Grandes pérdidas tiene la dinastía Zuleta a lo largo de su historia, heridas abiertas que dejaron huérfanos no solamente el amor de toda una familia, sino el futuro del folclor entero.
El vallenato sueña con que vuelvan baluartes como Emiliano Zuleta Baquero, ‘El Viejo Mile’, para que fecunde en el vientre bendito de Pureza del Carmen Díaz Daza talentos como Héctor y Mario, los que partieron sin dar explicación.
En el Cementerio Central de Valledupar, lugar donde reposan sus restos mortales en la bóveda número 209 del Campo Santo están los restos mortales de María Francisca Díaz (madre de Carmen Díaz), Darío Enrique Díaz, Emiliano Zuleta Baquero, Pureza del Carmen Díaz, Mario José y Héctor Arturo Díaz, y Antonio Vergara Zuleta (‘Toño’ Cassete, nieto).
Son 19 los compañeros inseparables de los integrantes de la dinastía Zuleta: Juan Manuel Arzuaga, Inirida Castañeda, Manuel Andrés Torres, Dolores Zuleta Arias, Cerafina María Potes Castro, Paulina Concepción Gutiérrez Potes, Dolores Arboleda Cano, Eduardo Arias, Teotiste Arias, Tirso Arias Almenares, Alfonso Solano Clavijo, Lázaro Araujo, Rosario de Araujo, Rosa Araujo Cotes, Ketty Durán de Orozco, Gloria Orozco Córdoba, Ana Teresa Amaris de Pineda, Andrés González Zuleta y Manuela Pineda. Fallecieron entre 1973 y 2008, la última en hacerlo fue Paulina Concepción Gutiérrez Cotes, el 2 de mayo de 2008. Sin duda los Zuleta nunca están solos.
Adiós al genio
El primero que murió fue Héctor Arturo Zuleta Díaz, considerado un genio de la música. Inició a los 17 años y falleció cuando tenía 21. Era productor, compositor, verseador y músico completo.
Nació el 29 de septiembre de 1960 en el barrio San Luis de Villanueva, municipio del departamento de La Guajira, se ubica a 50 kilómetros de Valledupar tomando la carretera que primero pasa por La Paz (Cesar), luego bordea a La Jagua del Pilar y atraviesa a Urumita (La Guajira), ese era el recorrido que hacía Héctor Arturo, el menor en el hogar de Emiliano y Carmen, el consentido especialmente de su madre, quien lo trajo a la capital del Cesar cuando apenas tenía seis años; Carmen Díaz dejó el hogar con Emiliano Zuleta Baquero porque estaba dedicado a amenizar parrandas y permanecía fuera de la casa.
El instinto maternal no hizo que Héctor perdiera el amor por la música, al contrario, lo desarrolló más que sus hermanos Emiliano Alcides, Tomás Alfonso y Mario, porque Fabio nunca fue músico. El joven fue adoptó raíces vallenatas y les agregó su estilo propio.
En la música inició al lado de su hermano Mario, después integró la agrupación de Óscar Negrete y Alberto Ariño, tocando la tumbadora. Con un objetivo claro Héctor perseguía sus sueños, así entró a los Hermanos López, cuando Gustavo Bula era el cantante y hasta le grabaron una sus canciones (‘La moneda de 50’).
Al mundo del disco el más pequeño de los Zuleta llegó como acordeonero por sus propios medios, teniendo como cantante a Adanies Díaz con quien grabó tres Long Play: ‘Sensacionales’ (1980), ‘Pico y espuela’ (1981) y ‘Nuevamente sensacionales’ (1982), incluyendo éxitos como ‘Marianita’, ‘El cobarde del pueblo’, ‘Injusticia’, ‘Pico y espuela’, ‘Bendita duda’, ‘Estrella fugaz’.
Era rápido, digitaba su acordeón de una extraordinaria manera, creaba con facilidad versos y tenía algo especial como decía su madre, “Héctor era el más simpático de mis hijos”, eso hacía que las mujeres lo referenciaran con facilidad. La primera canción la hizo cuando tenía 15 años y la grabaron sus hermanos, ‘Homenaje a la Vieja Sara’.
Balazos de escopeta silenciaron su nota aquel fatídico 8 de agosto del año 1982 y cercenaron la inspiración del más prometedor de la dinastía. Una muerte en extrañas circunstancias que dejó un manto de especulaciones en la historia.
Adiós a la matrona
Con la muerte de Héctor Arturo su madre quedó muy afectada, nunca dejó de llorarlo y lo recordaba en cada entrevista concedida. ‘Poncho’ Zuleta dice que la partida tan temprana de su hermano aceleró el deceso de la vieja Carmen Díaz.
A la edad de 79 años, la madre de la dinastía de los hermanos Zuleta, la esposa del viejo Emiliano con quien tuvo ocho hijos, falleció en Valledupar. Pureza del Carmen Díaz Daza había nacido el 15 de octubre de 1922 en Villanueva (La Guajira) y dijo adiós un 12 de abril de 2002.
Me lleva él o me lo llevo yo…
Cinco años después de la muerte de Carmen Díaz, el hombre que se inspiró en ella para hacerle cualquier cantidad de canciones se fue a acompañarla.
El 30 de octubre de 2005, Emiliano Zuleta Baquero falleció en una clínica de Valledupar, cuando tenía 94 años y seguía entregando alegrías a sus familiares y amigos. Fue parrandero y mujeriego, acostumbrado a cantarles a Rafael Escalona, Gabriel García Márquez y otros personajes de la región.
Se fue y dejó un legado musical y cultural que muy difícilmente podrá desaparecer, los principales baluartes son sus hijos Emiliano Alcides y Tomás Alfonso, homenajeados en esta versión del Festival Vallenato.
Me le dice a Carmen Díaz /
Que sufra y tenga paciencia /
Porque ella muy bien sabía /
Que Emiliano es sinvergüenza.
Triste final: Mario José
Mario José Zuleta Díaz salió de su casa en el barrio Los Cortijos de Valledupar y desapareció. Sus familiares lo buscaron pero no encontraron rastros de él ya que había dejado la cartera y su teléfono celular. Todo eso ocurrió el 8 de agosto de 2008, el día que el sexto de la familia optó por quitarse la vida en el Cabo de la Vela (La Guajira), en el sector de El Faro.
El cuerpo de Mario fue hallado sin vida el 11 de agosto y sepultado como NN en Riohacha. Gracias a una llamada de un policía comenzaron a cotejarse los datos y con las fotos se verificó su identidad. Mario Zuleta Díaz partió a los 53 años y dejó dos hijos.
También tuvo su historia musical. En 1975 sus hermanos Emiliano y ‘Poncho’ le grabaron en aire de merengue, ‘Cantando me divierto’, también Diomedes Díaz le grabó con el acordeón de ‘Juancho’ Roiz, ‘Amores escondidos’. A nivel de grabaciones, Mario acompañó al cantante Jairo Serrano en el trabajo ‘En primer plano’, donde se destaca la canción ‘Cobijas’ que todavía suena en la radio nacional.
El 30 de octubre de 2005, Emiliano Zuleta Baquero murió en una clínica de Valledupar.
Balazos de escopeta silenciaron la nota de Héctor Arturo Zuleta Díaz el 8 de agosto del año 1982.
A la edad de 79 años, Pureza del Carmen Díaz Daza falleció en la capital del Cesar.