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Lo bueno, lo malo y lo feo del Acuerdo para la Prosperidad (I)

Poco a poco, gradualmente, el Presidente Juan Manuel Santos, se ha cogido confianza en su manera de comunicarse con los colombianos, en las distintas regiones del país. En el Acuerdo para la Prosperidad realizado ayer sábado en Valledupar, el número ochenta y nueve, dedicado – en principio- al tema de la vivienda de interés social se nota a un gobernante con mayores habilidades y destrezas para comunicar.
El Presidente Santos es mejor comunicador por medio de la escritura; lo suyo era el periodismo escrito, como su abuelo Calibán, fue el medio en el que nació, el negocio de la familia: El Tiempo, y su destino era la dirección, inclusive por encima de su hermano Enrique.

Hay que recordar que Santos no es un hombre de plaza pública, ni un gran orador en el Congreso, como lo fue Uribe, Gaviria o Samper. Su única elección fue la Presidencia de la República y ahora, quizás, la reelección.
Pero el Presidente ha demostrado que es un hombre muy inteligente y ha aprendido y avanzado mucho en la comunicación oral. Y ayer se le notó más confiado con el público, dominaba el micrófono y el auditorio, inclusive bailó al ritmo de los Niños del Vallenato del Maestro “El Turco” Andrés Gil.
El primer mandatario de los colombianos ya sabe utilizar los Acuerdos para la Prosperidad como un escenario para comunicar, en la población escogida, algunos de los principales temas de la semana y enviarle una serie de mensajes a los colombianos. Estos son algunos aspectos positivos de los acuerdos.
En el caso de Valledupar, elogió a la Policía Nacional, se refirió a los problemas del Sisbén detectados en Valledupar, reconoció la gestión del Alcalde Socarrás Reales y se refirió a la intervención de la firma comisionista Interbolsa, advirtiendo que tanto el mercado de valores como el resto del sector financiero colombiano gozan de buena salud y están bien regulados y vigilados.
Curiosamente, el tema de la vivienda de interés social, el asunto central, quedó relegado a un segundo plano. No obstante, hay que reconocer que el gobierno nacional ha avanzado rápido en el programa de las cien mil viviendas gratis y el mismo ha sido articulado con los gobiernos territoriales, como ha sido el caso del Cesar y de Valledupar. Es una gestión para reconocerle a Germán Vargas Lleras.
En nuestra opinión, aunque en otras oportunidades hemos criticado la gratuidad del programa, consideramos que es un instrumento idóneo contra la pobreza extrema y que muchas familias en estos estratos no tendrían acceso a vivienda sino fuera con el subsidio total del Estado. No obstante, consideramos que buena parte de estas soluciones habitacionales deberían concentrarse en una buena proporción en los corregimientos, para desestimular la migración del campo a la ciudad.
Como negativo de los Acuerdos para la Prosperidad debemos reiterar que son eventos pensados para emitirlos desde Bogotá. El Presidente podría llegar con más soluciones y noticias de los temas locales y regionales, en nuestro caso seguridad urbana, desarrollo agropecuario y el tema de las vías, principalmente.
En una próxima edición nos referiremos a otros temas, incluyendo el de la minería y la respuesta a la sede de la Universidad Nacional en La Paz, Cesar.

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