En hora buena, en Valledupar, una de las ciudades más verdes de Colombia, se comenzó a establecer la ruta para la declaratoria de los primeros árboles patrimoniales.
La semilla de esta iniciativa la sembró desde el ámbito académico el periodista Martín Elías Mendoza, a través de su trabajo de grado en la maestría ‘Pedagogía Ambiental para el Desarrollo Sostenible’, en la Universidad Popular del Cesar
El terreno fue abonado por esta casa editorial, que acogió la investigación del comunicador como tema del pasado Foro del Árbol (que organizan EL PILÓN y La Mesa del Árbol). En ese espacio se comprometió a las autoridades ambientales del departamento y municipio para que adelantaran la declaratoria patrimonial de los primeros árboles.
Ya en otras ciudades del mundo se ha avanzado en declaratorias de este tipo para blindar jurídicamente a los individuos arbóreos que se destacan como protagonistas silenciosos de la historia.
Se trata de reconocer el valor histórico, social, cultural y ambiental de estos monumentos vivientes, que para su conservación requieren de atención especial de las entidades públicas y de la ciudadanía.
Muchos hablan de la reforestación, pero hay un aspecto del que poco se habla: más allá de motivar a las personas e instituciones a sembrar árboles, hay que promover también la importancia de valorarlos y aprender a convivir con ellos.
En ese sentido, los mejores maestros son los mismos árboles, los más antiguos guardianes del planeta y principales actores contra el cambio climático.
En Valledupar hay una cercana pero no satisfactoria relación entre árboles, comunidades y autoridades. Los árboles no pueden ser vistos como problemas, sino como elementos de solución.
Valledupar debe avanzar en la declaratoria de sus árboles patrimoniales antes de que la desidia de los gobernantes de turno tale nuestra historia.
Que no pase con los árboles en condiciones patrimoniales lo que pasó con el mural ‘Tierra de Dioses’, del maestro Germán Piedrahita, que se borró aunque representaba nuestro patrimonio cultural.
Hay identificados por lo menos 10 árboles emblemáticos, de más de medio siglo de edad, condición primordial de los patrimoniales.
También hay árboles de interés público, más jóvenes, pero igual de importantes. Recientemente se plantaron dos árboles que pueden ser declarados de interés público para que con el tiempo lleguen a la categoría patrimonial: el plantado en homenaje al biólogo arborista Miguel Ángel Sierra (frente al coliseo Julio Monsalvo) y el de los Juegos Bolivarianos, en la unidad deportiva la Gota Fría.
Gracias a Corpocesar, a la Secretaría de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Turismo, a la Mesa del Árbol y al Foro Ambiental del Cesar, por asumir el acompañamiento técnico en esta apuesta de ciudad que en su debido momento florecerá para que a través de los árboles también se fortalezca la educación ambiental.
Con motivo del encuentro universal COP 27, en el arenoso Egipto, donde llegó ayer el presidente Petro, manifestamos que nuestro grano de arena no sobra.