Por Carlos Mario Jiménez
carlos.jimenez@elpilon.com
Un escenario adecuado con 13 mesas, la hora acordada y la organización en logística necesaria para afrontar un evento nacional, en las instalaciones del coliseo cubierto de Valledupar, Julio Monsalvo Castilla, se abrieron las puertas para el VI Campeonato Nacional Abierto de Tenis de Mesa, coordinado por la Liga de este deporte en el Cesar.
El inicio de las competencias estuvo a cargo las 32 modalidades de dobles que se inscribieron por delegaciones de Antioquia, Valle del Cauca, Bolívar, Atlántico, Santander, Guajira, Magdalena, Sucre, Bogotá, Córdoba y Cesar. Iván Orozco y Juan Cortés, son los más representativos del departamento anfitrión. La eliminación de ayer sería en forma sencilla, de los 32 pasarían 16 y posteriormente quedarían 8 en competencia. Hoy se jugará la semifinal y mañana, la final del Nacional de raquetas.
Al cierre de ésta edición se hacían las competencias entre los individuales, donde Cesar se jugaba su nombre con más de 30 tenimesistas. La semifinal del campeonato en el que se incorporaron cinco mujeres; tres de Bogotá, una de Atlántico y otra del Cesar, arranca hoy a las 10:00 de la mañana y, en el día de mañana se vivirán las emociones de la gran final.
El raquetista que cambió su historia
Jhon Faber Fernández Ramírez, de 26 años, hace 15 años integró la Selección Infantil de fútbol sala de Tolima, era un excelente gambeteador por la punta derecha. Sus corridas eran comparadas con las figuras hechas por Alex Escobar, volante del club América de Cali, el equipo de los amores del hombre nacido en Ibagué. Pero su sueño quedó frustrado, una lesión en la rodilla derecha lo marginó de las canchas y debió inclinarse por otro deporte, que despertara pasión en su reflexión. La tarea nada fácil; en una pelota de siete gramos de peso encontró su hazaña.
“Yo siempre jugaba al fútbol, pero me incliné finalmente por el tenis de mesa. Cuando practicaba fútbol era volante carrilero por la punta derecha. Lo hacía bien, pero tenía un problema en la rodilla que me dolía mucho”, relató el tenimesista número cuatro del ranking nacional, representante de Bogotá en el torneo Nacional jugado en Valledupar desde ayer.
“En la institución Cacique Calarcá en Ibagué, donde yo estudiaba, me invitaron a jugar tenis de mesa, empecé a ir a las prácticas, le cogí gusto y cariño al deporte, y aquí estoy. No es un deporte muy común, es de precisión y efectos, no cualquiera lo puede practicar”, afirmó Fernández Ramírez en dialogo con EL PILÓN. “Mí fortaleza es que soy un jugador defensivo, en el país hay pocos jugadores con estas características. Cuando hablo de defensivo es que me voy muy lejos de la mesa y mando la bola con mucho efecto, eso se llama corte o basking”.
Jhon Faber es el jugador de mayor reconocimiento en el campeonato que se realiza en la capital del Cesar, lleva 16 años jugando y estuvo el año anterior en el Campeonato Preolímpico, clasificatorio a los Juegos Olímpicos, y en el latinoamericano celebrado en Río de Janeiro.
“Es un deporte muy hermoso, delicado para jugar, sólo con entrenamiento y dedicación puede uno llegar a ser muy buen deportista. Es complicado llegar a unos Juegos Olímpicos, pero hay que entrenar fuerte e intentarlo”, recalcó.
En sus declaraciones a este diario, aseguró que falta apoyo por los institutos de las regiones más pequeñas para el tenis de mesa. “No es por jugadores, falta más apoyo para que ellos se fogueen internacionalmente y escenarios deportivo”.
En Colombia, los altos jugadores del deporte de las raquetas están en Antioquia, Valle y Bogotá. Y en el mundo la potencia es China, seguido por Corea, Japón, Alemania, Suecia, Brasil, entre otros.