Por Juan Rincón Vanegas
juanrinconv@hotmail.com
Visionando lo que sería el devenir de su vida, en algún momento lanzó la célebre frase: “Yo soy Lorenzo Morales, al derecho y al revé.
Yo soy quien deja la huella, antes de poner el pie”. Y ‘Moralito’ dejó plasmada una huella inmensa, no solamente en el amor al folclor vallenato, también por la cantidad de hijos que tuvo, 37 en total; por sus palabras llenas de sencillez y gran sentido de la vida, sino porque le dedicó el 90 por ciento de sus canciones a las mujeres, esas mismas de quienes manifestó: “Las mujeres son la esencia de la tierra y el alimento para el amor. El mundo sin mujeres hubiera sido un desastre”.
La vida del maestro Lorenzo Miguel Morales Herrera se apagó la mañana del viernes 26 de agosto de 2011, cuando contaba con 97 años, tiempo durante el cual las mujeres jugaron un papel importante en su carrera musical. Incluso, cuando estuvo en Bogotá, con motivo de la promoción del 44 Festival de la Leyenda Vallenata que se realizó en su honor, luego de una entrevista que le hiciera una bella periodista le soltó el siguiente elogio: “Esa es mucha vitamina, lástima que no me la pueda tomar”.
“La mujer que quiere al hombre
le brinda todas las cosas,
pero el día que está de malas
parece que fuera otra.
No le brinda tinto, no le lava la ropa
no le da comida, porque está celosa
todo se lo niega, le niega la cosa”.
El juglar güacochero de burro y acordeón, ese mismo que supo darle el mayor sentido al amor, al que calificó como “el combustible que se mete en el pecho y quema hasta el alma, es una fuerza que no tiene contención hasta que logra llegar al cauce del corazón”, regresa a la palestra gracias al cantante Silvestre Dangond, quien acaba de grabar la canción ‘La cosa sabrosa’, que aparecerá en su próximo trabajo musical.
Expectativa por ‘La cosa sabrosa’
La mencionada obra compuesta por Lorenzo Morales en 1982, la grabó inicialmente Ivo Díaz con ‘Colacho’ Mendoza en 1993 bajo el título de ‘La cosa’, pero el título original de este merengue es ‘La mujer que quiere al hombre’.
La historia detrás del tema es que cuando ‘Moralito’ asistía a las parrandas le pedían la canción con el nombre de ‘La cosa’, así se quedó y todos se reían de las ocurrencias del juglar con ese doble sentido jocoso que le imprimió a la obra.
Mientras que la bulla se ha regado por todas partes con la canción ‘La cosa sabrosa’, su viuda Ana Romero Díaz sufre serios quebrantos de salud, pero a pesar de todo, se alegró porque su amor al que nunca olvida, quien le regaló 17 hijos, sigue vigente aún después de muerto.
“Mi viejo Lorenzo fue un juglar de verdad, verdad, poco paraba en la casa, sino de pueblo en pueblo, hasta que lo ajuicié cuando me enamoró. Le dije que si se metía a vivir conmigo le daba los hijos que quisiera, y fueron 17”. La anciana suelta una suave sonrisa y hace gestos con sus manos como diciendo que había caído derechito en sus brazos.
Además de la canción grabada por Silvestre Dangond y Rolando Ochoa, ya está en marcha la construcción de la Urbanización ‘Lorenzo Morales’, extraordinaria iniciativa que promovió el alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales, y que comprenderá de más de mil viviendas. “Ese gesto del alcalde al perpetuar el nombre de mi papá lo agradeceremos toda la vida. Mi mamá no cabe de la dicha porque se está exaltando todo lo que él hizo por la música vallenata”, dijo la hija del juglar, Cecilia Morales.
‘Moralito’ regresa a Güacoche
‘El gigante de Güacoche’, como fue conocido Lorenzo Morales Herrera, por decisión de su familia regresa a su pueblo donde había nacido el viernes 19 de junio de 1914. Como hecho curioso, un viernes nació y un viernes se despidió de la vida.
El hecho sucederá el lunes 26 de agosto de 2013, cuando sus restos serán trasladados del Cementerio Central de Valledupar hasta el corregimiento de Güacoche. “Se le cumplirá su deseo de que sus restos reposen en su pueblo, del que se sentía orgulloso de haber nacido. Una de sus mayores emociones fue cuando en el homenaje que recibió en el Festival Vallenato del 2011, el presidente Juan Manuel Santos nombró a su pueblo en el discurso inaugural. Mi papá hablaba bellezas de su tierra y para allá lo llevaremos”, manifestó su hija Cecilia Morales.
Sus familiares indicaron que será una ceremonia sencilla, una misa en la plaza principal de Guacoche y traslado al campo santo donde se interpretarán varias de sus canciones.
De ésta manera, ‘Moralito’ será llevado a su pueblo natal, aquel donde aprendió a leer y escribir sus primeras letras con el maestro Enrique Bracho, antes de retirarse para ponerse trabajar y forjarse un futuro en la vida. Seguidamente, se metió en el mundo del acordeón que le enseñó a tocar su hermano Agustín Gutiérrez Morales.
Lorenzo se la pasaba horas y horas sacándole notas al instrumento, aprendizaje que al fin y al cabo lo catapultó con el paso del tiempo como un verdadero juglar del folclor vallenato.
Precisamente, su acordeón fue el arma poderosa para sus pasajes amorosos. “Eso me ayudó para la conquista de encantadoras mujeres a quienes les regalé canciones porque plata no tenía. Desde ese instante, las canciones con nombre de mujer se convirtieron en mi carta de presentación, hasta convertirse en piropos cantados”, dijo en una ocasión ‘Moralito’.
La vigencia de Lorenzo Miguel Morales Herrera se nota en todas partes, al punto que una de sus nietas está que escucha ‘La cosa sabrosa’ en la voz de Silvestre Dangond, para así recordar a su abuelo repitiendo:
“El hombre contento y la mujer celosa
el hombre le pide y no le da la cosa,
y no se la dá, porque está celosa”.