I
Querida amiga Lolita,
tierna princesa wayuu,
nadie tanto como tú
amó a esta tierra bendita.
La aurora fresca visita
flores de nieve y rocío;
la belleza espejo del río
en su permanente andar;
eras musa del cantar
de secretos amoríos.
II
Tus tres amores: la prensa,
tu madre Sara y tus hijos;
trinidad que Dios bendijo
y en el alma la condensa.
El recuerdo es la despensa
de la memoria acuciosa,
que mira siempre las cosas
más allá de su apariencia
y reconoce la esencia
en palabras generosas.
III
En tus ojos los albores
de la espléndida floresta,
amaneceres de fiesta
en este Valle de amores.
Iluminas de esplendores
las letras del periodismo
que alejaron el abismo
ausente de la escritura;
en tu Diario, la cultura,
la información y el civismo.
IV
Admirada periodista
Loly Dolores Acosta,
la senda nunca es angosta
cuando el mar está a la vista.
La confianza es optimista
en la fe del navegante,
con pasión de principiante
se fortalece el trabajo;
nada de sesgos ni atajos,
tus pies tocan el diamante.