Continuamos con los comentarios sobre los primeros seis meses de gobierno del Presidente, Juan Manuel Santos. Se trata de reseñar y analizar algunos aspectos de su obra de gobierno, advirtiendo que se trata de un espacio periodístico reducido y un período muy corto para evaluar toda una gestión de estado.
Pero, insistimos en que esta es una labor que debemos hacer los medios de comunicación de manera periódica, con el fin de orientar a la opinión sobre la marcha y evolución del gobierno nacional, en este caso.
Reiteramos que la principal cualidad de Santos ha sido demostrar un talante político, antes poco reconocido. La designación de un gabinete que incluye a varios presidenciables, como Germán Vargas Lleras, en Interior y Justicia; Juan Camilo Restrepo Salazar, en Agricultura, y hasta Carlos Rodado Noriega, en Minas y Energía.
En general, Santos cuenta con un ministerio de lujo, y ratifica que tiene una cualidad única para escoger buenos equipos de trabajo y que, en su gobierno, los ministerios tendrán mucho juego y autonomía; distinto a lo que sucedía en el gobierno de su antecesor, Álvaro Uribe Vélez, cuando algunos Ministros tenían perfil de viceministros y era el propio Presidente el que manejaba directamente los asuntos, como sucedía en los famosos Consejos Comunales.
Igualmente, consideramos conveniente para el país la temática planteada por Santos Calderón en su propuesta inicial del Plan de Desarrollo, donde se plantea tasas apreciables en materia de crecimiento económico, generación de empleo y reducción de la pobreza. Además, es interesante y está bien encaminado, en general, el tema de la legislación de tierras, sobre el cual tenemos algunas observaciones, y el resarcimiento a las víctimas de la violencia, que es un acto de justicia que la sociedad y el Estado colombiano están en mora de adelantar.
No obstante, en el tema de la economía nos parece inconveniente, que desde algunos ministerios se estén planteando temas que crean un mal ambiente de “camorra” y animadversión frente al sector privado del país. Como el estilo de las peleas entre el Minhacienda y los banqueros, la revisión del salario mínimo, algunas actuaciones del Vicepresidente, Angelino Garzón, entre otras, que desdicen de un gobierno que, sabemos, es amigo de la inversión y la iniciativa privada, con función y responsabilidad social, como lo establece nuestra constitución y nuestras leyes.
Igualmente, quisiéramos ver en el Plan de Desarrollo, un gran énfasis en el tema del Plan de Ordenamiento Territorial y en particular de instrumentos de estímulos para las regiones, como el Fondo de Compensación Regional y los proyectos prioritarios para la Región Caribe, en materia de vías, desarrollo agrícola, salud, educación, entre otros.
También consideramos bien encaminado la decisión del gobierno de volver a dividir varios ministerios para crear: el Ministerio de Justicia, el de Trabajo, Medio Ambiente, en una reforma que el gobierno está en mora de concretar.
Entre lo malo que vemos de la actual administración, está el tema del cambio en la propiedad y distribución de las regalías del petróleo y el carbón, que desconoce el impacto ambiental de la explotación de estos recursos en nuestro territorio y la necesidad de que una parte significativa de estos recursos públicos se inviertan en las necesidades más sentidas de buena parte de la población del Cesar, incluyendo a Valledupar, y los municipios productores del mineral.
Adicionalmente, en el proceso de atención del invierno y de la reconstrucción de las zonas afectadas, vimos lento al gobierno en un principio, pero luego se encarrilló bien el manejo de las consecuencias de la emergencia. No obstante, en el mismo se requiere una gran gerencia y una vigilancia especial de los organismos de control para que estos recursos lleguen oportunamente y a las regiones y a los destinatarios que tiene que llegar.
En este mismo sentido, el país quiere ver ya en pleno funcionamiento las locomotoras, es decir los sectores líderes para estimular al resto de la economía, como son el agropecuario, la minería, la infraestructura y la vivienda, e innovación, ya que – teniendo en cuenta la lentitud de los procesos en el Estado colombiano- cada día que pasa se pierde en materia de costo de oportunidad y señales claras al sector privado para invertir en estos sectores claves.
Y finalmente, quisiéramos ver unos ministros del área social más dinámicos, tanto en Protección Social, como en Educación, sector que ha perdido el liderazgo que tenía durante la gestión de la anterior ministra, Cecilia María Vélez White. Igualmente, se requieren más claridad en materia de las políticas para otros sectores, un poco olvidados, como son los temas de medio ambiente, deporte y cultura, entre otros.