Puede sonar contradictorio, pero a veces hay buenas obras en el sector público que generan en ciertas personas sentimientos encontrados. Me refiero específicamente a la construcción del parque de la urbanización Las Flores de nuestra ciudad; desde luego, es una de las buenas obras, iniciativa de la Gobernación del Cesar, por cuanto pronto se convertirá en un espacio más para la recreación, el deporte, el sano esparcimiento y por supuesto el embellecimiento y valorización del sector; sin embargo, tenemos entendido que la cancha de fútbol que hará parte de este escenario, será sintética, es decir, la superficie donde rodará el balón será artificial. Por sentido común me atrevo a decir, que todo aquello que cubre el suelo sino es natural, no es bueno para nuestro medio ambiente, así estén solucionando ciertas necesidades.
Cada vez que sobre la superficie terrestre de una ciudad levantamos edificaciones, pavimentamos vías, canalizamos acequias, construimos grandes placas de concreto en los parques, colegios y empresas, cerramos toda posibilidad que las aguas lluvias se resuman en el suelo y se refresque la tierra y algo igual de malo, tampoco allí nacería vegetación, eso sí, aportaríamos muchos granos de arena al deterioro ambiental y se pone de presente la poca conciencia que tenemos para frenar el avance del calentamiento climático.
No nos oponemos a que se construya este parque ni tampoco a otras obras civiles como el Estadio Municipal y el parque de Los Cortijos, pero sí consideramos oportuno llamar la atención para que dentro de la formulación de estos proyectos se contemplen diseños que armonicen más con la naturaleza y se evidencie una relación amigable entre especie humana y planeta tierra. No pretendemos cuestionar al señor Gobernador con estas obras, al contrario son plausibles sus acometidas tanto en Valledupar como en el resto del departamento, pero sí recordarle a los asesores que lo rodean, que la sostenibilidad ambiental es un compromiso de primer plano en el tema climático. Sin dudas, los habitantes del barrio Las Flores y toda la comunidad que circunda este sector, están felices porque muy pronto verán construido su parque; sin embargo, el aire que respirarán será un poquito más caliente, por cuanto la sola presencia del extenso plástico cubriendo la cancha de fútbol será suficiente para que la temperatura ambiental suba algunos grados de calor, en cambio si ese espacio se cubriera de grama natural, el efecto sería adverso, es decir el pasto y el sistema de riego para su mantenimiento refrescarían un poco el ambiente, justo lo que necesitamos.