueblo Bello siempre ha participado en política, con candidatos a la Alcaldía y listas al Concejo. En Valledupar han participado de forma colectiva, pero a través de otros candidatos. Hace cuatro años apoyaron al alcalde Mello Castro, y luego al congresista Carlos Felipe Quintero.
En estas elecciones ya definieron su apoyo a Ernesto Orozco. Este es uno de los votos más deseados de la ciudad. Además de ser una comunidad de más de 14.000 personas, los arhuacos votan casi de forma unánime en las 6 mesas instaladas en Sabana Crespo.
Si logran votar en colectivo, como acostumbran, seguro elegirán el primer concejal arhuaco de Valledupar. La comunidad wiwa ya logró sacar un concejal hace cuatro años, con la sorpresiva votación de Pedro Loperena.
Ese espíritu colectivo del arhuaco hace parte del discurso de Ramón Villafañe. “Vengo de un pueblo humilde, que en parte desconoce el sistema. A veces se prometen muchas cosas. Le he dicho al pueblo: vamos a construir juntos. No voy a construir solo, sino entre todos”, concluyó.
¿Y la naturaleza? “En la Sierra Nevada la riqueza más grande es la nieve y los picos nevados que nos dan el agua. Y le quiero decir a los vallenatos: vamos a protegerlos. El calentamiento global nos amenaza”.
Por Deivis Caro