X

Lluvia porque bogas…

Haciendo un parangón con la frase popular “palo porque bogas y palo porque no bogas”, la región Caribe después de pasar un despiadado fenómeno del Niño, hoy padece por la época invernal que ha afectado a un gran porcentaje de la población.

La lluvia que desesperadamente anhelaban los agricultores y ganaderos que veían menguadas sus finanzas y sus negocios, hoy es rechazada por la población que vive en zonas de alto riesgo o que son afectadas por las crecientes de ríos o las lluvias. Casas destechadas, barrios inundados, vías deterioradas, árboles caídos y acequias y ríos desbordados son los efectos de la temporada de lluvia.

Esta situación que fue anunciada por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia –Ideam- tiene en jaque no a los agricultores, sino a los ciudadanos más pobres, porque precisamente es en sus entornos donde la lluvia hace más estragos irónicamente.
Por eso el llamado es para que las oficinas de Gestión de Riesgos municipales, y claro la departamental, hagan un censo pormenorizado de esas comunidades afectadas y puedan llevar las ayudas que se requieran, y en el mejor de los casos prevenir que sean damnificadas.

En Valledupar en los barrios más vulnerables se han registrado emergencias y en otros, ocurre lo mismo que en todas las épocas invernales sucede, porque no se dan soluciones de fondo sino pañitos de agua tibia, como ocurre en la entrada del barrio Don Alberto, que queda incomunicado. El colector de aguas lluvias es una necesidad de este sector de Valledupar y han pasado años y muchas administraciones sin que haya solución.

La temporada invernal seguirá todo el mes de noviembre en gran parte del territorio colombiano. El Ideam pronostica que se mantendrán precipitaciones por encima de lo estipulado y aunque se prevé que en diciembre comience a regularse la primera temporada de tiempo seco, es necesario que las autoridades hagan planeación para enfrentar las emergencias y urgencias.

El Cuerpo de Bomberos de Valledupar ha estado atento y activo para cada emergencia ocurrida en la capital del Cesar, tanto en su área urbana como rural, incluso en las vías donde por imprudencia de los conductores ocurren accidentes (carreteras mojadas sinónimo de incidentes).

La comunidad también debe colaborar para que disminuyan las afectaciones que puede generar la lluvia, especialmente si no arrojan las basuras y desechos a las calles o a las acequias, con la creencia que la corriente se los llevará. La conciencia ciudadana es importante.

Categories: Editorial
Periodista: